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Hora de cambiar hábitos frente al plástico

Yolanda Ruiz
11 de julio de 2024 - 05:05 a. m.
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Colombia entró en la etapa del desmonte de los plásticos de un solo uso y sorprende ver que todavía hay muchos mensajes negativos sobre esta decisión a pesar de la realidad de un planeta inundado de plásticos. Tal parece que, a pesar de toda la evidencia científica sobre la contaminación por plástico y sus efectos en el medio ambiente y en la salud de animales y humanos, no todos acabamos de entender que debemos cambiar hábitos que hacen daño al medio ambiente y también nos hacen daño a los humanos. Estamos literalmente comiendo plástico.

Hay investigaciones serias que evidencian la presencia de microplásticos en la comida que ingerimos. Un documento publicado por la WWF hace 5 años y que citaba una investigación de la Universidad de Newcastle (Australia) daba cuenta para entonces de un promedio de 5 gramos de plástico ingeridos por persona a la semana. No se trata entonces de ayudar solamente a los peces (y eso es ya muy importante): se trata de ayudarnos a nosotros mismos. Y vale recordar a quienes dicen que el impacto de lo que hace un país es mínimo frente al tamaño del problema, que todo será peor si no comenzamos a hacer algo. En cada paso hay que medir las consecuencias, mitigar el impacto y hacer mucha pedagogía para vender el beneficio de tener comportamientos menos nocivos. Es cuestión de salud y supervivencia.

Lo que ha entrado en vigencia en Colombia es la reglamentación de la ley 2232 del 8 de julio de 2022. Contrario a lo que muchos consideran, y que es uno de los motivos absurdos de las críticas, no es una ley del actual Congreso ni del actual Gobierno. A este último le correspondió reglamentar lo que ahí se ordena que es un proceso gradual de prohibición de los plásticos de un solo uso. Es hora de volver al canasto de las abuelas y pasarnos a las bolsas reutilizables de tela y de otros materiales que nos permitan tener un comportamiento más sostenible.

Otras de las críticas que se han escuchado en estos días por la entrada en vigencia de esta ley aprobada hace dos años vienen por el desconocimiento. Por ejemplo, hay quienes dicen que sin bolsas toca salir con la carne o el pollo en la mano o escurriendo en una bolsa de tela. Esos productos de origen animal están exentos de la prohibición que trae la norma, como lo están todos los plásticos usados con “propósitos médicos por razones de asepsia e higiene” y otros que se seguirán usando mientras se avanza en la búsqueda de opciones sostenibles.

También existe el temor por las consecuencias negativas en materia económica y social porque se pueden afectar empresas y perder empleos. Hay que decir que cada momento de cambio tiene un impacto, tiene un costo. Por eso el tiempo de transición es clave, para que el sector se pueda adaptar. Esta ley tiene ya dos años y se ha llegado al primer plazo en el cual salen ocho productos de plástico de un solo uso. Poco a poco se irán incorporando otros mientras la industria se reinventa y se buscan alternativas más sostenibles. Ya son muchos los emprendimientos para avanzar en la producción y uso de bolsas biodegradables y compostables. También se busca que se usen contenedores reutilizables en vez de desechables.

Al cambiar de hábitos hay que pensar en colectivo. No es fácil entender lo que pasa con cada plástico que ponemos en la caneca. Es como si sacar la basura de nuestra casa fuera el destino final. No es así y por eso nos corresponde medir las consecuencias de nuestros hábitos de consumo para entender que cada bolsa utilizada, y son decenas las que usa cada persona por semana, puede llegar a tener un impacto inmenso en la vida del planeta y en la vida de cada uno.

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Jorge(09052)12 de julio de 2024 - 12:15 p. m.
Yolanda, como todo lo que se decide en Colombia la ley deja sueltos muchos cabos que favorecen a empresarios y grades superficies, que pasó con las contaminantes botellitas plásticas de las aguas y gaseosas, las bandejas de icopor en que los supermercados y restaurantes empacan fruta y alimentos, el llamado papel chicle para envolver toda clase de productos, hasta neveras, lavadoras y alimentos agrícolas?; aquí la leyes las hacen con temerosa timidez para no tocar los intereses de los cacaos.
Mario(196)12 de julio de 2024 - 01:00 a. m.
En el pais hay varias tesis de grado donde se evalúan al menos 20 fibras naturales para la producción de empaques biodegradables. En USA y UE los platos de fibras de banano se usan en los restaurantes de muchos supermercados. Debieramos ver esto como una oportunidad para desarrollo industrial de nuevos productos y nuevos mercados.
Mario(196)12 de julio de 2024 - 12:57 a. m.
Antes de la inversion del plástico, los productos cárnicos los envolvían en hojas de papel. En los pueblos los envolvían en hojas de conga o plátano. Como aun lo hacen con quesos y mantequilla. En Inglaterra es famoso el pescado y las papas fritas servidos en hojas de periódico en lugar de usar platos. En restaurantes típicos usan hojas de plátano para morcilla y para las picadas.....
Mario(196)12 de julio de 2024 - 12:54 a. m.
Todos los vasos plásticos en los que se sirven bebidas calientes en la calle tienen una temperatura de derretido menor a la temperatura del liquido (cafe, aromática, te). Igual con pitillos y revolvedores, y envolturas plásticas para productos calientes. Mi sugerencia es preguntar si le pueden servir en pocillo y usar bolsa de papel, y revolvedor de madera o comprar en otra parte.
jorge(23865)11 de julio de 2024 - 09:38 p. m.
a eliminar el uso del nefasto icopor!!!
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