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Plantación adentro

Yohir Akerman
19 de diciembre de 2021 - 05:00 a. m.

Tenemos que retomar un tema de investigación recurrente en esta columna, y es el magnicidio del profesor universitario Jorge Adolfo Freytter Romero, declarado como crimen de lesa humanidad y aceptado como crimen de Estado en septiembre de 2020.

Un suceso reciente puede ser clave para terminar de desarmar el nudo de información en ese hecho que unió a paramilitares con miembros del Gaula, funcionarios estatales, narcos y empresarios financiadores.

Hagamos un poco de memoria.

Como se ha planteado anteriormente en esta columna, el 26 de agosto de 2001 fue radicado ante la dirección del DAS y la Fiscalía en Barranquilla un anónimo, donde se anunciaba el posible asesinato del profesor Freytter. El documento de tres páginas, escrito a maquina, incluso daba las placas del vehículo con el que los paramilitares estaban haciendo este tipo de operaciones (AXK 646) y el apoyo con el que contaban por parte del Gaula.

El 28 de agosto de 2001 el profesor Freytter fue retenido al llegar a su casa en Barranquilla por un grupo de hombres fuertemente armados.

En medio del miedo y la confusión, fue golpeado e introducido de forma violenta en una camioneta Toyota Hilux roja de placas AXK 646, que lo trasladó a una bodega desocupada por la zona de Ciénaga, Magdalena, en donde fue sometido por más de 24 horas a actos de humillación y tortura.

Como dice la canción de Rubén Blades titulada Plantación Adentro, “el médico de turno dijo así, muerte por causa natural (…) Claro si después de una tunda de palo, que te mueras es normal”. En el caso del profesor Freytter, Rubén Blades cantaría que después de una golpiza, tortura y asfixia provocada por una bolsa de plástico en su cabeza, que se muriera el profesor era normal.

Horrible.

Freytter fue profesor de la Universidad del Atlántico por más de 20 años, tiempo durante el cual también habría participado activamente en distintas actividades de carácter social y sindical. Esa fue su sentencia de muerte.

Estos hechos hacen parte de la “arremetida paramilitar” que sufrió la comunidad universitaria de la región Caribe de manera generalizada entre 1996 y 2006. En el departamento del Atlántico, existió una llamada Red Cóndor, que perteneció a las instituciones de Inteligencia de la Policía Nacional-Sijín, miembros del DAS, el Gaula y el Ejército.

Esa red trabajaba con las estructuras paramilitares del Bloque Norte de las Auc, controladas por Jorge 40, manteniendo bajo seguimiento a diferentes profesores, estudiantes, trabajadores y familiares para lograr señalarlos de auxiliadores de grupos insurgentes.

Fueron muchos los académicos desaparecidos o asesinados, pero ocupémonos específicamente del crimen en contra del profesor Freytter. Dos días después de la desaparición y el asesinato del académico sindicalista, el entonces comandante del Grupo Gaula Urbano de Barranquilla, el coronel Leonel Sánchez Montenegro, pidió a la Dirección Antisecuestro y Extorsión de Bogotá condecorar al agente Flover Argeny Torres Sánchez.

Así lo demuestra una solicitud escrita en Barranquilla el 30 de agosto de 2001, dirigida al coronel Rafael Hernán Cely Vega, director Antisecuestro y Extorsión de la Policía Nacional.

El asunto de la carta era muy claro: “Felicitación especial”. Y el contenido más: “con todo respeto me permito solicitar a mi coronel, señor director Antisecuestro y extorsión, se digne estudiar la posibilidad de conceder una felicitación especial al personal que más adelante se relaciona por su mística y profesionalismo demostrado en las actividades de inteligencia, investigativas y operativas”. (Ver Solicitud)

En la solicitud de condecoración el coronel Leonel Sánchez Montenegro se incluye a sí mismo, por qué no autofelicitarse, y después incluye al teniente coronel Torres Sánchez.

Dentro del recaudo probatorio obrante en el expediente, existen señalamientos directos y ratificados por parte del paramilitar del Bloque Norte de las Auc, Carlos Arturo Romero Cuartas, alias Montería, en contra de algunos miembros del DAS y el Gaula. Fueron ellos quienes planearon y ejecutaron el secuestro extorsivo y el homicidio de Jorge Freytter.

