Con crisis o sin crisis: ¡Hay Festival!

Aquí, por feliz coincidencia gráfica, y por todavía más feliz confusión fonética, el heno del “hay” se ha convertido en el llamativo impersonal del verbo haber en presente: hay. Y ya todo el mundo dice que en Cartagena sí Hay Festival.

Si Hay-on-Wye es el padre, el Hay de Cartagena tiene también un hermano en España, donde se han realizado festivales en Segovia y habrá otro en la Alhambra. El creador de estos encuentros artísticos es Peter Florence (quien lo inició con sus padres Norman y Rhoda en 1988), un entusiasta, eficiente y muy audaz creador de festivales literarios, pues ha asesorado también las Ferias de Mantua (Italia) y Paraty (Brasil). Su esquema de trabajo combina la presencia de importantes escritores locales e internacionales, con estrellas de música sinfónica o popular, sin olvidar los grandes nombres de la política. En el último Festival de Gales, por ejemplo, una de las figuras fue el ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter, quien criticó la política belicista de Bush. Y para financiarse encuentra la precisa combinación de apoyo oficial y patrocinadores privados.

Otro primo hermano del Hay-on-Wye Festival fue el evento conocido como Bogotá-39, patrocinado por la Alcaldía de la capital y que reunió a los 39 escritores jóvenes de Hispanoamérica con mayor proyección. Uno de ellos, el estadounidense de origen dominicano Junot Díaz, Premio Pulitzer de novela, estará en Cartagena. Junto con él habrá figuras  como los británicos Martin Amis y Salman Rushdie, los mexicanos Carlos Monsiváis y Juan Villoro, el  cantante español Miguel Bosé, el periodista argentino Martín Caparrós, al lado de escritores colombianos como William Ospina, Laura Restrepo, Fernando Vallejo, entre otros.

 Cartagena, con el Hay Festival, se consolida en el itinerario mundial de las actividades artísticas y culturales. Al lado de su Cartagena Festival Internacional de Música, se combinan, con sus brisas de enero, la sensualidad y la frivolidad de otros eventos con estos encuentros de alta cultura. No faltarán los críticos que digan que se trata de festivales elitistas y que no conviene que los escritores se vuelvan divas, pero en el mundo actual, aquello que no se convierte en espectáculo mediático difícilmente existe. La crítica que podría hacérsele al Hay, más bien, es por qué no populariza también aquí, como lo hace en Gales, a figuras de la divulgación científica como Richard Dawkins o Steven Pinker, o a personajes del debate político actual.

Poco después del Hay Festival de Cartagena, el Caribe tendrá también el importante Carnaval de las Artes en Barranquilla. En este caso de la mano de La Cueva (pues el Peter Florence de Barranquilla se llama Heriberto Fiorillo), a la orilla del Magdalena se llevará a cabo también una importante manifestación cultural y literaria. Allí estarán, entre otros, el italiano Roberto Saviano, el biógrafo británico Gerald Martin y el nicaragüense Sergio Ramírez.

Se supone que en tiempos de crisis, cuando muchos tienen la reacción casi instintiva de apretarse el cinturón y no gastar en nada que se considere suntuario, las manifestaciones artísticas pasan a segundo plano. Por fortuna no es así, y el Hay Festival de Cartagena sigue vivo, mostrando un vigor renovado cada año y convirtiéndose en una riqueza cultural para Colombia y para toda Latinoamérica. Le deseamos larga vida a este magnífico festival de la inteligencia, la discusión abierta y la belleza verbal.