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La gran feria

Año tras año, por estas fechas se celebra la Feria Internacional del Libro de Bogotá, un evento que por su persistencia y abnegación ha logrado consolidarse en el hemisferio como de muy alta categoría.

El Espectador
29 de abril de 2014 - 02:04 a. m.

El centro, el foco de la escena, es la palabra escrita: su honra y la celebración de su existencia e importancia. Enhorabuena, un evento como este ha logrado la magnitud que merecía. De esta forma, los colombianos salen de las semanas dedicadas al arte escénico que brindó el Festival Iberoamericano de Teatro, otro de talla mayor, para entrar en otras dedicadas al esparcimiento del saber humano y su expresión. Esto es positivo para un país como Colombia. Nada mejor que encontrar en el arte un descanso, una puerta abierta, una oportunidad, una noticia diferente.

En esta ocasión, Perú es el invitado de honor: un maravilloso país de cultura milenaria en el que diversas expresiones (desde la gastronomía hasta las artes plásticas) tienen cabida y se complementan, como puede verse a lo largo de su impresionante historia, llena de los más agresivos contrastes. Y vendrán, por supuesto, los escritores emblemáticos, muchos de los cuales han logrado un relato colectivo de esa nación: está en primer lugar, por supuesto, Mario Vargas Llosa, ganador del Premio Nobel de Literatura en 2010, creador de obras narrativas titánicas como Conversación en la catedral o La guerra del fin del mundo, nada menos. Y otros de las generaciones posteriores al llamado Boom latinoamericano que han logrado resultados similares a nivel de identidad: Jeremías Gamboa, Santiago Roncagliolo, Carlos Yushimito. En fin.

Será una ocasión especial, claro, para revisitar también la literatura de Gabriel García Márquez, recién fallecido en México, y por el que muchos inflan pecho sin conocer la prodigiosa obra que dejó tras su paso por este mundo. Leerlo será, entonces, el mejor homenaje que puede hacerse a este escritor universal que quedará en la historia mucho más allá de las coyunturas que el país atraviesa semana tras semana.

Es la oportunidad, además, para continuar con nuevas tendencias de la palabra escrita: darles una oportunidad a los libros electrónicos, depositados en dispositivos inteligentes que permiten tener una biblioteca gigantesca y portátil, nuevos recursos multimedia para una lectura más moderna de los textos. Asimismo buscamos promover nuestro #CambalacheLiterario, esa iniciativa comunitaria creada por esta casa editorial en la que cada lector puede llevar un libro ya leído y escoger uno nuevo de la estantería de El Espectador: un lindo intercambio para difundir la palabra, la intención última de un evento de esta clase.

Que empiece, entonces, la feria. Que las personas vayan por razones ulteriores al simple paseo: que se entretengan con las charlas entre escritores, que conozcan a fondo la cultura exquisita del Perú, que puedan comprar un par de libros o intercambiar los que pretendan donar y se lleven los suyos, que entiendan la importancia de las nuevas tecnologías en el vicio hermoso de la lectura. Todo al alcance de la mano. Todo ahí, listo para ser descubierto por alguien con mentalidad ávida. Adelante, entonces. Que sean muchas más.

Por El Espectador

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