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La banalidad del ELN cierra las puertas a la paz posible

19 de septiembre de 2024 - 05:00 a. m.
El Gobierno llegó con la mano abierta a la guerrilla, pero el ELN se confundió: malinterpretó la generosidad como debilidad. Lo suyo es la guerra.
El Gobierno llegó con la mano abierta a la guerrilla, pero el ELN se confundió: malinterpretó la generosidad como debilidad. Lo suyo es la guerra.
Foto: Ejército Nacional de Colombia
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A estas alturas, ya lo más frustrante de la guerra contra el ELN no es la crueldad e irracionalidad con la que actúa la guerrilla, sino el hecho de que, a pesar de que sabíamos que vendría una tragedia, no pudimos evitarla. El ruin atentado contra la fuerza pública en Arauquita, que dejó a dos uniformados muertos y otros 27 heridos, es una muestra de una organización que no tiene voluntad alguna de paz. A pesar de que el Gobierno de Gustavo Petro ha sido generoso y paciente, no hay manera de adelantar negociaciones con una contraparte que recurre al horror cuando siente que sus caprichos no se van a cumplir al pie de la letra, como ocurrió con la tragedia de la Escuela de Cadetes General Francisco de Paula Santander. El rechazo rotundo es la única opción. ¿A qué juega el ELN?

Es difícil responder esta pregunta. Incluso desde la campaña presidencial, Gustavo Petro expresaba tranquilidad con la velocidad en que se podía llegar a un acuerdo. Tenía sentido: el primer presidente de izquierda en la historia moderna del país representa una oportunidad para aterrizar muchas de las reivindicaciones que el ELN ha pedido en las negociaciones. Además, con su apuesta por la “paz total”, el gobierno Petro llegó con la mano abierta a la guerrilla. Por ejemplo, su promesa de que aquello que se fuese firmando se iba a implementar inmediatamente, así no hubiera todavía acuerdo final, era una concesión que mostraba la confianza y la voluntad del Estado por alcanzar el desarme. En los últimos meses, el presidente también se mostró abierto a conversar sobre el modelo económico, algo que había estado vedado en administraciones pasadas y que era uno de los reclamos históricos de la guerrilla. Pero la respuesta fue la radicalización.

El ELN se confundió: malinterpretó la generosidad del Gobierno como debilidad. Creyó que podía hacer lo que se le antojara, que podía burlarse del alto comisionado para la Paz, Otty Patiño, y que podía volver a la violencia sin ningún tipo de consecuencia. Lo único que ha logrado es perder la poca legitimidad que había construido. Que la guerrilla de izquierda critique a gobiernos de derecha es algo entendible en su lógica anticuada, pero que se cierre a la administración Petro los muestra como los criminales que son.

Las razones para este último acto de violencia muestran la banalidad de la guerrilla. Por un lado, les molesta que no han sido retirados de los grupos armados organizados. Por otro, tampoco quieren que el Gobierno negocie con una de sus disidencias en Nariño. Pero, insistimos, todo eso se hubiese podido resolver en la mesa de negociación.

El Gobierno lo intentó una y otra vez. Designó negociadores razonables y con la mejor actitud. Empero, nada fue suficiente. Lo de ellos es la guerra.

La tragedia es que se siguen sacrificando vidas. ¿Qué les dice la guerrilla a las familias de las víctimas de su último atentado? ¿Qué les dice a las de todas sus víctimas en décadas de intransigencia? No le queda al Gobierno otra opción que mostrar que la fuerza del Estado los puede seguir acorralando, persiguiendo y judicializando. La puerta de la paz siempre queda abierta, pero cuando la contraparte la cierra, no hay otra opción que seguir consumiéndonos en una guerra irracional.

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Humberto(12832)20 de septiembre de 2024 - 10:44 p. m.
Su gran jefe, ese que dice llamarse Antonio García, vive escondido en Venezuela esperando que le llegue la plata de las extorsiones, de los secuestros, de la coca, de la minería ilegal y dando órdenes de que maten soldados, jóvenes que esperan cumplir con su servicio militar para poder empezar a trabajar. Matan por matar, si no para qué matan, qué esperan lograr, que lo digan, ya ni discurso válido tienen. y ordena, ese "jefe", acabar con la infraestructura petrolera, ¿para qué? ¿a qué juega?
Humberto(12832)20 de septiembre de 2024 - 10:38 p. m.
Esa pregunta hay que hacérsela todos los días ¿a qué juega el ELN? Dice ser un movimiento político. ¿a qué juega matando policías, secuestrando ciudadanos libres,destruyendo la infraestructura petrolera? Si es un movimiento politico que se someta a la voluntad de los colombianos. En los años sesenta del siglo pasado alegaron discriminación y que se tomarían el poder por la fuerza. Con la Constitución del 91 se acabó lo de la discriminación y siguen ahí, jodiendo y no hacen nada más.
José(9532)20 de septiembre de 2024 - 03:17 p. m.
Esos bandidos ya no representan a nadie. Que ultraje a la memoria de Camilo Torres.
humberto(4167)20 de septiembre de 2024 - 01:44 a. m.
Los elenos se la pusieron facil a Petro, no es sino organizar marchas contra el ELN y vamos a salir todos: izquierda, centro, derecha, negros, blancos, mestizos, catolicos, critianos, judios, musulmanes, agnosticos, ateos, pobres, ricos, etc... todos
Santiago(apgw0)20 de septiembre de 2024 - 12:16 a. m.
El dinosaurio despertó y encontró a Petro hablando carajadas y a los elenos traquetiando desde venezuela ..
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