El COVID-19 ha cobrado millones de vidas en el mundo entero, lo que ha obligado a diferentes países y ciudades importantes a cerrar porque no se tiene claro ni se sabe de qué manera hacerle frente a una pandemia.
Por lo anterior, no entiendo las razones para criticar tan fuertemente a la alcaldesa Claudia López cuando toma alguna decisión en aras de proteger vidas, que a fin de cuentas es lo que debe primar por encima de cualquier otro asunto. El manual para manejar una pandemia todavía no lo han redactado ni aquí ni en ningún país del mundo. La situación que se vive en Bogotá por el COVID-19 se repite una y otra vez en todos los rincones de este planeta y cada mandatario, llámese alcalde, gobernador o presidente, vive la misma incertidumbre.
No me explico, además, de dónde salieron tantos políticos de izquierda y de derecha expertos en pandemias que dictan cátedra vía Twitter sobre las medidas que se toman, alegando “improvisación”. Por supuesto que debe existir algo de esto, porque al tratarse de una enfermedad nueva para el mundo entero cualquier medida que se tome puede dar resultado pero también fallar, pues no hay nada escrito.
Estoy de acuerdo cuando dicen que cualquier medida que se tome debe cuidar de la economía y por eso entiendo la decisión de abrir cuatro días y cerrar tres. Ahora, que quedan pérdidas económicas, por supuesto que las habrá y ha sucedido también en todos los lugares del mundo, porque así son las pandemias.
No sé si los políticos expertos en pandemia olvidaron que en las medidas que se toman para hacerle frente al COVID-19 participan la alcaldesa, el ministro de Salud y el del Interior además del presidente de la República. Eso quiere decir que si Claudia López improvisa, también estaría improvisando el Gobierno nacional, porque esta es una decisión conjunta. Pequeño detalle para pasarlo por alto, cierto.
Tampoco sé si tienen en cuenta que la ciudadanía de Bogotá es rebelde por naturaleza y poco escucha las recomendaciones que se hacen, es ahí donde es necesario entrar con decisión a frenar. Los invito a que se den un paseo por la carrera séptima entre calles 11 y 26, donde reinan el caos y las aglomeraciones, y aquí sí les doy la razón a quienes critican la falta de autoridad de la Alcaldía para casos como estos.
Estoy de acuerdo con que se debe considerar a quienes se dedican al comercio informal, pero no al punto de permitirles que promuevan desorden y aglomeraciones en calles y andenes, porque lo único que logran es convertir estos espacios en focos de contagio. Aquí se requiere garrote y zanahoria.
Por último, solo me resta pedirles a los políticos de izquierda y derecha que en Bogotá dictan cátedra de cómo manejar una pandemia que nos muestren los diplomas de posgrado o máster que hicieron en este asunto y la acreditación de los años de experiencia. Digo, para así estar seguros de que tienen autoridad en el tema y que sus comentarios no corresponden a un oportunismo para ganar likes en redes sociales y aplausos entre sus electores.
Posdata. Si no nos unió la lucha en Colombia contra el COVID-19, ya no nos une nada.
@sevillanojarami