
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Hemos dicho varias veces que las vacunas salvan vidas. Usualmente lo hacíamos citando estudios en otros países. Ahora, por primera vez, tenemos datos colombianos que respaldan lo que ya era evidente en la reducción de casos graves: las vacunas que se han aplicado en nuestro país son muy efectivas para prevenir hospitalizaciones, evitar las muertes una vez hospitalizados y evitar las muertes sin que haya hospitalización mediante. Sí, las vacunas han salvado muchas vidas y lo seguirán haciendo si continuamos ejecutando el plan nacional de vacunación.
El Ministerio de Salud anunció los resultados de un estudio con muestra estadística de 3’346.826 personas. De ellas, la mitad no tenían ninguna dosis de la vacuna y la otra mitad ya tenían el esquema completo de vacunación, sea dos dosis o una (con Janssen). Se estudió la eficacia de Sinovac, Pfizer, AstraZeneca y Janssen. Moderna no entró porque todavía no había personas con esa vacuna. Todas eran mayores de 60 años. El resultado es contundente: la efectividad de las vacunas es de cerca del 80 % para prevenir la muerte por COVID-19.
Varios de los miedos que algunos colombianos han expresado reciben respuesta directa por parte del estudio. No, no hay diferencia notable entre las vacunas disponibles: aunque con algunas variaciones de grado, todas cumplen la promesa de reducir las opciones de morir por culpa del COVID-19. Desde Sinovac a Pfizer, la oferta que hay en el país es eficiente. Tampoco pueden seguir diciendo que se trata de vacunas “experimentales”, pues los hallazgos de los estudios indican que funcionan, son seguras y están ayudándonos a superar la pandemia. Contrario a lo que dicen algunos del movimiento antivacunas, no hay una crisis oculta de salud pública. Lo que estamos haciendo es solucionar el caos creado por el COVID-19.
Si quedan dudas, Leonardo Arregocés, director de Medicamentos y Tecnologías en Salud del Ministerio, lo deja claro: “Quienes recibieron el esquema completo tienen un riesgo muy pequeño de morir o de tener enfermedad grave frente a las personas no vacunadas”. Las cifras lo respaldan. Como recordó la nota que hicimos en El Espectador sobre el estudio, mientras en un grupo sin vacunar se pueden presentar 15 muertes por cada 1.000 habitantes, en uno vacunado tan solo podría haber tres muertes por cada 1.000 habitantes.
Todo esto ocurre mientras Colombia llega a un hito. El lunes se reportaron 26 fallecidos por COVID-19. No veíamos una cifra tan baja desde mayo del año pasado. Los casos de contagio también han disminuido notablemente: 1.435 casos nuevos ese día. Mientras tanto, ya casi 16 millones de personas tienen el esquema completo de vacunación y hay más de 21 millones de colombianos vacunados por lo menos con una primera dosis. La correlación es directa. A medida que las vacunas han estado disponibles, las personas han ido a cumplir con su deber y gracias a eso podemos soñar con un país donde el COVID-19 no sea una amenaza mortal.
Hay asuntos pendientes. El estudio mostró que, al aumentar la edad, disminuye la efectividad de las vacunas. Es probable que sea necesaria una tercera dosis con urgente prioridad para los mayores de 80 años, que son quienes corren mayor riesgo. No perdamos el impulso logrado con tantas dificultades.
¿Está en desacuerdo con este editorial? Envíe su antieditorial de 500 palabras a elespectadoropinion@gmail.com.
Nota del director. Necesitamos de lectores como usted para seguir haciendo un periodismo independiente y de calidad. Considere adquirir una suscripción digital y apostémosle al poder de la palabra.