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Por encima del escándalo y el morbo que han generado los audios publicados por la revista Semana donde se escucha a Armando Benedetti, exembajador en Caracas, amenazar y agredir a Laura Sarabia, exjefa de Despacho en la Casa de Nariño, la pregunta que nos parece más importante es si entró dinero sin reportar a la campaña que llevó a la Presidencia a Gustavo Petro. De por medio se intuyen delitos electorales, conexiones con el caso también pendiente de las acusaciones contra Nicolás Petro y una pregunta abierta sobre cómo la campaña del ahora mandatario logró un aumento considerable de votos en la costa Caribe. Son urgentes las investigaciones que vayan más allá del ruido.
Lo expuesto por el exembajador Benedetti es gravísimo. “¿Qué tal que uno diga, mamando gallo, quién fue el que puso la plata aquí en la Costa?”, se le escucha decir en una conversación en la que parece amenazar a Sarabia y al presidente Petro. “Tú, que no sabes un culo de historia, lee cómo empezó el hijueputa (Proceso) 8.000″, agrega, recordando la investigación por dineros del narcotráfico en la campaña de Ernesto Samper. En entrevista posterior con Semana, Benedetti señala que no puede decir quién puso la plata para la campaña en la Costa, pero que “no eran emprendedores”. También menciona una cifra de $15.000 millones que no aparece reportada en la contabilidad entregada por la campaña a las autoridades electorales.
El presidente Petro negó cualquier dinero indebido. “[No] se han recibido en la campaña dineros de personas ligadas al narco, ni mucho menos se ha manejado cifras como $15.000 millones por fuera de nuestra contabilidad”, escribió en Twitter, agregando que el exembajador “debe explicar sus palabras ante la Fiscalía y el país”. En otro momento mencionó que “la mayor parte de la financiación de la campaña se realizó con préstamos de la banca comercial”, lo que concuerda con las cifras oficiales presentadas por la campaña. Sin embargo, persisten muchas preguntas, pues antes de ser embajador Armando Benedetti fue mano derecha del entonces candidato Petro en la contienda. ¿Por qué en llamadas privadas se sentía cómodo amenazando con información que decía tener? ¿Cómo se conecta eso, además, con las acusaciones contra Nicolás Petro, señalado por recibir financiación por fuera de la contabilidad de la campaña? También debe agregarse que una investigación de La Silla Vacía denunció que los gastos en la coordinación de testigos electorales tampoco se reportaron en la contabilidad oficial.
Ahora el Gobierno y todos sus aliados están buscando desacreditar al exembajador Benedetti, incluso haciendo referencias a una supuesta “drogadicción”. Empero, nada de eso puede desviar la atención de que lo que hay sobre la mesa son posibles crímenes electorales que involucran a la campaña que salió triunfadora en las elecciones. ¿Será capaz el Consejo Nacional Electoral, conocido por su dependencia de los partidos políticos, de llevar a cabo una investigación juiciosa? ¿Podrá la Fiscalía sacudirse la sospechas de sesgos que sobre ella existen para establecer qué ocurrió? Sobre todo: ¿entenderá el exembajador Benedetti que es su deber cívico contarle al país, con pruebas en mano, todo lo que dice saber, así eso lo involucre a él en delitos? O, si en efecto no hay evidencias, como dicen desde la Casa de Nariño, ¿aceptará el exfuncionario que estaba hablando con falsedades?
En cualquier caso Colombia necesita saber la verdad. Volvemos a la pregunta inicial: ¿entró dinero sin reportar a la campaña en la Costa durante las elecciones de 2022?
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