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Colombia ya triunfó en la Copa América

30 de julio de 2022 - 05:00 a. m.
El éxito rotundo de la selección femenina de mayores es un reto a las directivas del fútbol colombiano para estar a la altura de nuestras atletas. / Fotografía de Raul Arboleda (AFP).
El éxito rotundo de la selección femenina de mayores es un reto a las directivas del fútbol colombiano para estar a la altura de nuestras atletas. / Fotografía de Raul Arboleda (AFP).
Foto: AFP - RAUL ARBOLEDA

Los resultados hablan por sí solos. La selección femenina de fútbol sub-17 se clasificó a la Copa del Mundo de India. La selección femenina de fútbol sub-20 se clasificó a la Copa del Mundo de Costa Rica. Y con un golazo agónico e inspirador, la selección femenina de fútbol de mayores se clasificó a la Copa del Mundo de Australia y Nueva Zelanda, a los Juegos Olímpicos de Francia 2024 y a la final de la Copa América, de la cual nuestro país ha sido digna sede. Mientras tanto, las futbolistas que dependían de una liga profesional de fútbol a nivel local están trabajando de peluqueras, de obreras, buscando irse del país y con la frustración en la mente. ¿Qué sentido tiene todo esto?

Leicy Santos, la 10 de la selección en esta Copa América y una de sus estrellas, denunció que la casa de sus padres en Lorica (Córdoba) quedó inundada por culpa del invierno y no cuentan con los recursos suficientes para las reparaciones. El Colombiano hizo un perfil de Daniela Tamayo, exjugadora del Atlético Nacional, quien le había apostado todo a la Liga profesional nacional y ahora está trabajando como estilista, mientras piensa irse a Estados Unidos “a trabajar en lo que salga: construcción, pintar, lijar, oficios varios, lo que sea”. Se ha hablado de vetos a varias jugadoras porque se han atrevido a hablar en público de la situación precaria de la Liga femenina. Se ha visto la frustración. Daniela Arias, actual defensora central de la selección femenina en la Copa América, dijo que el problema “es falta de organización, falta de apoyo, se supone que la Liga está dando resultados y el fútbol femenino habla por sí solo. Es un llamado de atención a la Dimayor y a los clubes. Que se vea el compromiso”. A la fecha no se ha visto.

Aun así, Colombia llegó lejos. Hoy se enfrenta a Brasil, potencia también en el fútbol femenino y favorita a ganar la Copa América. Pero la tarea ya se hizo. El triunfo contra Argentina, sorprendente y emocionante, muestra que podemos estar en el top regional. La garra y el talento de las jugadoras, su disciplina y su manera de jugar bonito les han ganado el apoyo de todo un país. Se ha dicho hasta el cansancio: cuando al fútbol femenino se le da espacio para mostrarse, los hinchas llegan junto con la inspiración. Una y otra vez Colombia ha dado razones para creer en nuestras deportistas.

Para todo el ruido que produce este debate, lo que no puede olvidarse es que estamos hablando de las vidas de niñas, adolescentes y mujeres. El deporte como proyecto de vida garantiza una manera de romper la desigualdad, de salir adelante en situaciones adversas, de poder explotar sus talentos sin miedo a la pobreza y a no tener cómo subsistir. Invertir en nuestras atletas es invertir en justicia social.

Hoy las futbolistas colombianas saldrán a la cancha ya habiendo triunfado. Colombia se siente orgullosa de ellas y el país también le demostró al mundo que puede organizar competiciones de alto nivel. Sin importar el resultado, ganaron todas las niñas, adolescentes y mujeres que sueñan con jugar fútbol profesionalmente. Es hora de que las directivas del fútbol hagan su parte.

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