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El fútbol requiere una mejor cultura ciudadana

05 de febrero de 2025 - 05:00 a. m.
El portero Iván Arboleda de Millonarios es atendido tras el ataque al bus del equipo. | Es evidente que la cultura futbolística sigue conviviendo con la hostilidad y las vías de hecho. Ante la falta de respuestas, necesitamos una campaña nacional de cultura ciudadana.
El portero Iván Arboleda de Millonarios es atendido tras el ataque al bus del equipo. | Es evidente que la cultura futbolística sigue conviviendo con la hostilidad y las vías de hecho. Ante la falta de respuestas, necesitamos una campaña nacional de cultura ciudadana.
Foto: Archivo Particular
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La violencia ha marcado el comienzo de la liga profesional del fútbol colombiano. Durante la primera fecha vimos cómo un bus que transportaba a jugadores de Millonarios fue apedreado en Santa Marta, causando heridas a miembros del equipo. En la segunda, se conocieron videos en redes sociales donde se ve a hinchas del Atlético Nacional pelearse dentro de la tribuna del estadio de La Equidad en Bogotá. Hace apenas unos meses, estábamos hablando de machetes que entraron a estadios, de disturbios y de la incapacidad de las autoridades para evitar que ocurran momentos de tensión. Es evidente que la cultura futbolística sigue conviviendo con la hostilidad y las vías de hecho. Ante la falta de respuestas, necesitamos una campaña nacional de cultura ciudadana.

Volvimos a revisar lo que ocurrió el año pasado en un partido entre el Atlético Nacional y el Junior. Lo sorprendente de los disturbios en ese momento era la falta de vergüenza de los involucrados y la incapacidad de control de los equipos. El Ministerio del Deporte emitió un comunicado en el que decía que “las desafortunadas imágenes de violencia que ya el país conoce, y que se suman a otros episodios acontecidos en la ciudad de Cali, NO representan, bajo ningún concepto, la esencia de lo que es el fútbol, deporte que —sí o sí— debe ser sinónimo de unión, convivencia, paz, armonía, seguridad, respeto y hermandad”. También se anunció la activación de todos los espacios de intervención para “prevenir la violencia y construir la paz desde la seguridad humana”. Unos pocos meses después, estamos de nuevo ante la violencia. ¿Es inevitable?

El ataque al bus que transportaba a los jugadores de Millonarios dejó heridos a Óscar Cortés, delegado deportivo del club, y al portero Iván Arboleda, con esquirlas en sus ojos. En un comunicado extraño e irresponsable, el Unión Magdalena, equipo con el que se iba a enfrentar Millonarios, pareció querer zafarse de su responsabilidad. “Como institución rechazamos estos actos, pero también queremos aclarar que dicho incidente fue alejado de nuestro estadio”, escribieron, para concluir que “nuestra institución y toda la hinchada presente en el Sierra Nevada está a la espera [de] que se realice el espectáculo”. Es decir, pretendían que el espectáculo continuara a pesar de la violencia. No solo es un irrespeto a las víctimas, sino que muestra una incomprensible complicidad con lo ocurrido. Si no se entiende la importancia del rechazo contundente a este tipo de actos es difícil que cambie la cultura.

Esa palabra en esto es clave: cultura. Ya en ocasiones pasadas hemos mencionado la importancia de mejorar los controles de seguridad a través de la inversión por parte de los equipos. Sin embargo, la persistencia de la violencia nos invita a pensar que hay una normalización cultural que asocia el fútbol con las pasiones desbordadas. Sí, son unos pocos los que recurren a vías de hecho, pero lo hacen en medio de un ambiente que se los permite e incluso se los celebra. Es necesario entonces que se haga una campaña masiva, nacional y en cada espacio deportivo que busque modificar la cultura ciudadana. No solo con publicidad típica, sino con intervenciones creativas que vayan acompañadas de la presencia de las autoridades. Una experiencia común que renueve el pacto entre todos sobre cómo el fútbol es paz y unión, nunca razón para odiar ni mucho menos agredir. Con una apuesta ambiciosa y mantenida en el tiempo, tal vez podamos dejar de lamentarnos periódicamente por la ocurrencia de tanta pelea.

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william(75140)Hace 12 horas
"¿Se puede erradicar la violencia de los estadios? Sí. ¿Es fácil? No. ¿Hay antecedentes de que algún país lo haya logrado? Sí. Inglaterra, que durante décadas sufrió los desmanes de los hooligans, hoy goza de un fútbol con buena salud." The Sporting News. Sería excelente idea hablar con las autoridades inglesas respectivas, quizás podamos aprender desde su experiencia. Hoy vemos una Premier League saludable y con un fútbol de alto nivel.
Mario(196)Hace 16 horas
La constitucion tiene amarradas las manos de la policia y las autoridades municipales responsables de los estadios. La fiscalia debe ser parte del ministerio del interior. Hay que devolverle la autoridad a alcaldes y comandos de policia.
Ramon(78770)Hace 18 horas
De e haber campañas masivas de educación cívica sobre d r chos y deberes y ante todo respeto por el otro y la libre expresion
Carlos(92784)Hace 20 horas
Los ingleses pasaron de tener las tribunas , estadios y sus alrededores más violentos del mundo a un espectáculo familiar y festivo. Mezcla de cultura, tecnología, inversión y sanciones penales severas fué el remedio exitoso. Cuando los implementados acá??
William(16260)Hace 22 horas
Tema tan delicado, que perdimos el norte culturalmente en Colombia, y principalmente en su juventud. que no ve horizontes de oportunidades.
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