Publicidad

El legado del presidente Petro en Bogotá

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
24 de febrero de 2025 - 05:00 a. m.
No es un momento de cambiar la primera línea del metro, pero el presidente Gustavo Petro puede, con su apoyo, impulsar obras que dejen un legado duradero en Bogotá.
No es un momento de cambiar la primera línea del metro, pero el presidente Gustavo Petro puede, con su apoyo, impulsar obras que dejen un legado duradero en Bogotá.
Foto: Gustavo Torrijos Zuluaga
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

La semana pasada hubo una pelea, otra más, entre el presidente de la República, Gustavo Petro, y el alcalde de Bogotá, Carlos Galán, por la primera línea del metro. En esencia, el problema sigue siendo el mismo: para el presidente, es una abominación que se haya hecho una línea elevada cuando la mejor opción para la capital sería una subterránea. Sin embargo, algo diferente en esta ocasión es que personas cercanas a la ideología del mandatario, como la senadora Clara López y el expresidente Ernesto Samper, publicaron videos apoyando el proyecto actual a pesar de sus limitaciones. Para el presidente Petro, la pregunta sobre la mesa es si va a aprovechar el momento para impulsar las obras más importantes de la ciudad.

Lo hemos dicho ya: la frustración del presidente con el proyecto de metro es comprensible. Cuando fue alcalde, hubo obstrucciones que sepultaron su proyecto de un metro subterráneo para la ciudad. En su más reciente diatriba se ve cómo la herida sigue abierta. Después de lamentarse por los obstáculos que enfrentó su proyecto, lanza una conclusión angustiante. “Bogotá, al estar mal ubicada por decisión feudal de los castellanos conquistadores que comenzaron por tapar el agua, puede morir y está muriendo”, escribió. Sobre la primera línea del metro, insistió en que “demorará más los viajes en toda la ciudad”, “dañará hacia la fealdad el urbanismo bogotano”, y es “botar miles de millones de dólares de la nación y de los bogotanos a la caneca de la basura”. Por eso, “aún se podría hacer un tramo subterráneo en el centro y la Caracas, y evitar que a quienes vayan a vivir en los edificios de la Caracas, que serán más pobres que los de hoy, les pase un tren por la ventana cada tres minutos”.

La afirmación sobre cómo el metro elevado aumentará los tiempos de los viajes es falsa, según la información disponible. Por ejemplo, desde el patio taller hasta la calle 72 se reducirá el tiempo de dos horas a 27 minutos. Un informe de la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI) confirma que se trata de una reducción con base en lo que tenemos hoy. Ahora, sí es cierto que un metro subterráneo tendría un impacto aún mayor en los tiempos, pero dar esa discusión con una obra llegando al 50 % de estar construida no tiene razón de ser. El debate sobre urbanismo que plantea el presidente también tiene sentido: las estaciones subterráneas son mucho menos disruptivas. Pero, de nuevo, el punto más importante es que los bogotanos votaron en su momento por un proyecto político que se decidió por el metro elevado y hoy estamos más cerca que nunca a tener una línea de metro. Es la construcción más importante que se está haciendo en el país y el Gobierno nacional, su principal financiador, debería sentirse orgulloso.

Todavía hay tiempo, no para modificar la primera línea del metro, sino para que el presidente Petro aproveche su cargo en impulsar los proyectos más importantes de Bogotá. Además del anuncio de comprar una flota de buses eléctricos, tan necesaria, podría echarse al hombro la expansión de la primera línea hasta la calle 100, la licitación de la tercera línea del metro y garantizar que la licitación de la segunda línea, que está en curso, se haga con rapidez. Hay tantos proyectos que, si el Gobierno nacional deja a un lado las discusiones, pueden cambiarle la cara a la ciudad. Para que la capital no muera, como dice el presidente, sino que tenga un futuro con menos problemas acumulados.

¿Está en desacuerdo con este editorial? Envíe su antieditorial de 500 palabras a elespectadoropinion@gmail.com

Nota del director. Necesitamos lectores como usted para seguir haciendo un periodismo independiente y de calidad. Considere adquirir una suscripción digital y apostémosle al poder de la palabra.

Conoce más

 

Elvis Rojas Ruiz(21348)25 de febrero de 2025 - 04:21 a. m.
La parte clave del editorial es “Apoyar el proyecto actual a pesar de sus limitaciones”. Esto requiere grandeza y despojarse de la arrogancia y ego que caracteriza a Petro. Es pedir demasiado, insistirá aun como expresidente de lo mismo. Su ego no le permite lo que sugiere el editorial: ir más allá en la línea 1 y licitar la tercera línea. Demasiada ilusión para un presidente arrogante y terco
José Luis Velásquez(77991)25 de febrero de 2025 - 03:19 a. m.
Qué falta de creatividad la de este país, la de estos pseudogobernantes y la de los pseudogobernados. La discusión podría, por ejemplo, centrarse en cómo se va a embellecer esa estructura elevada, comenzando por elementos arquitectónicos y pasando por soluciones paisajísticas. Estamos hechos con tanto bob0 pelión...
javier arlés(96673)25 de febrero de 2025 - 01:11 a. m.
El editorial es la foto. Todo por un cheque "chimbo" que Santos le dio a Petro para complacer a Peñalosa y a las oligarquías bogotanas.
David_BG(y93m1)25 de febrero de 2025 - 12:28 a. m.
A los que se quejan del metro elevado. ¿Se imaginan un metro subterraneo con el problema de seguridad y cultura ciudadana de la ciudad?
Ricardo Cortes(51929)25 de febrero de 2025 - 12:17 a. m.
No estoy de acuerdo que la gente votó por un metro elevado, eso lo hizo Peñalosa sin ni siquiera ver los estudios del gobierno anterior que costaron a la ciudad 135 mil millones. Después de ser un detractor de los metros elevados y solo por ego metió a la ciudad en ese proyecto sin estudios. Concuerdo que ya no queda otra sino terminarlo, pero el daño ya está hecho y mucha gente pagará las consecuencias. (Ejemplo la casa de la foto de esta editorial)
  • José Luis Velásquez(77991)25 de febrero de 2025 - 03:17 a. m.
    Papito, Peñalosa lo dijo claramente en su momento: el elevado cuesta 12 billones y el subterráneo, 25. A este, al elevado, Petro le quiere quitar financiación porque no supo manejar la plata y el Gobierno Nacional está quebrado. ¿Se imagina si la deuda fuera del doble?
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.