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Grietas en la democracia

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Yolanda Ruiz
02 de noviembre de 2023 - 02:05 a. m.
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Poder votar y elegir es bueno. Que en la mayoría de los municipios todo haya transcurrido en paz da alivio. Sin embargo, todavía en Colombia la violencia, de una manera o de otra, es protagonista en las elecciones. Todavía hay candidatos respaldados por delincuentes o que generan todo tipo de sospechas. Todavía se compran votos y las campañas gastan millones que no se reportan. Todavía la política menosprecia a las mujeres. La democracia en Colombia tiene grietas y otra vez fueron evidentes en las pasadas elecciones.

La violencia de siempre mató candidatos, amenazó, desplazó. Si fueron muchas o pocas las víctimas siempre depende del cristal con que se mire. El Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac) dice que fue más alta que en las elecciones regionales del 2015 y 2019 con 32 hechos violentos entre el 28 y el 30 de octubre. Yo creo que una sola persona asesinada es una tragedia mayúscula, pero las cifras permiten medir con precisión milimétrica y dolorosa en qué nivel está en cada momento la violencia. La de grupos ilegales sembró miedo en las poblaciones en donde actúan, les planteó retos a las autoridades para llevar el material electoral y, al final, en algunas zonas dio respiro en medio de las treguas frágiles, pero que alivian. Otra violencia brotó en varios municipios por la gente inconforme que tiró piedras, quemó urnas, edificios y personas. La rabia, dicen algunos dirigentes mezquinos, es buen insumo para sumar votos. ¿Y luego qué se hace con ella?

Y otra violencia, menos ruidosa, pero más letal con la democracia, también llegó a la cita electoral: los partidos avalaron a candidatos cuestionados, investigados, sospechosos, turbios. Treinta de ellos, según el reporte que hace la Fundación Paz y Reconciliación, coronaron en el empeño. Además del aval partidista algunos tuvieron el más importante: el de los dueños de los votos. No tienen escritura que lo certifique (aunque algunos corruptos han declarado en notaría la repartija del botín) pero tienen el poder, el dinero, la tradición, el apellido, que los hace propietarios del voto ciudadano. Por eso eligen y lo hacen dando la cara en libertad, desde la cárcel o prófugos de la justicia. Como la política no tiene nada que ver con la ética, como podría decir algún abogado, los partidos que firmaron los avales dudosos miran para otro lado. Eso sí, los líderes de esos partidos dicen, de dientes para afuera, que luchan contra la corrupción.

También muestra sus grietas esta democracia cuando se repasan tarjetones y resultados con mirada de género. Después de tener a la primera alcaldesa en Bogotá, el tarjetón del domingo, en el que ninguna mujer fue candidata a la alcaldía de la capital, refleja lo difícil que sigue siendo romper la barrera del machismo. Cuesta creer que, en una ciudad llena de mujeres talentosas, capaces y listas para gobernar, los partidos no hayan encontrado ninguna para proponer a los electores. Cuesta creer que la mayoría de las ciudades capitales queden otra vez en manos de hombres y que en las gobernaciones solamente seis de treinta y dos tendrán desde enero liderazgo femenino. Tal vez dentro de varias generaciones no habrá necesidad de buscar con lupa a las mujeres en cargos políticos porque será normal verlas a ellas en todos los escenarios, pero hoy todavía es necesario. Ahora bien, ser mujer no garantiza que haya avance en la batalla por la equidad y los derechos. Algunas de las elegidas no los garantizan, otras generan esperanza, pero los tarjetones con sobredosis de testosterona son evidencia de inequidad.

Como no todas son sombras, vale celebrar los nuevos liderazgos jóvenes y diversos que se abrieron camino en sus regiones. Los muchos ciudadanos que lograron quebrar hegemonías de clanes y mafias permiten decir que, a pesar de todas sus grietas, esta democracia es lo mejor que tenemos y hay que defenderla.

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Oscar(23792)05 de noviembre de 2023 - 09:56 p. m.
aun seguimos creyéndonos el cuento que la democracia es la mejor opción para gobernar, pensar que desde Grecia se afirmo que esta tendencia es el gobierno del que lo posee . es el engendro de la corrupción, aun así, continuamos creyendo y siendo ilusos frente al mandato oligárquico....
Gilberto(4359)03 de noviembre de 2023 - 02:00 p. m.
Los ciudadanos más inteligentes de Colombia son los de Tunja, que eligieron un Alcalde limpio y totalmente ajeno a clanes y caciques corruptos, veremos el cambio positivo en esta ciudad en los próximos 4 años. Felicitaciones a los tunjanos.
abolectrico(03577)03 de noviembre de 2023 - 01:45 p. m.
No me gusta que victimice a las mujeres, son ellas con su inteligencia, capacidad y liderazgo las que deben acercarse a los partidos, son ellas las que deben hacer el trabajo, la comunidad las acoge fácilmente y llegan hasta donde quieren llegar, yo no vi que les pusieran palos en la rueda vi por supuesto muchas candidatas mediocres.
angela(622)02 de noviembre de 2023 - 11:24 p. m.
Apreciada Yolanda Ruiz.mientras exista el Duce ALVARO URIBE VELEZ no habra paz en Colombia.En el siglo XX los colombianos padecieron a otro conservador ultramontano que con su verbo y accion intrepida LAUREANO GOMEZ llevo el pais y en especial en su gobierno a incendiar todo el territorio colombiano.Cuando este patriota murio en olor de santidad,segun la oligarquia liberal conservadora,una relativa paz llego a los campos ,que en su gobierno se llenaron de tumbas y cadaveres insepultos.
Adriana(87955)02 de noviembre de 2023 - 09:23 p. m.
Ojalá en el Concejo de Cali no se imponga la ley del revolver de la gente de bien.
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