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Con apertura a cambios avanza una reforma


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07 de junio de 2024 - 05:00 a. m.
Cuando ya lucía destinada a hundirse, la ley estatutaria de educación quedó a punto de ser aprobada, lo que puede dar luces al Gobierno sobre cómo trabajar sus reformas con el Congreso.
Cuando ya lucía destinada a hundirse, la ley estatutaria de educación quedó a punto de ser aprobada, lo que puede dar luces al Gobierno sobre cómo trabajar sus reformas con el Congreso.
Foto: Ministerio de Educación
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El Gobierno de Gustavo Petro llega con los tiempos apretados, pero con el viento a su favor para aprobar una de sus principales reformas: la ley estatutaria sobre educación. La ministra del ramo, Aurora Vergara, ha realizado un trabajo titánico de conversación con todos los actores involucrados y, en la Comisión Primera del Senado de la República, demostró una apertura para conciliar posiciones con la oposición, cuando ya la iniciativa lucía condenada a hundirse. Eso permitió que el articulado aprobado en el tercer debate haya modificado algunas de las medidas que más resistencia producían, lo que genera un buen pronóstico para su aprobación final. Queda, sin embargo, la duda sobre la asignación presupuestal para entender la educación como derecho fundamental y está por verse si el Pacto Histórico estará dispuesto a aceptar las modificaciones introducidas.

Lo que ocurrió en la Comisión Primera muestra un Congreso dispuesto a deliberar. La oposición al Gobierno no presentó ninguna ponencia de archivo, sino que tanto Cambio Radical como el Centro Democrático hicieron sus propias propuestas de aprobación con modificaciones. Eso llevó a que el Gobierno tuviera que sentarse a conversar para encontrar puntos en común que salvaran la ley estatutaria de caerse. El resultado final fue 19 votos a favor del proyecto concertado y ninguno en contra. Por ahí se encuentran pistas para la Casa de Nariño sobre cómo sí es posible aprobar reformas cuando se abre la puerta a ajustes razonables.

Está por verse, no obstante, si la ley logra ser aprobada antes del final de la legislatura. Hubo voces en el Pacto Histórico que se lamentaron porque, según ellos, las concesiones modificaron el objetivo progresista de la ley. Dado que solo queda un debate y al Gobierno Nacional se le acaban los días, esa reticencia podría generar obstáculos que hundan todo el articulado. En plenaria del Senado y en la eventual conciliación posterior, la pregunta que enfrenta el oficialismo es aceptar con pragmatismo una ley con modificaciones o correr el riesgo de que se hunda otra reforma más. Sería útil que los congresistas entiendan que enterrar los esfuerzos realizados por el Ministerio de Educación sería un error.

Especialmente, porque lo que se modificó en el tercer debate corrige varias preocupaciones serias que había sobre la ley. En primer lugar, se reconoce la educación terciaria, lo que abre la puerta a que el modelo educativo nacional se adapte a las necesidades del mercado laboral más allá de la universidad como única opción de preparación. En segundo lugar, se fortalece la autonomía universitaria y se abandona la idea de que la democracia exige que todos los rectores sean elegidos por voto popular de los estudiantes y profesores, algo que causó preocupación en los expertos en educación. En tercer lugar, se recupera la idea de un sistema educativo mixto, con aportes públicos y privados.

El Gobierno está a punto de anotarse un triunfo que puede demostrar cómo trabajar con el Congreso. La ley es positiva en cuanto consagra la educación como derecho fundamental, fomenta la expansión de la educación temprana y ayuda a modernizar el sistema. Debe aprovechar que la oposición estuvo abierta al diálogo para terminar la legislatura con una buena noticia para Colombia.

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Alvaro(pqpcj)08 de junio de 2024 - 07:33 p. m.
El problema de la educación en Colombia no se soluciona con la reforma a la Ley existente. Lo primero es darle prioridad en el presupuesto nacional, para que se cuenten con los recursos económicos para dotar a todas las IE. Implementar un sistema de selección y evaluación docente, de tal manera que se asegure un recurso humano calificado. Que el estado contrate con privados la prestación de servicios en todos los niveles, estos han demostrado ser más eficientes y de calidad.
José(9532)07 de junio de 2024 - 09:54 p. m.
Quien escribe ni siquiera se molesta en mirar la enorme contradicción entre autonomía universitaria y la negación a quienes viven en ella de decidir quien es su rector. Una pena este pobre análisis. ¿Qué otras maravillas le habrá inyectado el Centro Demoníaco a la ley estatutaria?
Francisco(37697)07 de junio de 2024 - 09:19 p. m.
La evaluación docente si se asume con una estructura seria y responsable no le veo problema, ese tema sería importante en una editorial, sin embargo, no es secreto que CD tiene un irritación con gran parte del profesorado. Eso hace peligroso ese intención. Invito a la editorial tratar el tema de la evaluación docente para ver qué fija en su análisis
orlando(94712)07 de junio de 2024 - 09:09 p. m.
Si el voto de las mayorías de las instancias universitarias se desecha para qué autonomía y elecciones. Si no se respeta el clamor de las mayorías de qué democracia se habla. Esa norma clientelista y politiquera debe proscribirse de la UN. Más democracia y sí a la constituyente universitaria...
adal(35607)07 de junio de 2024 - 08:41 p. m.
"Se abandona la idea de que la democracia exige que todos los rectores sean elegidos por voto popular de los estudiantes y profesores, algo que causó preocupación en los expertos en educación. " Espertos no politiqueros si. Con esto se fortalece la politiqueria en la universidades. He visto politicos ofreciendo puestos de la administracion universitaria. El candidato a rector hace acuerdos para ganar el voto politiquero. Sigue el fortin curocratico. Cambio radical y uribistas.
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