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El Gobierno de Gustavo Petro recibió como un triunfo la decisión de la Corte Constitucional sobre la reforma pensional, pero el país no puede olvidar que, hace poco, las indirectas enviadas al alto tribunal buscaban presionar una aprobación a pesar de las claras fallas que se cometieron en su trámite. En una votación unánime, los magistrados le arrojaron un salvavidas a la reforma más importante que ha logrado aprobar la Casa de Nariño, pero en el mismo renglón le recordaron al Congreso que su trabajo no es pupitrear los proyectos, sino dar debates de manera responsable y transparente.
La reforma pensional se aprobó a las patadas en el último debate. En su momento lo dijeron varios congresistas, que alzaron la voz ante lo ocurrido, y múltiples observadores. El gobierno de Gustavo Petro y el Pacto Histórico, a pesar de contar con las mayorías para conseguir la aprobación de una de las iniciativas, terminaron en un contrarreloj e hicieron una movida para que se aprobara, sin discusión, lo aprobado por el Senado. A los ojos de Colombia quedó que el Congreso, el órgano deliberante por excelencia, claudicó su función básica de llevar a cabo debates responsables. El resultado fue que la pensional nació con dudas sobre su posible supervivencia en la Corte.
No ayudó, tampoco, que el tribunal perdiera un semestre entero por no haber tramitado a tiempo un impedimento. Esto hizo que la decisión llegara a tomarse muy cerca del 1° de julio, momento en el que la nueva reforma pensional tenía que entrar a regir. Todos estos meses, los colombianos han estado en el proceso de elegir su Administradora del Componente Complementario de Ahorro individual (ACCAI), mientras que 80.653 han cambiado entre el régimen público y el privado gracias a la ventana pensional que abrió el proyecto. Por eso, y porque el cambio que implica la reforma sí es estructural, había gran incertidumbre por la decisión final de la Corte.
La votación unánime muestra que, a pesar de la dificultad en la discusión, los magistrados vieron la importancia de encontrar una salida que permitiera subsanar los problemas de procedimiento sin que eso implicara enterrar la reforma. El alto tribunal le dio 30 días a la Cámara de Representantes para llevar de manera correcta, es decir con debates de fondo ahora sí, la votación que se vició por sus premuras. El ministro del Interior, Armando Benedetti, ya anunció que el Gobierno convocará a sesiones extraordinarias para llevar a cabo este trámite. Nuestra invitación a los representantes es a que no pierdan la oportunidad de dar un debate con altura y que aprovechen el salvavidas que les envió la Corte Constitucional.
Cuando se aprobó la pensional, escribimos en este espacio que se trataba de la “la modificación más profunda que se le ha hecho al sistema de seguridad social en por lo menos tres décadas” y que “después de años de estancamiento, le da un respiro al sistema y muestra que en el país sí se pueden llevar a cabo debates serios y complejos”. Lo seguimos pensando. El trabajo conciliador de la entonces ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, le entregó al presidente Petro una reforma profunda que, sin duda, será parte de su legado, El presidente escribió que “la reforma pensional se ha salvado”. Sí, siempre y cuando la Cámara de Representantes esté a la altura del momento. Y esperamos que así sea.
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