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Álvaro Uribe radicaliza el discurso y el presidente responde


24 de mayo de 2024 - 05:00 a. m.
Las declaraciones de Uribe fueron irresponsables y temerarias, pero el Gobierno Petro no puede aprovechar para hacer populismo con ellas.
Las declaraciones de Uribe fueron irresponsables y temerarias, pero el Gobierno Petro no puede aprovechar para hacer populismo con ellas.
Foto: Archivo

La subida de tono en la disputa pública entre el expresidente Álvaro Uribe y el presidente Gustavo Petro muestra el giro hacia el populismo que ambos caudillos han tomado en los últimos meses. La irresponsabilidad discursiva del líder del Centro Democrático fue recibida con la ya habitual falta de mesura del actual mandatario. En el medio, la crisis de seguridad del país y una polarización cada vez más marcada.

El expresidente Uribe, que había mostrado un tono conciliador y poco crítico en el tiempo que lleva la administración Petro, decidió lanzar fuertes acusaciones. En una visita universitaria, dijo: “Lo peor de las Fuerzas Armadas es quedarse quietas por la orden de un Gobierno, mientras ese Gobierno ha estimulado al ELN y al movimiento popular del ELN a que presionen con armas una constituyente”. También insistió en que es momento de ver la cercanía del actual Gobierno con los mecanismos de actuar del castrochavismo. Sin pruebas, citando fuentes anónimas que le cuentan que a las Fuerzas Armadas no las dejan actuar, el líder del Centro Democrático está sembrando la idea de que hay una conspiración entre los grupos criminales y el Gobierno para desestabilizar. En el marco de los policías asesinados en Cauca, se trata de una acusación temeraria, irresponsable y que radicaliza a la oposición.

Ahora, el presidente Petro y el Pacto Histórico aprovecharon la declaración para insistir en la idea de que hay un golpe (ya no tan blando) en curso contra el mandatario. El embajador de Colombia en Londres, Roy Barreras, afirmó que el expresidente Uribe dio declaraciones que “cruzan el límite del golpismo. Los ciudadanos tienen derecho a exigir seguridad, pero un expresidente no puede olvidar que las Fuerzas Militares no son deliberantes y menos contradictorias”. Mientras tanto, el presidente Petro compartió los artículos 467 y 468 del Código Penal, donde se establece que el delito de rebelión o de sedición lleva a prisión de cuatro meses a dos años. Una amenaza poco disimulada con cárcel a uno de los líderes más visibles de la oposición.

El problema, entonces, es que ante una declaración radical el presidente aprovecha para responder con su propio estilo de populismo. Es previsible: tanto el exmandatario como el actual ven la oportunidad de construir en el otro a un enemigo fácil de reconocer, de estigmatizar y de atacar. Había sido extraña la pasividad con la que se trataron en el primer año y medio del Gobierno Petro, pero ahora, cuando ambos están asediados por la baja popularidad, tiene réditos políticos intercambiar ataques. Al Centro Democrático le sirve posicionarse como la alternativa a la actual administración, mientras que el petrismo revive a su viejo contrincante y caballito de batalla. Ganan políticamente, pero pierde el país.

No sobra, en todo caso, insistir en la mesura, en especial con la oposición política. Con las Fuerzas Armadas no se juega y menos en un país que está en medio de tragedias. Las acusaciones de ese estilo lo único que logran es sembrar terror entre las personas. Esa estrategia puede dar ventajas electorales, pero a costa del bienestar nacional. Las críticas son bienvenidas y, por supuesto, no deben ser recibidas con amenazas de cárcel, pero hay una responsabilidad que no se debe abandonar, por más rechazo que les produzca el actual mandatario.

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Luis(09782)26 de mayo de 2024 - 04:39 p. m.
Totalmente de acuerdo, la mesura y la responsabilidad debe de primar; pero con estos dos personajes, la situación no es fácil; pues ambos tienen un rabo de paja que cualquier chispa conduce al incendio del País y ellos, en sus trincheras se resguardaran y protegerán y, el resto de Colombianos, llevados del berraco. Lo que esto nos demuestra, es la carencia de políticos con gran sentido de responsabilidad y no ególatras.
Carlosé Mejía(19865)25 de mayo de 2024 - 01:21 p. m.
Hace muy mal el presidente Petro cuando revive a alias Narco82 como su principal enemigo, pero quizá el editorialista tiene razón cuando afirma que estos dos personajes se necesitan en tiempos de baja popularidad y que a ninguno en verdad le importa la suerte del país.
ALBERTO(30619)25 de mayo de 2024 - 12:50 p. m.
"Admirable" la mesura del expresidente llamando a insubordinación de las fuerzas militares y este editorial no le parece condenable.
Ricardo(gaiux)25 de mayo de 2024 - 06:32 a. m.
El editorial me recuerda el adagio:"palo si boga, palo si no boga"! De todas formas peca de imparcialidad con el Gobierno.
horacio(17092)25 de mayo de 2024 - 03:50 a. m.
Editorial sesgado, parte de la narrativa que quieren imponer. Es a ustedes a quienes les falta mesura. Ahora el uribismo está incitando a las fuerzas a militares a seguir la agenda golpista. No faltan militares y exmilitares corruptos y mafiosos como Zapateiro, violadores de los derechos humanos y genocidas, que pretenden vender el cuento del honor militar cuando nunca lo han tenido.
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