El portazo de la Dimayor a sus jugadores

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El Espectador
07 de octubre de 2019 - 05:00 a. m.
El actuar de la Dimayor no es la manera adecuada de responder a las críticas. / Foto: EFE
El actuar de la Dimayor no es la manera adecuada de responder a las críticas. / Foto: EFE
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No tienen presentación las actuaciones del canal Win Sports y de la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) ante las protestas de los jugadores del Fútbol Profesional Colombiano (FPC). Responder a manifestaciones con censura y amedrantamiento no sólo es irrespetar a los deportistas, sino a los aficionados y a todos los interesados en que el fútbol nacional sea un espacio digno y justo para quienes lo practican.

Desde hace dos meses, los jugadores y jugadoras de fútbol, un total de 1.117 profesionales, vienen pidiéndole a la Dimayor y a la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) que se sienten a dialogar con ellos. A través de la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro), presentaron un documento con una serie de peticiones sobre sus derechos laborales, con el objetivo de garantizar la dignidad del trabajo que hacen en sus equipos. La respuesta ha sido cerrar la puerta de cualquier conversación y, ahora, amenazar con la estabilidad laboral de los deportistas.

Las peticiones no son injustificadas.Entre otras cosas, Acolfutpro pide participar en la elaboración del calendario de competencias y descanso; concertar el el estatuto del jugador, el código disciplinario y la minuta única de contrato de trabajo obligatorio; incluir pólizas de salud complementarias y adoptar protocolos que en efecto permitan reaccionar a la violencia de género, el acoso laboral y la discriminación. ¿Por qué habrían de ser estos temas vedados para los y las futbolistas?

Como la Dimayor no ha querido conversar, este fin de semana vimos una protesta muy inteligente. Los jugadores permitieron que empezarán los partidos, pero se hicieron sentir, de manera pacífica y sin romper las reglas, para que el país se fije en sus peticiones. En el partido entre Barranquilla FC y Pereira, los jugadores se sentaron en el piso. Tigres y Boyacá Chicó también quemaron un poco de tiempo al arrancar.

Ante este acto, sin embargo, la respuesta fue la censura y la amenaza. Win Sports quitó de sus transmisiones esos momentos, no permitiendo que los aficionados se enteren de lo que está ocurriendo. ¿Cómo se justifica? Además, la Dimayor expidió un comunicado donde su presidente, Jorge Enrique Vélez, “se permite informar que pondrá en conocimiento del Comité Disciplinario del Campeonato los hechos irregulares ocurridos durante la fecha 15 de la Liga II-2019 y fecha 14 del Torneo II-2019, que interrumpieron el desarrollo normal de los partidos”, por lo que podrán tomar “consecuencias jurídicas y económicas correspondientes”. Esa no es la manera de responder a las críticas, pero no se trata de un actuar aislado en una organización que es enemiga a que se le contradiga.

Los jugadores tienen todo el derecho de seguir insistiendo en sus reclamos. La Dimayor y la FCF, en vez de guardar silencio y apelar a la hostilidad, deberían sentarse a dialogar. De un acuerdo digno saldría fortalecido el fútbol colombiano y se daría un buen ejemplo para el país. Cuando hay manifestaciones pacíficas y justos reclamos, queda muy mal que las autoridades del deporte contesten con un portazo.

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