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El negacionismo mengua la lucha contra la crisis climática

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09 de noviembre de 2025 - 05:00 a. m.
El lúgubre ambiente en la COP30, que se inicia en forma este fin de semana, denota el cansancio de reconocer que los países más ricos parecen tener la atención puesta en otros lugares.
El lúgubre ambiente en la COP30, que se inicia en forma este fin de semana, denota el cansancio de reconocer que los países más ricos parecen tener la atención puesta en otros lugares.
Foto: EFE - André Coelho
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Más allá de las selfis sonrientes que han compartido algunos mandatarios que llegaron la semana pasada a Brasil, el ambiente en la Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) es lúgubre. Lula da Silva, presidente anfitrión, utilizó su discurso para lanzar una defensa apasionada de la necesidad de reforzar la cooperación internacional y las inversiones para acercarnos a la descarbonización de las economías, pero sus palabras también denotan el cansancio de reconocer que los países más ricos parecen tener la atención puesta en otros lugares. Estados Unidos, el gran ausente, no está dispuesto a colaborar con las promesas pactadas hace una década en el Acuerdo de París. Los otros grandes contaminadores se la pasan entre la ambivalencia y el desinterés, mientras la Unión Europea muestra que se quedó sola en las conversaciones diplomáticas sobre la emergencia climática.

La COP30 empieza en forma este fin de semana en Belém, Amazonia brasileña, pero esta semana ya hubo reuniones de alto nivel entre las delegaciones de los Estados. También se sintieron las ausencias. Los líderes de cuatro de los cinco principales responsables de la emergencia climática decidieron no asistir, a pesar de los esfuerzos de Da Silva por hacerles invitaciones personales y directas. Donald Trump fue un paso más allá, pues Estados Unidos no envió ni siquiera una delegación. China, India y Rusia participan con funcionarios de menor nivel, mientras que la Unión Europea, en claro contraste, sí envió a la plana mayor de sus primeros ministros y presidentes. Solo Europa parece apostarle al multilateralismo, mientras que las otras potencias globales siguen demostrando que el nuevo orden internacional toma decisiones lejos de la ONU y sus iniciativas.

Fue la misma ONU la que se encargó, días antes de las primeras reuniones, de recordarnos el terrible diagnóstico. En su “Informe sobre la brecha de emisiones” dice que el umbral de 1,5 grados Celsius se superará “al menos temporalmente” y que ahora la conversación ha cambiado. El secretario, António Guterres, lo puso en los siguientes términos: “Nuestra misión es sencilla, pero no fácil: hacer que cualquier superación sea lo más pequeña y breve posible”. Es decir, hay pocas razones para el optimismo.

Mientras tanto, el liderazgo político suramericano apuntó hacia Estados Unidos. Da Silva dijo que “en un escenario de inseguridad y desconfianza mutua los intereses egoístas inmediatos se imponen al bien común a largo plazo”. El presidente colombiano, Gustavo Petro, repitió su postura: “La ciencia anuncia el colapso si Estados Unidos no se mueve hacia la descarbonización de su propia economía”. Gabriel Boric, el chileno, agregó que “el presidente de Estados Unidos en la última Asamblea General de la ONU dijo que la crisis climática no existe... Y eso es mentira”. Sin embargo, mientras la Casa Blanca esté controlada por el negacionismo, es muy difícil que el mundo avance en la dirección correcta.

Dentro de las opciones limitadas hay señales para rescatar. China se comprometió por primera vez a reducir sus emisiones, aunque lejos de los niveles necesarios. Brasil está fomentando la creación de un fondo para pagar la protección de las selvas tropicales. También estaremos pendientes de los compromisos que anuncien los países para alcanzar las metas de 2030. El gran interrogante es: con las crecientes crisis sociales y la escasez de recursos, ¿cómo se logrará un camino razonable y justo a economías descarbonizadas sin causar más sufrimiento? El objetivo sigue claro: evitar los peores efectos del desastre, así el camino esté lleno de muchos interrogantes.

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Felipe(dw15k)10 de noviembre de 2025 - 12:30 a. m.
Los dueños de la economía y por tanto del destino de la vida de millones y de la naturaleza, prefieren en su ceguera y ambición seguir arruinando el mundo, los efectos de la contaminación no los tocan. Prefieren construir bunkers para el día del apocalipsis. Las nuevas generaciones se han dado cuenta de la falta de garantías para una vida digna y ya no les darán hijos al mundo para que trabajen por salarios míseros, vivan para consumir y se enfermen por la contaminación.
  • Bernardo Congote(31155)10 de noviembre de 2025 - 01:07 a. m.
    No existen "dueños de la economía"...
Luis Tello(14946)09 de noviembre de 2025 - 02:46 p. m.
candidato que no hable de este que es el problema principal , no debe ser votado ..debe ser botado a la basura de los inùtiles .. de las acciones que tomemos depende la vide .no de nuestros nietos como se decìa antes . Es la vida nuestra y la de los hijos .
Luis Tello(14946)09 de noviembre de 2025 - 02:44 p. m.
solo hay una via : A LA BRAVA ! ,,, no con bala . con inteligencia , oponièndose a los contaminadores en cada accion de la vida .. El consumo inteligente puede derrotar el consumismo criminal destructor .cada vez que comparamos algo estamos consumiendo agua y produicieondo contaminaciòn ..desde un alfiler hasta un automovil .. urge la comprensiòn de la catàstrofe , que no crisis , por parte de una masa critica de la poblaciòn que pueda influir en las decisiones del poder .
Maria Eugenia Velez Velez(56068)09 de noviembre de 2025 - 12:55 p. m.
Ante la negativa de los grandes solo cabe el compromiso de cada ciudadano con la defensa del medio ambiente.Es utópico creer que este compromiso salvará al planete pero hara que, llegado el momento de actuar de los grandes, estén las bases bien cimentadas.
Michael Myers(apgw0)09 de noviembre de 2025 - 11:43 a. m.
Ps. Quien quiere ir a brazil a bancarse los discursos y artimañas del borrachescu ?? La gente seria va a trabajar y buscar soluciones. Él como siempre va a rebuznar y alucinar con un planeta donde todos le hagamos caso ..
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