Contra okupas, desokupas

Mauricio Botero Caicedo
26 de agosto de 2018 - 05:30 a. m.

Okupa es un movimiento social europeo que toma terrenos desocupados y viviendas vacías temporal o permanentemente, con el fin de utilizarlos como vivienda, tierras de cultivo, lugar de reunión o centros con fines sociales, políticos y culturales. Los okupas empezaron a aparecer a finales de los años 60 en Inglaterra, Alemania y Holanda como una expresión más de la filosofía hippie. La evidencia demuestra que en España el problema de la ocupación ilegal es cada vez más grave y de mayor intensidad. Los dos principales partidos de izquierda españoles, Podemos y PSOE, abiertamente apoyan a los okupas. Podemos, en concreto, ha estado promoviendo nuevas leyes cuyos objetivos consisten en prohibir, con carácter general, los desahucios por impago de alquiler, hipoteca e incluso en caso de ocupación hasta que el legítimo propietario del inmueble o, en su caso, las administraciones públicas, proporcionen una “alternativa habitacional” de similares características a morosos y okupas. Esta fórmula es calcada a la que puso en marcha años atrás Hugo Chávez en Venezuela, desatando un robo masivo de viviendas a los propietarios y el consiguiente colapso del mercado hipotecario y de alquiler.

Ante la débil legislación y la embestida de la izquierda a favor de los okupas, ha aparecido en España la peor pesadilla de estos ilegales, que es la empresa Desokupa. Daniel Esteve, director general de dicha empresa, es un exboxeador profesional que tiene en nómina un comando de boxeadores, luchadores, jugadores de rugby, abogados y mujeres negociadoras. Esteve afirma que tiene oficinas por toda España: “En este país hay mucha demanda por extranjeros. Llegan aquí, ven su residencia usurpada, alucinan y vuelven a su país”, añadiendo: “llevo más de 1.000 operativos luchando contra la mafia de la okupación”. Un hotel de 252 habitaciones usurpado en Lloret de Mar ha sido una de sus últimas hazañas. Los trabajadores de Desokupa acuden al domicilio, negocian y expulsan a los okupas. “Yo no desalojo. Controlo el acceso a las viviendas. No entro y saco a los okupas. Cuando ellos salen, les prohíbo la entrada… Sin violencia. Rápido. Fácil. Sencillo… Desokupa se deshace de los okupas en menos de 24 horas”. Esteve afirma que no aceptan ningún encargo hasta que confirman que el cliente es el propietario de la vivienda usurpada. “Tenemos un 93 % de éxito”.

En Colombia ya hay varias mafias de okupas locales invadiendo sobre todo lotes y fincas. Ante la impotencia o pusilanimidad del Estado, ¿será que la única alternativa es buscar nuestros propios desokupas?

Apostilla. Para la izquierda, la decisión de la Corte Constitucional de trasladar a la JEP los delitos sexuales en el marco del Acuerdo de Paz es correcta. El autor de esta nota entendía que el traslado a la JEP tiene necesariamente que tener relación directa o indirecta con el conflicto armado. Por esta razón, no puede estar más de acuerdo con la reciente columna de Juan Lozano: “Violar una niña, violar un niño es un acto criminal, atroz, infame, que nada tiene que ver con la lucha revolucionaria. Es una crueldad infinita que no puede ser justificada por ninguna negociación política. Imponer penas alternativas a los violadores de niñas y de niños, como si esos actos animales fueran un delito político, es una vergüenza”.

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