¿Cómo consolidar la capital mundial de la bicicleta?

El Espectador
06 de abril de 2019 - 05:00 a. m.
Los problemas que se vienen denunciando son varios, pero, en esencia, todos apuntan a lo mismo: vulnerabilidad de los biciusuarios. / Foto: Archivo El Espectador
Los problemas que se vienen denunciando son varios, pero, en esencia, todos apuntan a lo mismo: vulnerabilidad de los biciusuarios. / Foto: Archivo El Espectador

Una de las apuestas más interesantes que se ha hecho en Bogotá en las últimas décadas es transformar el espacio público para promover el uso de la bicicleta. No se trata únicamente de reconocer el ciclismo como uno de los deportes nacionales con más acogida, sino de entender que el futuro de la movilidad de la capital (y del país entero) depende de los medios alternativos, buenos para la salud y amables con el medio ambiente. Por eso, es muy preocupante que las agrupaciones de biciusuarios lleven un buen tiempo denunciando que las condiciones de la ciudad no se prestan para el uso de la bicicleta. Las autoridades han anunciado medidas, que celebramos, pero el tema debería ser central en la discusión electoral de este año. ¿Cómo seguimos consolidando la bicicleta como una alternativa viable y atractiva?

Las cifras son angustiantes. Paradójicamente, el aumento en el uso de la bicicleta, producto de las políticas públicas que han buscado fomentarla, ha creado más obstáculos para su uso libre y seguro. Al día se reportan 19 hurtos de bicicletas en Bogotá. En el último año, se cuentan 33 ciclistas muertos por hurtos o accidentes viales. Solo en las últimas semanas la capital se vio aturdida por el asesinato de tres biciusuarios a quienes les estaban robando sus bicicletas. Eso llevó a que Gilmar Arroyave, representante de la Liga de Ciclistas Urbanos de Bogotá, dijera recientemente que “nos sentimos desamparados e indignados, porque tuvieron que ocurrir tres muertes para que el Distrito se sentara con nosotros”.

Los problemas que se vienen denunciando son varios, pero, en esencia, todos apuntan a lo mismo: vulnerabilidad. Lucía Suárez, del colectivo Curvas por Bogotá, contó cómo las mujeres son víctimas habituales de acoso cuando montan bicicleta y no hay mecanismos adecuados para tramitar las denuncias y los casos ante las autoridades. Por su parte, Michael Sánchez, de la Mesa de la Bicicleta, explica que los universitarios de la jornada nocturna no cuentan con corredores para salir del centro hacia el sur, pues todas las vías son inseguras. Están, entonces, a merced de la delincuencia y de la hostilidad de los automóviles y las motos.

El negocio ilegal de venta de bicicletas hurtadas va al alza. Según el presidente de Asopartes, Tulio Zuluaga, este mercado ilegal sobrepasó el año pasado los $130 millones. Como le explicó a El Espectador Andrés Nieto, experto en seguridad, si no se consideran las bicicletas como un mecanismo alterno de movilidad, no se puede crear “un sistema de información o referenciación que permita saber a quién pertenecen las bicicletas, con un código particular. De esa forma se podría hacer un seguimiento y, en caso de ser hurtadas, asegurarse de que no sean revendidas”.

Esta semana, el Distrito y la Policía se reunieron con 15 líderes de distintas organizaciones de ciclistas. Allí, el secretario de Seguridad, Jairo García, dijo: “Vamos a sistematizar la información (sobre los puntos críticos de seguridad) para reprogramar la presencia de policías y los trayectos de vigilancia”. Ya hace una semana se anunció que se reforzará la vigilancia en las ciclorrutas más concurridas de la ciudad y en treinta puntos calientes reportados. Esto se hará con 170 policías en dos turnos de vigilancia, de 5:00 a.m. a 10:00 p.m.

Se trata de medidas necesarias, pero la ambición no debe terminar ahí. Si Bogotá quiere consolidarse como la capital mundial de la bicicleta, hay que seguir construyendo un ecosistema para que los biciusuarios se sientan seguros, cómodos y todos los ciudadanos se sientan motivados a utilizar ese sistema de transporte. Tienen la palabra los candidatos a la Alcaldía.

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Por El Espectador

 

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