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El horror en un hogar infantil de Bogotá

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08 de mayo de 2025 - 05:00 a. m.
¿Qué tipo de medidas, más allá del populismo punitivo, se pueden tomar para evitar tragedias como el abuso sexual en un jardín infantil de Bogotá? La pregunta es urgente.
¿Qué tipo de medidas, más allá del populismo punitivo, se pueden tomar para evitar tragedias como el abuso sexual en un jardín infantil de Bogotá? La pregunta es urgente.
Foto: José Vargas
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El Hogar Infantil Canadá, sede F, en la localidad de San Cristóbal, Bogotá, parece haber sido el espacio para una serie de crímenes atroces contra niños y niñas. Son por lo menos 12 las denuncias de abuso sexual que terminaron en la imputación de delitos de acto sexual abusivo y acceso carnal abusivo con menor de 14 años contra Freddy Castellanos. La valentía de las familias de las víctimas y la indignación logró que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y las autoridades prestaran atención a lo que venía ocurriendo, luego de que varias niñas prendieran las alarmas. Sin embargo, ¿cómo es posible que el daño se haya consolidado? ¿Por qué la indolencia de las personas a cargo del jardín infantil ante las fuertes denuncias? ¿Qué otras modificaciones a nuestro sistema de cuidado de menores pueden implementarse para evitar que situaciones así se repitan?

Una de las madres de las víctimas le contó a El Tiempo que el pasado 28 de abril se enteró de lo que ocurría. “Mi niña rompió su silencio y me dijo que su profesor, haciéndose el que jugaba, le daba besos en la boca y que eso era muy incómodo para ella”, explicó. También describió otros actos que constituyen un abuso. Para su sorpresa, cuando fue a presentarse en el jardín infantil para recibir respuestas y confrontar al presunto abusador, la que recibió hostilidad fue ella.

Fue necesario que las madres de las víctimas armaran un plantón frente al jardín para ser escuchadas. Sus preguntas muestran cómo se chocaron contra la inacción de las directivas: ”Nos decían que no tenían permiso de entrar al baño con nuestros hijos porque ellos debían aprender solitos. Entonces, ¿por qué veían a ese profesor entrar al baño? ¿Por qué lo normalizaban?“. Hay por lo menos dos menores afectados que están hospitalizados y la Fiscalía logró la captura de la persona bajo sospecha. El ICBF también anunció el cierre temporal del jardín y que brindará apoyo psicosocial y jurídico a todas las afectadas.

A pesar de esto último, escuchar a la directora del ICBF, Astrid Eliana Cáceres Cárdenas, lleva a preguntarnos qué podemos hacer para evitar este tipo de situaciones. Al parecer, no hubo alarmas que se prendieron y los sistemas que existen tampoco sirvieron. El agresor no era un funcionario de la entidad y el jardín era operado por una asociación contratista del ICBF. La directora Cáceres apunta a la importancia de creerles a las familias y a los menores cuando hagan denuncias, pero esto muestra la dificultad de proteger a todas las personas en espacios de vulnerabilidad.

Dentro del horror se pueden resaltar las partes del sistema que sí respondieron con agilidad. Primero, los profesionales de la salud que atendieron a las víctimas fueron certeras en sus asesorías y en activar los protocolos para empoderar a las familias. Segundo, cuando el caso llegó a conocimiento del ICBF y de la Fiscalía, ambos tomaron medidas con velocidad, lo que terminó en la captura del presunto agresor y su judicialización, así como el acompañamiento a las víctimas. Es necesario, no obstante, que conozcamos las responsabilidades de las directivas del jardín, cómo fue su actuar al recibir las denuncias y por qué no evitaron el daño. En el debate público, antes de caer en el populismo punitivo, es útil mirar la complejidad del reto, pensar en cómo apoyar más a todos los espacios de cuidado a nuestros menores y encontrar maneras para que ninguna niña, niño y adolescente esté desprotegido.

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alexandrs Navarrete(m841l)08 de mayo de 2025 - 02:46 p. m.
Todo han tercerizado en este país 🤦🏽‍♀️, y lo que agrava problema es la falta de alertas tempranas, siempre esperan a que se violen tantos menores y que las familias hagan ruido - de lo contrario nadie escucha y tampoco presta atención al problema. Al violador lo deben juzgar con pena de muerte. No más condenas a 50 años alimentando a esos delincuentes , pena de muerte. No hay más solución. También aplica para los feminicidas y corruptos.
alvaro rodriguez(18137)08 de mayo de 2025 - 02:18 p. m.
El problema es muy sencillo señores del espectador gobiernos anteriores privatizaron la atención del icbf Y por supuesto que la entidad contratada no quería perder su contratito y tapó la situación
angela gómez Suárez(622)08 de mayo de 2025 - 01:17 p. m.
Los juzgados de Colombia se convirtieron en inspecciones de policía.Un juez recibe un promedio mínimo de 20;casos diarios.Invito al Espectador a hacer un análisis serio de la criminalidad en Colombia,el cual será dantesco.Y a manera de conclusión mostrar con letras grandes a los politiqueros de todas las orillas ideológicas,dedicados a insultarse y acusarse y a saquear el erario público,mientras ven con indiferencia premeditada a un país que ocupa los primeros puestos en criminalidad.
Edith Pulido Herrera(ipwmh)08 de mayo de 2025 - 11:54 a. m.
Gracias por darle visibilidad a este caso. No dejaba de llamar la atención todo el despliegue por el asesinato de la mujer trans, lo que fue de verdad horrible y mericia la indignación. Pero, los casos de los niños parecen invisibles a la sociedad, a los medios, incluso al gobierno. No se ha visto un tuit de Petro lamentando la situación, ni de Francia Márquez ni de muchos con voz, muy muy triste, cuando los niños deberían ser los primeros.
Victor Llanos(61349)08 de mayo de 2025 - 11:15 a. m.
Los medios de comunicación deben ser lugares sagrados del lenguaje donde no se alien con los miserables que nos han gobernado, que sean fieles a lo que aprendieron en sus universidades del sentido de lo justo, de acabar con el racismo, de que cada hogar este construido en gratas oportunidades de conseguir lo elemental, que pulule en todas partes un sentido de solidaridad y dignidad, debemos continuar con el quiebre de ya no más de los mismos satanes de siempre
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