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¿Cómo identificar el matoneo?

Columnista invitado EE
07 de noviembre de 2012 - 11:00 p. m.

El bullying o matoneo es una forma de conducta agresiva usualmente intencional y repetida que causa malestar y daño a otro. Puede expresarse a través de intimidación, manipulación, bloqueo social, hostigamiento y agresiones físicas, o de maneras más sutiles que facilitan la exclusión social (más frecuente en mujeres).

Con frecuencia, el niño o joven que tiene conductas de matoneo carece de empatía y remordimiento, está deseoso de reconocimiento y aprobación, tiende a considerar que el agredido es merecedor de la agresión y se rodea de otros que interpretan su conducta como una manifestación de poder y fuerza y le atribuyen liderazgo y dominio sobre el grupo.

Por su parte, el niño agredido es visto como representante de una debilidad que debe ser rechazada para no perder estatus frente al resto de compañeros.

Los niños matoneados no siempre expresan verbalmente la situación que están viviendo, pero exhiben signos y conductas que pueden ser observados por padres y profesores: lloran sin causa aparente, no quieren ir al colegio, aparecen con lesiones no justificadas, se aíslan, se les disminuye el apetito y tienen pesadillas. Este descubrimiento implica una posición clara de apoyo por parte de los padres, que deben informar la situación y fortalecer al menor.

Cuando el matoneo ocurre es importante preguntarse las razones : ¿por qué en esta institución educativa?, ¿por qué en esta familia?, ¿por qué en este grupo? El matoneo es un problema que debe ser entendido desde una perspectiva individual, familiar, escolar, comunitaria y de las dinámicas de los grupos de amigos, a su vez influenciada por factores sociales.

Toda institución educativa debe brindar seguridad a sus estudiantes. El rechazo al matoneo debe ser explícito. Baños, áreas de juego, buses y puertas de ingreso y egreso de la institución educativa deben ser supervisados por docentes.

Las víctimas y victimarios de bullying deberían acudir a especialistas que evalúen su estado emocional-mental y el ambiente en el que se desarrollan.

Es necesario que en la escuela se les hable de estos abusos desde muy niños y que en las instituciones existan instancias dedicadas a frenar los abusos.

 

* Delia Hernández,  Psiquiatra miembro de la Asociación Colombiana de Psiquiatría.

 

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