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¿Dónde está la salida?

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Aura Lucía Mera
01 de junio de 2021 - 03:00 a. m.
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“El problema del hombre no está en la bomba atómica, sino en su corazón”: Albert Einstein.

Me pregunto una y otra vez: ¿dónde está la salida? No lo sé. Lo único que sé es que no hay justificación posible para la muerte de ningún ser humano. Policía, rebelde, manifestante “vándalo“, civil. Es un no rotundo. Aquí no hay buenos ni malos, no hay “gente de bien de camiseta blanca y alma negra“ ni “indígenas asesinos e incendiarios”. Sobran los calificativos para dar rienda suelta a todos los atropellos que se han cometido y se seguirán cometiendo. Lo más trágico es que todo este caos se habría podido evitar y no se hizo nada para lograrlo.

Este Gobierno inepto, corrupto, incompetente, creyó que podía seguir incólume, sordo y desconectado de la realidad, obedeciendo órdenes “superiores”, nombrando ministros incapaces y turbios, en contubernio con el Poder Legislativo y el Judicial, y que nada pasaría.

Este Gobierno, que ahora trata a la fuerza de detener el incendio que él provocó, es el único responsable. Si la reforma tributaria se hubiera retirado a tiempo, si hubiera escuchado los clamores a tiempo, si hubiera despertado de su “Neverland”, como escribió Santiago Gamboa, no estaríamos viviendo esta guerra civil no declarada, pero real, en la que se han desbocado todos los instintos primarios que teníamos agazapados y dormidos en nuestro cerebro reptiliano, salvaje, primario, repleto de odio, envidia, resentimiento. Porque jamás nos hemos mirado a la cara, porque somos el fruto podrido parido del racismo, de la exclusión, de la esclavitud, del mestizaje, de la inequidad, de la corrupción política que lleva siglos, de la violencia que nos convirtió en adictos a la sangre... ¿Un muertico más que importa? Y si es policía o vándalo, pues menos.

Escucho versiones apasionadas, leo chats de todas las tendencias. Siempre la culpa la tiene “el otro”. Por ejemplo, que los vándalos que incendian en Cali las estaciones del MIO son pagados por el alcalde, Jorge Iván Ospina, para que el transporte pirata vuelva a funcionar; que a Petro hay que lapidarlo porque es el engendro del mal; que es la ultraderecha del eterno innombrable la que les paga a los vándalos para que bloqueen las calles y tiren piedras y la “gente de bien” crea que es el monstruo del castrochavismo; que los jóvenes de la resistencia y la primera línea son unos vagos que no merecen ser escuchados.

Mientras tanto... ¿dónde está la salida? ¿Cuando haya más muertos? ¿Cuando tengamos más represión? Ya bajan cadáveres por el río Cauca. Los partidos políticos brillan por su ausencia y su silencio fétido. Las clínicas rebosan de jóvenes ya infectados por el COVID-19 y la fila de espera de los féretros para poder incinerar es cada vez más larga.

Y, como escribe Alonso Sánchez Baute en su libro Las formas del odio: ”Con la consolidación de las redes sociales, el discurso del odio se ha desbocado”. “Las redes son lo más parecido a una gallera con mil millones de gallitos kikirekeando sus odios con tal de lograr vitrina”.

Posdata. Colombia, país privilegiado, convertido en campo de batalla... ¡Qué dolor!

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juan(9371)01 de junio de 2021 - 10:19 p. m.
(cont) es la misma de los jóvenes que aguantan hambre con deseos de superarse y sin educación ni trabajo, y el no futuro. No lo queríamos ver y llegó para sacarnos del meimportaunculo de siempre.
juan(9371)01 de junio de 2021 - 10:16 p. m.
Apreciada columnista : este dolor siempre ha estado en Locombia y no lo queríamos ver porque era en los campos y veredas, pero ahora nos llegó a los barrios donde vivíamos en zona de confort. Esa dura realidad de los campesinos humildes trabajando duro y sin apoyos( cont.)
Gilberto(4359)01 de junio de 2021 - 09:43 p. m.
“El autoritarismo y otros muchos ismos, no serían tan malos si el hombre no fuera tan malo. Y aunque éstos transforman el mundo, hasta ahora nadie ha sido capaz de transformar al hombre, por muchas reivindicaciones que se hagan al respecto.” (Helmut Heiber – Biografía de Hitler.
Daniel(rvd59)01 de junio de 2021 - 05:37 p. m.
Hay que empezar por respaldar a nuestros jóvenes en su búsqueda de mejor futuro. Hay que entender su desesperanza. Hay que escucharlos. Hay que sentir empatía por su causa. Es una juventud valiente, que tiene la capacidad de reclamar sus derechos y que hizo despertar a un país adormecido, mentecato, sumiso, arrodillado.
Harold(32718)01 de junio de 2021 - 05:32 p. m.
Así es, total responsabilidad del gobierno por la debacle que estamos viviendo los colombianos. Y el sr Duque, ahí, sonámbulo, con la resaca del poder a cuestas, ciego, sordo...
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