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Con inamovibles no se recupera la educación

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06 de abril de 2021 - 03:00 a. m.
Mantener una posición de no volver a las clases presenciales, con exigencias que no se cumplirán en un plazo reducido, cierra la puerta de cualquier salida posible. / Foto: El Espectador
Mantener una posición de no volver a las clases presenciales, con exigencias que no se cumplirán en un plazo reducido, cierra la puerta de cualquier salida posible. / Foto: El Espectador
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Las exigencias presentadas por la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) para retornar a clases presenciales, aunque entendibles y justas, están cerrando cualquier posibilidad de diálogo y parten de un punto inamovible preocupante. Si los maestros de colegios públicos insisten en no regresar a la educación presencial, así sea de forma gradual y considerando caso por caso, sino que se plantan en su negativa exigiendo reformas y aumentos en la vacunación, están condenando a los niños, niñas y adolescentes de Colombia no solo al atraso, sino a serias afectaciones en su salud mental. En tiempo de crisis, seguir con los colegios cerrados y con el espejismo de la educación virtual en un país tan desigual es una fórmula para la catástrofe.

Entendemos la posición de los profesores. Desde estas páginas los hemos acompañado en muchos de sus reclamos. También comprendemos que, en la práctica, hay instituciones educativas donde el distanciamiento social es imposible y las medidas de bioseguridad son una burla. Además, es verdad que la ejecución del presupuesto adicional otorgado a varias entidades territoriales ha sido lento y obstaculizado. Todo eso crea riesgos innecesarios que, repetimos, deberían evaluarse caso a caso al momento de reabrir los colegios. Pero mantener una posición inamovible de no volver a las clases presenciales, con exigencias que no se cumplirán en un plazo reducido, cierra la puerta de cualquier salida posible.

En una publicación innecesariamente agresiva, Fecode escribió que “los colegios públicos llevan años cayéndose, la infraestructura educativa tiene lustros de abandono... nunca hubo un comentario, pero hoy declaran ‘la educación presencial es vital’. El único interés detrás de esta campaña es el negocio alrededor de la educación, no la educación”. Eso no es cierto y cae en la estigmatización que la misma Fecode ha denunciado en el pasado. Quienes vienen exigiendo regresar a la educación presencial son un grupo de padres, madres y estudiosos del tema que ven los efectos dañinos que ha causado el confinamiento. La ciencia y los datos los respaldan. El debate es mucho más complejo que un “ellos, enemigos de la educación pública”, contra “nosotros, los profesores que luchamos por los derechos de todos los estudiantes”.

Esto es lo que sabemos: Colombia no estaba ni está lista para la educación virtual. La desigualdad pasó de ser una brecha a un abismo que amenaza con tragarse a una generación entera. Las clases recibidas, si es que se reciben, pierden su calidad por la falta de herramientas y de acceso. Adicionalmente, el encierro hace que los niños, niñas y adolescentes sufran serias afectaciones en su salud mental. El resultado es un atraso académico y de desarrollo que puede causar efectos a mediano y largo plazo. Eso sin contar los efectos económicos de las madres y padres que deben quedarse en casa con sus hijos por culpa de la ausencia de colegios abiertos. Con la tercera ola del COVID-19 respirándonos en la nuca, la salida de la pandemia está lejos. Por eso es momento de tomar decisiones complejas.

También sabemos aspectos esperanzadores: los niños, niñas y adolescentes no son focos particulares de contagios. La educación presencial, si se administra bien, puede hacerse reduciendo los riesgos. Con lentitud, claro, pero avanzando, empezamos a romper la inercia y el estancamiento que ha producido un año de confinamiento.

Fecode pide que se acelere la vacunación. Compartimos la preocupación, pero el sistema no parece tener la capacidad de hacerlo pronto. Mientras tanto, como escribió Yolanda Reyes, “por cada alumno de colegio privado que no va al colegio hay seis de colegio oficial”. Esa es la preocupación de quienes pedimos que regrese la educación presencial. La respuesta no puede ser la oposición inamovible por parte de Fecode.

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Juan(93477)07 de abril de 2021 - 05:38 p. m.
Bueno, el Editorial establece lo difícil que es cumplir con la vacunación para los maestros, me preguntó ¿Debemos ser los maestros mártires de la pandemia? Creo que lo mínimo es vacunarnos, luego establecer medidas higiénicas por instituciones, lo contrario es un suicidio colectivo. Los maestros no somos responsables de la salud pública, pero tampoco nos vamos a inmolar...
María(60274)07 de abril de 2021 - 05:45 a. m.
Siento llenar esto de información pero es muy importante mostrar la realidad, no solo teorías de que la situación es cualquier cosa menos grave, más importante que la educación, es !!!LA VIDA!!!
María(60274)07 de abril de 2021 - 05:42 a. m.
"Juan Felipe Morales, médico especialista en Medicina de Urgencias con énfasis en cuidado crítico, dijo a través de un video oficial compartido por el hospital hace pocas horas, que “la situación actualmente es caótica, hay un estado de crisis con una saturación muy importante. Estamos por encima de nuestras capacidades de atención con unas ocupaciones que oscilan entre el 100 y el 110 %.
  • María(60274)07 de abril de 2021 - 05:44 a. m.
    No es una situación exclusiva de este municipio, sino de todo el Valle de Aburrá y el departamento”. El médico terminó el video diciendo que él y sus compañeros están cansados y con la moral baja por la situación, la escasez de personal médico y de equipos para poder trabajar.
María(60274)07 de abril de 2021 - 05:42 a. m.
"Municipios como Envigado, Itagüí, Sabaneta y La Estrella también tienen a sus principales centros médicos con una alta ocupación. En el caso del Hospital Venancio Díaz Díaz, de Sabaneta, la alerta roja se decretó luego de que el 100 % de su unidad de cuidados intensivos se haya ocupado."
  • María(60274)07 de abril de 2021 - 06:12 a. m.
    "En el municipio de Envigado, el Hospital Manuel Uribe Ángel se declaró en emergencia hospitalario porque su ocupación de camas en unidades de cuidado crítico ya alcanzó el 100 %. La red hospitalaria de Itagüí también declaró la emergencia hospitalaria. La conforman los hospitales del Sur y el San Rafael, y la Clínica Antioquia. La ESE Hospital La Estrella se sumó a la alerta roja departamental"
María(60274)07 de abril de 2021 - 05:40 a. m.
"La lista de clínicas que han decretado en emergencia hospitalaria por la cantidad de personas que reciben, y lo llenas que están sus camas, se cierra con la Clínica Universitaria Bolivariana. El desbordamiento de su capacidad instalada se produjo por un caso similar al de la Clínica Cardio Vid, pues en este centro hospitalario universitario el 100 % de camas UCI y de hospitalización están
  • María(60274)07 de abril de 2021 - 05:41 a. m.
    llenas, a eso se suma el sobrepaso del 120 % en el servicio de urgencias."
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