El Rey y su séquito

Yohir Akerman
01 de septiembre de 2019 - 05:00 a. m.

El nombre del candidato con más opciones de llegar al máximo cargo departamental de Cundinamarca ha aparecido en varias operaciones de “volteo de tierras”, o cambios en los Planes de Ordenamiento Territorial, según la columna del domingo pasado del periodista Daniel Coronell.

Se puede determinar con esa investigación en revista Semana que varias decisiones para modificar el uso de la tierra en algunos sectores de sus municipios han podido estar manchadas por intereses privados de los funcionarios públicos, con el fin de beneficiar a predios de particulares.

Los protagonistas de esas historias, según el columnista, son Nicolás García Bustos, de quien se dice será el próximo gobernador de Cundinamarca, y el actual, Jorge Rey, que tiene puesta toda la maquinaria y su séquito para que García sea su sucesor.

Por eso es importante entender quién hace parte de ese séquito del señor Rey. Y su historia.

Empecemos por él.

Rey heredó la pasión por los negocios y los temas políticos de su madre, Mercedes Ángel de Rey, quien ha sido líder de juntas de acción comunal en Funza y ha presidido la asociación de juntas de ese municipio en varias ocasiones. También ha estado involucrada en los temas de volteo de tierras. (Ver La mamá del Rey).

A los 26 añitos, cuando Álvaro Cruz estaba en su primera administración de la Gobernación de Cundinamarca, Rey fue designado secretario de Gobierno de Funza por Hernando Vargas González quién ganó la elección para la Alcaldía allí y era una ficha de Cruz.

Apenas terminó Vargas su gobierno, Rey se planteó como su sucesor en la Alcaldía de Funza. Su administración fue cuestionada e investigada por haber cobrado una plusvalía creada en un acuerdo que el Tribunal Administrativo de Cundinamarca había declarado nulo. Pero sigamos porque no pasó nada.

En el 2012 Álvaro Cruz designó a Rey como su secretario de Acción Comunal. Ese cargo era sin importancia ya que tenía apenas $200 millones de presupuesto para invertir. Pero Cruz le dio una manito y tramitó una adición presupuestal de más de $5.000 millones para ese mismo año con lo que, según La Silla Vacía, Rey empezó a convertir a las juntas de acción comunal de todo el departamento en su maquinaria política. (Ver Jorge Emilio Rey).

Y funcionó. En 2013 Rey renunció para lanzarse a la Cámara de Representantes en donde fue elegido aplastantemente el 9 de marzo de 2014. Pero duró poco.  

El 21 de octubre de 2014, es decir, tres meses y un día después de su posesión como legislador, Rey renunció para lanzarse a la Gobernación. Importante entender que para llegar a ser representante a la Cámara hay que hacer una gran inversión en la campaña, pero parece que eso no le dolió a Rey a la hora de renunciar a su cargo en el que duró solo unos mesecitos, ya que él iba por algo mayor.

En todos esos cargos, como en la Gobernación, siempre ha estado rodeado de su séquito en un carrusel de poder.

Jorge Enrique Machuca fue el reemplazo de Rey en la Alcaldía de Funza y después la Gobernación lo nombró gerente de la Licorera de Cundinamarca. Pues bien, el pasado 22 de julio la Procuraduría le abrió pliego de cargos a Machuca junto a su jefe de planeación y a 10 concejales de Funza por presuntas irregularidades relacionadas con el Plan de Ordenamiento Territorial cuando fue alcalde. (Ver Cargos a exalcalde)

Dentro del grupo cercano de Rey también están el representante Ó scar Sánchez, quien fue otro de los acusados por el senador Carlos Fernando Galán por irregularidades en el POT junto a Rey. Sánchez fue alcalde de Facatativá entre 2008 y 2011 y lo reemplazó en el cargo su secretario de Planeación, Pablo Malo García.

Sigamos.

El diputado de Cundinamarca Juan Carlos Coy es otro del círculo cercano. La Procuraduría le abrió una investigación por presuntas irregularidades en la gestión y ejecución del proyecto Ciudadela Campestre Chauta, para la construcción de 900 viviendas unifamiliares en un terreno con destinación agropecuaria que no contaba con servicios públicos.

Por otro lado, está el señor David Alexander Piracoca, el personero municipal de Tabio hasta esta semana, quien tiene, entre otras, como funciones constitucionales, el control disciplinario a los funcionarios que participen indebidamente en política. Recientemente La FM reveló que Piracoca guardaba publicidad de políticos cercanos a Rey en el despacho público de la Personería, pero ese es un tema más profundo y lo analizaremos en una columna más adelante.

Por último, llegamos al señor Nicolás García, quien fue alcalde de Mosquera entre 2012 y 2015, secretario de Despacho de la Secretaría de Gobierno del mismo municipio en el 2008, y asesor de la Secretaría de Hacienda en la Alcaldía de Zipaquirá.

García es hijo del empresario de la papa llamado Miguel García, uno de los hombres más ricos del sector agrario en Cundinamarca.

Pero más importante aún, todos estos son los alfiles y las personas de confianza del exgobernador Álvaro Cruz, quien se encuentra preso por los delitos de cohecho por dar u ofrecer, cohecho tentado y celebración de contratos sin cumplimiento de requisitos legales.

Cruz sigue jugando su ajedrez político por medio de Rey y ahora de García.

Lo interesante es que, pese a las investigaciones, a estos no les ha pasado nada ya que, aunque García fue denunciado por volteo de tierras por el exsenador Carlos Fernando Galán en el despacho del entonces fiscal anticorrupción Gustavo Moreno, este hoy está preso en Estados Unidos por recibir sobornos para torcer procesos a favor de otro gobernador, el de Córdoba, y Rey había contratado la asesoría jurídica del exmagistrado Leonidas Bustos, que había sido jefe y socio de andanzas de Moreno.

Un tema donde el cartel de la toga se cruza con el cartel del volteo de tierras en Cundinamarca.

@yohirakerman, akermancolumnista@gmail.com

 

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