Cuidado con El Salado

El Espectador
13 de enero de 2019 - 05:00 a. m.
No podemos permitir que la historia trágica se repita, ni en El Salado ni en el resto del país. / Foto: EFE
No podemos permitir que la historia trágica se repita, ni en El Salado ni en el resto del país. / Foto: EFE

Calles deshabitadas a partir de las ocho de la noche, pobladores atemorizados por el peligro que ven inminente, mensajes amenazadores con nombres propios, todo en el marco de un país que viene presenciando un goteo macabro de homicidios contra líderes sociales. Esa es la situación que vive El Salado, corregimiento de El Carmen de Bolívar. El Gobierno no puede permitir que la historia trágica se repita.

Entre el 16 y el 21 de febrero del 2000, grupos paramilitares entraron al corregimiento de El Salado, fueron casa por casa, sacando a los habitantes, y los concentraron en el parque principal. Después comenzó la masacre, que dejó alrededor de 60 personas asesinadas. Se trata de uno de los recuerdos más dolorosos en la historia colombiana.

Ahora, con este 2019 apenas arrancando, los pobladores de El Salado están sintiendo los ecos de esa masacre. Hablando con El Espectador, una lideresa de la comunidad, que pidió reservar su nombre, contó que en el corregimiento están llenos de miedo y zozobra.

Desde octubre del año pasado, los pobladores están denunciando hostigamientos y amenazas. El periodista Daniel Samper Ospina dio a conocer esta semana unos mensajes de texto, enviados a lideresas de la comunidad, donde las amenazan y les dicen que “se acabaron las excusas y el mal funcionamiento de la vida en El Salado”. Cuando fueron a verificar lo que estaba ocurriendo, periodistas de Caracol Radio fueron amenazados por personas en una moto y tuvieron que refugiarse en la estación de Policía. ¿Qué está ocurriendo en El Salado?

El viernes de esta semana que termina, el ministro de Defensa, Guillermo Botero, anunció en su cuenta de Twitter que se reforzó el pie de fuerza en la zona. “Como parte del plan de choque implementado para el corregimiento de El Salado, en la madrugada de hoy se reforzó la seguridad con otro pelotón de infantes de Marina, tres vehículos artillados”, escribió en su cuenta de Twitter. También contó que ordenó “al comandante de las Fuerzas Militares hacer presencia en El Salado para desarrollar un consejo de seguridad”.

Celebramos el actuar inmediato y contundente por parte de las Fuerzas Militares, pero sigue quedando la duda de cómo se ha permitido que El Salado vuelva a estar en riesgo. ¿Sigue el país sin aprender sus lecciones históricas?

En un año que ha visto el asesinato, hasta la fecha, de siete líderes sociales en varias regiones, nos parece evidente que el gran reto para el Gobierno es la ausencia histórica en varias zonas del país. ¿Cómo es posible que los hostigamientos continúen?

La respuesta, por supuesto, no se trata únicamente de aumentar el pie de fuerza. Es necesario llegar a los territorios con inversión social, que los pobladores sientan al Estado cerca de múltiples maneras y los actores ilegales se queden sin espacio.

No podemos permitir que la historia se repita, ni en El Salado ni en el resto del país. Ya conocemos muy bien lo que ocurre cuando la ausencia estatal se mezcla con pugnas de poder y un negocio del narcotráfico en auge. Colombia entera debe estar vigilante.

¿Está en desacuerdo con este editorial? Envíe su antieditorial de 500 palabras a yosoyespectador@gmail.com.

Por El Espectador

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