HACE UNOS DÍAS PARTICIPÉ EN LA reunión de fundadores de la Red de Reservas Naturales de la Sociedad Civil (Resnatur).
Esta red nació en 1991 por iniciativa ciudadana, independiente y de cierta forma contraria al Estado, pues sólo en 1993, con la Ley 99, se reconoció la conservación como una posibilidad y una forma de uso del suelo en tierras privadas o comunales. Hasta 1993, la interpretación y aplicación de la ley favoreció la destrucción de los ecosistemas naturales y de sus servicios ambientales; la conservación era monopolio del Estado y se exigía al propietario el desmonte, la tala del bosque, como una prueba de que le estaba dando uso productivo a la finca.
Legalmente, el campesino que no desmontaba, mostraba abandono de la propiedad y no era merecedor del título de propietario o podía ser expropiado; así destruimos muchos bosques a nombre del desarrollo. Hoy se piensa distinto y un bosque en pie puede valer más que un potrero. Mediante la gestión de conservación en paisajes productivos, es posible conservar muestras importantes de ecosistemas, aguas y suelos; proteger especies en peligro de extinción, desarrollar actividades productivas como el ecoturismo, aprovechar sosteniblemente la biodiversidad local y fijar y retener carbono. Con cierta rebeldía, Gabriel Quiroga, pintor y fundador de la red, decía en 1990: “Si el Estado no nos deja conservar, reservemos las estrellas”; hoy todos sabemos de la urgencia de recuperar y conservar nuestro planeta, que está en rápido deterioro, lo que afecta negativamente nuestra calidad de vida.
Resnatur es un espacio social de la sociedad civil que reúne naturalistas de diversos orígenes y tendencias, que realizan gestión de conservación en sus predios, producen haciendo uso sostenible de los recursos naturales, intercambian experiencias y conocimiento, y generan tejido social aportando a la construcción de la paz.
El recuerdo y homenaje a Mario Calderón y Elsa Alvarado, miembros fundadores de la Red y de la reserva Suma Paz, asesinados en 1997 por fuerzas oscuras que ingresaron a su apartamento y los mataron enfrente de su pequeño hijo, fue permanente durante el encuentro.
Hoy, Resnatur debe ser polifuncional y atender no sólo la red social de intercambio de conocimiento y experiencias, sino interactuar con el Sistema Nacional de Áreas Protegidas, apoyar el desarrollo de una legislación que incentive la gestión ambiental sostenible y buscar recursos financieros para apoyar la expansión de las reservas naturales. La conservación es incluyente y su gestión en las áreas privadas no se concibe como la creación de áreas protegidas aisladas de la intervención humana, se trata de áreas humanizadas con gestión y uso sostenible. Los retos son grandes y los recursos pocos, por ello es importante que el Estado gestione recursos para apoyar la conservación por iniciativa y realización de la sociedad civil. El contexto nacional e internacional hoy genera espacios donde la alianza Estado-sociedad civil puede generar importantes recursos para la conservación.
HACE UNOS DÍAS PARTICIPÉ EN LA reunión de fundadores de la Red de Reservas Naturales de la Sociedad Civil (Resnatur).
Esta red nació en 1991 por iniciativa ciudadana, independiente y de cierta forma contraria al Estado, pues sólo en 1993, con la Ley 99, se reconoció la conservación como una posibilidad y una forma de uso del suelo en tierras privadas o comunales. Hasta 1993, la interpretación y aplicación de la ley favoreció la destrucción de los ecosistemas naturales y de sus servicios ambientales; la conservación era monopolio del Estado y se exigía al propietario el desmonte, la tala del bosque, como una prueba de que le estaba dando uso productivo a la finca.
Legalmente, el campesino que no desmontaba, mostraba abandono de la propiedad y no era merecedor del título de propietario o podía ser expropiado; así destruimos muchos bosques a nombre del desarrollo. Hoy se piensa distinto y un bosque en pie puede valer más que un potrero. Mediante la gestión de conservación en paisajes productivos, es posible conservar muestras importantes de ecosistemas, aguas y suelos; proteger especies en peligro de extinción, desarrollar actividades productivas como el ecoturismo, aprovechar sosteniblemente la biodiversidad local y fijar y retener carbono. Con cierta rebeldía, Gabriel Quiroga, pintor y fundador de la red, decía en 1990: “Si el Estado no nos deja conservar, reservemos las estrellas”; hoy todos sabemos de la urgencia de recuperar y conservar nuestro planeta, que está en rápido deterioro, lo que afecta negativamente nuestra calidad de vida.
Resnatur es un espacio social de la sociedad civil que reúne naturalistas de diversos orígenes y tendencias, que realizan gestión de conservación en sus predios, producen haciendo uso sostenible de los recursos naturales, intercambian experiencias y conocimiento, y generan tejido social aportando a la construcción de la paz.
El recuerdo y homenaje a Mario Calderón y Elsa Alvarado, miembros fundadores de la Red y de la reserva Suma Paz, asesinados en 1997 por fuerzas oscuras que ingresaron a su apartamento y los mataron enfrente de su pequeño hijo, fue permanente durante el encuentro.
Hoy, Resnatur debe ser polifuncional y atender no sólo la red social de intercambio de conocimiento y experiencias, sino interactuar con el Sistema Nacional de Áreas Protegidas, apoyar el desarrollo de una legislación que incentive la gestión ambiental sostenible y buscar recursos financieros para apoyar la expansión de las reservas naturales. La conservación es incluyente y su gestión en las áreas privadas no se concibe como la creación de áreas protegidas aisladas de la intervención humana, se trata de áreas humanizadas con gestión y uso sostenible. Los retos son grandes y los recursos pocos, por ello es importante que el Estado gestione recursos para apoyar la conservación por iniciativa y realización de la sociedad civil. El contexto nacional e internacional hoy genera espacios donde la alianza Estado-sociedad civil puede generar importantes recursos para la conservación.