Otra vez, como ha pasado en reiteradas oportunidades en las últimas décadas, el país se mete en el debate de la dosis mínima y otra vez hay demasiado ruido y desinformación como para entender lo que pasa. Como bien se preguntaba en nota editorial El Espectador “¿Por qué no se pueden dar debates maduros sobre el tema de las drogas?”. Si queremos avanzar, lo primero es eso: debatir en serio sobre hechos, investigaciones, argumentos y realidad.
Aquí se trata de la necesidad de encontrar salidas adecuadas a un asunto que toca...
Conoce más
