Publicidad

El Estéreo Picnic dejó señas de una ruta promisoria

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
01 de abril de 2025 - 05:00 a. m.
Ahora que el turismo se propone como un campo que puede crecer aún más, es momento de políticas públicas orientadas a impulsar eventos culturales de alto impacto.
Ahora que el turismo se propone como un campo que puede crecer aún más, es momento de políticas públicas orientadas a impulsar eventos culturales de alto impacto.
Foto: EFE - Carlos Ortega
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

El impresionante cierre del FEStival Estéreo Picnic en Bogotá, que congregó a más de 170.000 personas a pesar de lluvias caprichosas y crueles, es una muestra de cómo Colombia lleva ya un par de décadas resignificando cómo se presenta al mundo. Después de cargar encima el estigma de ser un país secuestrado por la violencia y el narcotráfico, las iniciativas públicas y privadas han colaborado para posicionarnos como un hub cultural de referencia regional y cada vez más global. Más allá de celebrar que la capital del país sea el hogar de un festival de música tan ambicioso, es tal vez el momento de reconocer cómo nuestra capacidad de convocar artistas, así como de exportar los nuestros, se ha posicionado como un rubro esencial en las finanzas nacionales y en la construcción de identidad. Ahora que el turismo se propone como un campo que puede crecer aún más, es momento de políticas públicas orientadas a impulsar eventos culturales de alto impacto.

El caso del Estéreo Picnic es notable. Nació hace 15 años en medio de dificultades. Conseguir artistas de alto nivel para que incluyan a Colombia en sus giras ha sido siempre un trabajo plagado de obstáculos, que van desde la tasa de cambio con el dólar, que suele jugar en contra de los ingresos devaluados en pesos, hasta los mismos estigmas que hay sobre nuestro país. Históricamente, la falta de espacios que cuenten con las especificaciones técnicas más modernas también ha sido un problema. Por eso, reconocer las inversiones públicas y privadas que se han hecho, así como el esfuerzo terco de los promotores culturales que a menudo trabajan con las uñas y a punta de pasión, es ver la clave de la resignificación de nuestro país como un destino imperdible.

Los números del Estéreo Picnic más reciente son impresionantes. Más de 170.000 personas en el parque Simón Bolívar, con 51.000 visitantes provenientes de otras ciudades o países. Según la Secretaría de Desarrollo Económico, esto dejó a la ciudad $154.000 millones. Solo en el sector hotelero se proyectaron ingresos por $29.000 millones. Más allá de eso, el impacto en reputación tanto para Bogotá como para el país es impresionante. Gracias al evento aumentaron las búsquedas internacionales y nacionales de vuelos y hoteles a nuestro país.

Eso último es clave, porque el Estéreo Picnic no está solo en su impacto. Hace poco los conciertos de Shakira en Barranquilla y Bogotá reunieron también más de 170.000 personas, dejaron $206.000 millones de impacto, crearon 18.500 empleos directos e indirectos y generaron una ocupación hotelera del 95 %. Para contextualizar, vale la pena recordar las cifras generales de turismo que compartió Gonzalo Silva en El Espectador: en 2024 tuvimos 6,7 millones de visitantes y el turismo aportó cerca de US$10.000 millones en divisas. No todo ese dinero fue por los eventos culturales, pero sí es parte de lo mismo: Colombia como destino.

Cuando el país le apuesta con ambición a su sector cultural, este responde. Antes del Estéreo Picnic, Rock Al Parque, financiado con dinero público, se posicionó como un referente latinoamericano. Hoy tenemos varios de estos eventos públicos y privados. Ante su rotundo éxito, la señal es para seguir invirtiendo, seguir construyendo y seguir soñando con posicionar a nuestro país como un punto de encuentro del arte, la cultura y los espectáculos.

¿Está en desacuerdo con este editorial? Envíe su antieditorial de 500 palabras a elespectadoropinion@gmail.com

Nota del director. Necesitamos lectores como usted para seguir haciendo un periodismo independiente y de calidad. Considere adquirir una suscripción digital y apostémosle al poder de la palabra.

Conoce más

 

ABárcenas(u2e34)01 de abril de 2025 - 11:49 p. m.
Es posible que el turismo pueda incomodar a determinados grupos de población. Ello es inevitable en cualquier lugar del mundo. Pero no se puede escatimar su importante aporte a la economía de un país. Este festival apalanca el ingreso de turistas y divisas, genera empleos y mueve la economía.
Juda(66999)01 de abril de 2025 - 08:20 p. m.
La falta de Respeto por el descanso de los habitantes de los Barrios vecinos fue total con sonidos estridentes de La música hasta las 3-4 de la madrugada y el bloqueo de la vías principales de acceso a los barrios durante los días y noches de duro el evento, es esto un super evento Exitosísimo a costa de Incomodar e Irrespetar a muchos; es esto una "Ruta Promisoria"?.......
Juan Carlos Beltrán Merchan(78521)01 de abril de 2025 - 06:16 p. m.
Parece un editorial pagado, no porque mienta sino porque no matiza ni analiza
Lucila Reyes Sarmiento(21444)01 de abril de 2025 - 05:37 p. m.
Por supuesto como negocio fue un éxito. Cuánto le cuestan a la ciudad los trancones, la cantidad de funcionarios y personas encargadas de cuidar el evento, pero sobre todo el estrés de miles de ciudadanos que viven a su alrededor, o que tienen dificultades para regresar a sus casas, sin contar los daños ambientales en un parque que forma parte de la estructura ecológica de la ciudad.
Yesid Alberto Fernandez Forero(72166)01 de abril de 2025 - 03:59 p. m.
Bastante debatible el asunto de la editorial que ustedes plantean, pues creo yo que poner una expectativa de desarrollo a un sistema de monocultivo del entretenimiento, una apuesta basada en el capital oferta y demanda, en una subjetividad indívidualista y una nueva forma del estractivismo, ahora sacando el dinero dejándonos solo la basura, las latas y las botellas vacías ademas de la resaca.
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.