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La captura del eslabón fugitivo

16 de junio de 2020 - 05:00 a. m.
De prosperar la extradición de Álex Saab a Estados Unidos, los ojos estarán puestos en los señalamientos que haga hacia sus socios y cómplices en la red de corrupción y lavado de activos que se lucró con el hambre de los venezolanos. / Foto: Cortesía
De prosperar la extradición de Álex Saab a Estados Unidos, los ojos estarán puestos en los señalamientos que haga hacia sus socios y cómplices en la red de corrupción y lavado de activos que se lucró con el hambre de los venezolanos. / Foto: Cortesía

La detención del ciudadano colombo-venezolano Álex Naím Saab Morán es una excelente noticia para las autoridades internacionales en la lucha contra la corrupción. Saab es señalado por Washington de ser el testaferro de Nicolás Maduro y era buscado en Estados Unidos y Colombia por la comisión de varios delitos. De prosperar su extradición desde Cabo Verde, lugar de la detención, a Estados Unidos, se sabrá con certeza el alcance de su presunta acción criminal con fondos en el país vecino, así como quiénes son sus cómplices aquí y allá.

En Colombia tiene cuentas pendientes con la justicia desde hace poco menos de dos años. Recientemente le confiscaron en Barranquilla bienes inmuebles por cerca de US$10 millones. En su columna del portal LosDanieles, el periodista Daniel Coronell recordó que la primera aparición pública de Saab fue en 2011, en Caracas, junto a los presidentes Hugo Chávez y Juan Manuel Santos, así como sus dos cancilleres. En un acto público firmó un contrato para construir casas de bajo costo en Venezuela, por US$685 millones. Santos ha dicho que no lo conocía, que el contrato fue entre el gobierno venezolano y el empresario, sin el aval del Gobierno de Colombia y que Saab estuvo allí invitado por Chávez. Según Coronell, de acuerdo con el escrito de acusación en Estados Unidos, junto a este, “Álvaro Pulido Vargas y otros tres colombianos, cuya identidad aún no han revelado, participaron desde Florida y Colombia en un esquema criminal para lavar varios cientos de millones de dólares que obtuvieron con tasa de cambio preferencial del gobierno venezolano, dentro de ese contrato”.

Ante las acusaciones formales, Saab huyó al país vecino y adquirió la nacionalidad, contando así con la protección del régimen. El portal de periodismo investigativo venezolano Armando Info denunció, con documentos probatorios, a quienes se han lucrado de esta cadena de corrupción. En un país corrupto y empobrecido, estos se habrían beneficiado de al menos US$1.300 millones en contratos vinculados a los llamados Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), entre 2017 y 2018. Importaron alimentos de baja calidad que se vendían a precios subsidiados y, además, lo hicieron con sobrecostos. No hay que olvidar que el desabastecimiento y el hambre propiciaron las primeras migraciones de venezolanos a Colombia y otros países vecinos. Por sus valientes denuncias, los periodistas de Armando Info debieron abandonar Venezuela ante las amenazas en su contra.

Para su emporio ilícito, Saab constituyó más de una docena de empresas en Venezuela, Colombia, Ecuador, Panamá, México, Turquía, Emiratos Árabes, Suiza y China. Según las autoridades, y como gran contratista —fuera de alimentos importó medicinas y juguetes—, está vinculado a la explotación de oro y carbón, y, por último, es un importante proveedor de Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Una de las últimas actividades adelantadas fue la de la negociación de oro por gasolina con Irán, la cual arribó hace unos días a puertos venezolanos.

Jorge Arreaza, canciller del gobierno de Maduro, calificó la detención de arbitraria y dijo que este se desempeñaba como un agente gubernamental que hacía escala en Cabo Verde, en camino a Irán. Las autoridades de Sudáfrica expresaron que la detención se hizo en colaboración con la Interpol y que si Washington solicita la entrega será enviado al país del norte pues, a pesar de no existir un tratado formal de extradición con Estados Unidos, existen mecanismos diplomáticos, vía Naciones Unidas.

De allí la gran preocupación del régimen de Maduro. Si Saab es enviado a Estados Unidos y colabora con las autoridades, como es de esperarse, se va a convertir en el mejor delator en contra de la cúpula corrupta en Caracas. De allí que los ojos estén puestos en su extradición y en los señalamientos que haga hacia sus socios y cómplices de esta red de corrupción y lavado de activos que se lucró con el hambre de los venezolanos.

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