Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

El deber de la memoria

Yolanda Ruiz

11 de agosto de 2022 - 12:30 a. m.

Desde el siglo pasado existe un concepto que nació de Auschwitz y que en varios países se ha asumido a fondo como parte estructural de su proyecto educativo. Es el deber de la memoria que no es otro que la obligación que tiene un Estado de educar a las nuevas generaciones en el conocimiento de la historia y los hechos de violencia vividos. Se busca mantener vivo el recuerdo de las víctimas y también tener muy presentes los crímenes cometidos, en especial cuando hay responsabilidades del Estado. Todo ello bajo un objetivo claro: que no se repitan los horrores. Si bien es necesario avanzar, perdonar, pasar página, hay que dejar marcas para que en el futuro se pueda entender cómo ocurrió aquello que no puede volver a pasar.

Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO

¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar

PUBLICIDAD

Entiendo ahí, en ese escenario del deber de la memoria, la propuesta para que en Colombia la escuela abrace la verdad. Para algunos de los estudiantes que aborden en sus aulas el relato de la Comisión de la Verdad, no será algo nuevo porque muchos de ellos han sido testigos o protagonistas de los hechos que se narran. Fueron sus abuelos, padres, hermanos o amigos los asesinados, los reclutados, los secuestrados. Fueron ellos mismos los desplazados o abusados. Hablar en voz alta de ello los reconoce, los incluye, los ayuda a procesar su historia. Y para aquellos que no fueron protagonistas directos del conflicto, asomarse a ese dolor es una manera de entender que la violencia no es un camino. Por supuesto que se debe hacer gradualmente y acorde con la edad de los niños, entendiendo sus momentos, sus caminos de crecimiento, pero que tengan un espacio para preguntar, entender y acercarse a aquello que ven y oyen a retazos en las noticias o en las charlas familiares, es una forma de poner orden a una realidad que no les es ajena.

La memoria será siempre motivo de disputa porque las interpretaciones de la historia son múltiples, pero hay hechos contundentes que no se pueden negar: el conflicto en Colombia dejó miles de víctimas y los victimarios fueron muchos. Guerrilla, paramilitares, otros grupos ilegales y también miembros del Estado. Incluso muchos que no portaban armas. Lo que trae el informe son testimonios de más de 30.000 personas que cuentan en detalle lo que vieron y vivieron. Habrá discusión sobre la dosis de responsabilidad de cada quien y la dosis de justicia o impunidad, pero los muertos, los secuestrados, los desaparecidos son reales, tenían nombres, familias, historias, vidas que se arrebataron o cambiaron para siempre.

Read more!

En el museo de Auschwitz en Polonia, el visitante se encuentra con ropa, zapatos, cabello, de las personas que fueron asesinadas allí. La tragedia que se conoce por los libros de historia se vuelve real, se vuelve humana y cierra la puerta a los negacionistas. Cuando se recorren las calles de Berlín y se encuentran los restos del muro que dividió la ciudad después de la guerra o se camina por el monumento a los judíos asesinados que es una obra que busca abrumar, incomodar, nos conectamos con aquellos que padecieron el antes y el después de una guerra que no podemos olvidar. En Europa, y en Alemania en particular, se reconoce su historia, se enseña en los colegios y se tiene en monumentos en las calles.

Read more!

En Colombia, si queremos avanzar, debemos reconocer como país lo que ha pasado. El problema es que tenemos el conflicto vivo y todavía hay discursos de odio que buscan justificar la violencia y negar los hechos. Tal vez por eso no hemos podido acordar colectivamente la necesidad de reconocer la verdad y pasarla a las generaciones que vienen para que entiendan el país que les dejamos y traten de construir uno mejor. La historia se teje entre debates y seguro tendremos que sumar mucho más a ese informe, pero que niños y jóvenes puedan acercarse a esos testimonios es un paso hacia el camino de la no repetición.

Conoce más
Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.