“Las personas que habían participado en el hecho fueron algunos funcionarios del Grupo Gaula de la Policía del Atlántico y del Grupo Gaula del Ejército para el año 2001, en los cuales están principalmente el teniente Torres; Pacheco, alias la Chacha; Mariano y Sáenz, miembros de la Policía, y dos funcionarios del Ejército: un sargento encargado de los taxis de esa unidad y un soldado profesional, el cual lo identificaban como alias el Iguano”.

Existe otra declaración mucho más especifica sobre la participación del teniente Torres Sánchez. Rendida el 6 de febrero de 2008 por Romero Cuartas. Esta dice que Torres Sánchez, nada más ni nada menos, fue el que le puso la bolsa en la cabeza al profesor Freytter hasta asfixiarlo.

“Como a la una de la mañana llegaron el teniente Torres, a quien también le dicen el Ingeniero, Pacheco o la Chanda, y Mariano, quienes pertenecían al Gaula de la Policía de Barranquilla. Estaban en este lugar porque eran los encargados de botar a Freytter. Subieron por él y Torres y Pacheco le colocaron una bolsa en la cabeza y la sellaron con cinta hasta que lo asfixió. Luego lo bajaron y lo montamos al baúl del carro en el que había venido el teniente Torres. Este carro era de color rojo y estilo cupé dos puertas, y se lo llevaron. Yo me fui en un taxi junto con Chiqui para la casa de Mocho porque allí vivíamos. A los días Pacheco me comentó que a Freytter lo habían botado por la vía que conduce a Ciénaga, Magdalena, y que él le había pegado dos tiros en la cabeza con una pistola 3-80″.

Como se ha denunciado en esta columna, el Gaula no solo pidió autorización para condecorar a los funcionarios involucrados en este brutal asesinato. Logró además que la Fiscalía le delegara al mismo Gaula la investigación de los hechos de la muerte del profesor Freytter.

El 29 de agosto, un día después de la desaparición del profesor Freytter en esa camioneta, la fiscal sexta especializada ante el Gaula de Barranquilla, Laura Venegas Ahumada, le solicitó al comandante del Gaula Grupo Urbano Barranquilla, coronel Leonel Sánchez Montenegro, encargarse de la investigación.

Ese mismo día, el coronel Sánchez Montenegro delegó al investigador Raúl Trespalacios Buelvas, del Gaula, encargarse del tema. Es decir, pese a que la Fiscalía estaba advertida de que este crimen podía suceder y de la participación del Gaula en la operación con los paramilitares, cuando sucedió la desaparición y asesinato le encomendaron al Gaula autoinvestigarse.

Las ratas cuidando el queso y se premian por comérselo.

El pasado 17 de noviembre, la Justicia Especial para la Paz (JEP) aceptó el acogimiento del exteniente Flover Argeny Torres Sánchez, hasta ahora prófugo de la justicia y ficha clave en el asesinato del profesor Freytter.

Dos cosas se desprenden de aquí. La primera, esperar que su testimonio no sea de medias verdades, sino que se revele todo lo que sabe. Y la segunda, entender que es por estos hechos por los que un sector de la sociedad ha estado empeñado en que se acabe con la JEP. Ese sector que quiere seguir ocultando cómo operaba la relación mancomunada de las fuerzas armadas con los paramilitares, y el papel de los funcionarios estatales y los financiadores en este drama.

O, como lo dice Rubén Blades, que aplica para nuestro país: “Recoge el café y coge pa’allá, si no te pega el mayoral. Plantación adentro cámara, sombra son la gente y nada más”. La muerte del profesor Freytter no puede terminar siendo una sombra más.

@yohirakerman; akermancolumnista@gmail.com

 

PEDRO(85266)20 de diciembre de 2021 - 02:35 p. m.
6402
ivan(61212)20 de diciembre de 2021 - 03:26 a. m.
excelente
Aldemar(14308)20 de diciembre de 2021 - 09:53 a. m.
Colombianos: votemos bien. Tenemos que acabar en Colombia la "horrible noche" del terror y la corrupción que tienen al país en el abismo de la pobreza, la falta de oportunidades y la violencia generalizada!
grazianoarq(49151)20 de diciembre de 2021 - 03:06 a. m.
Relatos de horror en donde la policia nacional e integrantes del ejercito actuaban como un bandola armada en contra del enemigo interno y protegido por la ley, ojala la JEP siga colaborando con el esclarecimiento de la verdad así sea dolorosa para muchos, pero le da paz a las victimas y a sus familias...
ERWIN(18151)20 de diciembre de 2021 - 01:56 a. m.
que horror ..por eso quiere acabar la jep el matarife ..tanta porqueria ..
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