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El 2022 fue un año cruel para el periodismo

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30 de diciembre de 2022 - 05:00 a. m.
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Fue un año cruel para ejercer el oficio del periodismo. A escala mundial, según Reporteros Sin Fronteras (RSF), llegamos al infame récord de 533 periodistas en prisión por hacer su trabajo. En Colombia, entre las 600 víctimas de atentados a la libertad de prensa que retoma la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) se encuentra el asesinato de cuatro colegas: Rafael Moreno, Wilder Alfredo Córdoba, Leiner Montero y Dilia Contreras. Mientras en los países con regímenes autoritarios se aprieta la tenaza contra las voces críticas y vigilantes, incluso en las democracias como Colombia sigue habiendo territorios vedados para la labor de la prensa. Por eso hoy se necesita un compromiso renovado de la audiencia y las autoridades por proteger al periodismo libre.

Decidimos terminar el año hablando de nuestra propia labor porque las señales de alerta están disparadas. Mientras las personas deciden informarse con fuentes de poca rigurosidad y se alejan del periodismo en su sentido más tradicional, los colegas que siguen realizando investigaciones y vigilando al poder están siendo perseguidos. El asesinato de los cuatro periodistas en Colombia muestra, en palabras de la Federación Internacional de Periodistas, “una tendencia preocupante respecto de la seguridad de los trabajadores de la prensa comunitaria en Colombia”. Se trata de personas que le apostaban a la paz y a la democracia en zonas de conflicto, donde más se necesita la información y donde es aún más común la autocensura. Cada una de esas voces silenciadas es una tragedia que se multiplica porque deja a comunidades enteras sin poder vigilar a los poderosos, lo que permite que la corrupción y la violencia continúen en la impunidad.

El periodismo sigue siendo una piedra en el zapato de los abusos de poder y, por ende, una amenaza para el autoritarismo. Volviendo al informe de RSF, 110 de los encarcelados están en China, que destruyó el ecosistema de prensa libre que existía en Hong Kong, y 47 están en Irán, donde el régimen está desesperado por silenciar las protestas —que ya llevan meses— contra sus atropellos. Bien lo dijo Christophe Deloire, secretario general de RSF: “Los regímenes dictatoriales y autoritarios están llenando a toda velocidad sus cárceles, deteniendo a periodistas. Este nuevo récord de periodistas en prisión confirma la imperiosa y urgente necesidad de resistir a estos poderes sin escrúpulos y ejercer nuestra solidaridad activa con todos aquellos que defienden el ideal de la libertad, la independencia y el pluralismo de la información”.

Por eso es tan importante renovar los lazos entre la audiencia y el periodismo; que la labor esté acompañada de ojos que ven lo valiosa que es. RSF alerta que América Latina es la región del mundo donde ocurrieron la mitad de todos los asesinatos de periodistas, lo que indica que nuestras democracias siguen siendo débiles y se construyen sobre la sangre de inocentes. Preocupa México, con sus 11 periodistas asesinados y los ecos de lo que ocurría en Colombia hace años, pero también es angustiante la situación del periodismo regional en nuestro país. El 2022 fue un año terrible para la libertad de prensa, necesitamos que en el 2023 las autoridades cumplan su deber de protección.

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