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Es imprescindible reconocer que el proceso de elección del nuevo gerente fue diseñado cuidadosamente para asegurarle al nuevo timonel cafetero la mayor legitimidad y respaldo gremial. La unión de los cafeteros en torno a su nuevo líder es uno de los principales resultados esperados de este proceso que, por primera vez en 88 años de historia, tuvo una convocatoria abierta, con plazos definidos, con una definición de perfil ampliamente conocida y garantías a todos los candidatos finalistas para exponer sus ideas e iniciativas ante los cafeteros del país. Tanto las elecciones cafeteras como el proceso de elección del máximo dirigente gremial cafetero son sin duda un referente para otros gremios del país y del mundo.
El doctor Roberto Vélez Vallejo asume las riendas de la Federación con un ganado respeto y admiración a lo largo y ancho de la Colombia cafetera, con una impecable carrera en el sector y una muy amplia experiencia diplomática. Es realmente excepcional para un gremio contar con un gerente que domine el japonés y el inglés, y a su vez pueda entablar un diálogo cercano y familiar con un productor cafetero en la vereda más aislada del país, lo cual demuestra sus cualidades profesionales y personales.
El doctor Vélez Vallejo ha mencionado dentro de sus prioridades la responsabilidad de renovar el liderazgo del gremio, dando mayor protagonismo a las regiones y a las bases cafeteras para consolidar la unión de los cafeteros. Asimismo ha destacado la necesidad de enfocar sus esfuerzos en recuperar la rentabilidad del sector sin abandonar la política de diferenciación por calidad que ha mantenido el café de Colombia por décadas. Adicionalmente, y fiel a su experiencia diplomática, ha sido cuidadoso con sus pronunciamientos en torno a las iniciativas de reestructuración del sector plasmadas en el cuestionado informe de la Misión Cafetera, que tantas prevenciones ha generado entre los caficultores y muchos aplausos en el sector exportador.
Con todo, los objetivos que se ha trazado quien asumirá los destinos de la Federación son sin duda loables y alcanzables para un conocedor del sector, si cuenta con un sólido respaldo gremial.
Y son deseables para la Colombia que más ha sufrido las secuelas de la violencia, la Colombia rural y del posconflicto que a veces se ignora en los escenarios urbanos y en los estudios de académicos y especialistas. Como lo ha podido constatar el país, un sector cafetero recuperado, con precios remunerativos y con una institución haciendo presencia permanente en 20 departamentos cafeteros, se constituye en el dinamizador económico y social más eficiente con que cuenta hoy la Colombia rural. Por eso le deseamos al nuevo gerente éxitos en su delicada gestión.
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Por El Espectador
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