Publicidad

La necesaria flota eléctrica y la revolución pendiente

16 de febrero de 2022 - 05:00 a. m.
El país debe superar los obstáculos y seguir convirtiendo su transporte público a las energías sostenibles. / Imágen de referencia: Getty Images
El país debe superar los obstáculos y seguir convirtiendo su transporte público a las energías sostenibles. / Imágen de referencia: Getty Images
Foto: Getty Images - Carlos Sanchez Pereyra

La transición a energías renovables tiene que impulsarse desde una ambiciosa inversión pública acompañada de subsidios para fomentar las transformaciones en ámbitos privados. Es lo que ha servido en otros países, como Estados Unidos y varios de Europa, pero se trata de una estrategia tímida en Colombia, a pesar de los discursos rimbombantes. En ese marco, la lucha que Bogotá viene dando, desde hace un par de administraciones, por volver eléctrica su flota de buses de Transmilenio es necesaria. Y justo esta semana tuvimos buenas noticias en ese ámbito.

Todo el transporte público debería ser sostenible ambientalmente. No hay de otra. Saber que el parque automotor necesita actualizarse abre oportunidades de inversiones públicas que dinamicen el mercado y generen empleos. Adicionalmente, es una oportunidad para que el transporte sea más digno, con buses modernos, en buen estado y con tecnologías que faciliten el acceso a ellos. Las personas gastan una buena parte de su tiempo diario en el transporte público, por eso siempre es una buena inversión mejorarlo.

En ese aspecto Bogotá tiene un liderazgo clave. Ya la capital contaba con 483 buses eléctricos circulando y el Distrito acaba de anunciar la entrada en funcionamiento de 172 nuevos articulados. El servicio que se prestará en seis rutas incluye cubrir tres de las que antes eran realizadas por el SITP Provisional, reconocido por la mala calidad de los buses. Según la alcaldesa Claudia López, “con la entrega de estos buses contribuimos a la reactivación económica. Esta flota permitió la generación de más de 500 empleos directos, 1.400 empleos en la fabricación de los vehículos y 600 empleos en la construcción del patio”. La idea es que antes de que termine el año haya un total de 1.485 buses eléctricos funcionando en Bogotá.

Los beneficios son claros: con los buses que acaban de entrar se dejarán de emitir 1,5 toneladas anuales de material particulado. Cuando ya tengamos los 1.485 funcionando, se dejarán de emitir 94.300 toneladas de CO2 al año, la misma cantidad de lo que producen unos 42.000 carros particulares. El compromiso de la actual administración y de las pasadas con la actualización de la flota de buses debe celebrarse.

Aun así nos falta mucho. Colombia está muy atrasada en construir estaciones de carga para vehículos eléctricos particulares. La disponibilidad de estos para comprar es muy reducida y los híbridos, que son mejores que los normales, pero están lejos de ser ideales, son muy costosos. La exención en el pico y placa todo el día ha llevado a un aumento considerable en la venta de carros híbridos, pero Bogotá y el resto del país están en mora de una política energética ambiciosa. Ni hablar de los paneles solares para uso particular, comunes en Estados Unidos, que todavía están lejos de ser asequibles para los colombianos.

Durante la fallida reforma tributaria se habló de impuestos verdes que al final fueron abandonados. Los avances en generación de energía limpia de los que habla el gobierno de Iván Duque son también una buena noticia, pero se quedan cortos si queremos una transformación veloz y revolucionaria. Debería construirse un consenso político en esta época electoral: es momento de electrificar Colombia. Por el futuro del país y por la soberanía energética.

¿Está en desacuerdo con este editorial? Envíe su antieditorial de 500 palabras a elespectadoropinion@gmail.com.

Nota del director. Necesitamos lectores como usted para seguir haciendo un periodismo independiente y de calidad. Considere adquirir una suscripción digital y apostémosle al poder de la palabra.

 

micorriza(d243q)16 de febrero de 2022 - 08:50 p. m.
"Acabar con los trenes en Colombia fue un error lamentable (y costoso)"
PEDRO(90741)16 de febrero de 2022 - 02:37 p. m.
Cuenta regresiva: faltan 172 días para que termine este gobierno patrocinador de hampones y criminales. Colombia necesita unos dirigentes que a lo largo de su vida pública y personal no presenten acusaciones por plagio, robo, crímenes, falsos títulos, etc.
Pedro Juan Aristizábal Hoyos(86870)16 de febrero de 2022 - 01:43 p. m.
Bogotá debe seguir liderando este proceso. Esperemos que el gobierno de Gustavo Petro aliado con liberales social-demócraras logren avanzar a Colombia. No más uribismo inepto y mediocre. Cuidado con el voto
Ramo(89912)16 de febrero de 2022 - 11:58 a. m.
Los paneles solares no son una buena opcion en paises tropicales. Los altos niveles de nubosidad los hace muy ineficientes. El carro electrico, en cambio, es óptimo para las ciudades colombianas.
Hector(23336)16 de febrero de 2022 - 11:28 a. m.
En Bogotá cuanto se lleva luchando por un sistema de transporte público con energía limpia? Se llama metro y debería, como en la grandes ciudades estar implementado hace más de 100 años (para no ir tan lejos Buenos Aires). Pero pudo más el interés particular de los pseudo transportadores que el interés general. Y teníamos otro ejemplo con los troleys. Como siempre Colombia va para atrás.
Ver más comentarios
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar