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Además de la canciller, María Ángela Holguín, Mariana Garcés fue la única ministra que se mantuvo en su cargo durante los dos períodos consecutivos del gobierno Santos, de principio a fin. En el caso del Ministerio de Cultura, esa continuidad y la persistencia de Garcés para adelantar sus proyectos bandera explican los buenos resultados. Hacer de Colombia un país lector fue desde el inicio su gran obsesión, y apenas un año después de asumir el cargo ya estaba presentando el Plan Nacional de Lectura y Escritura “Leer es mi cuento”, una ambiciosa política integral que coordinaba esfuerzos entre el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Educación.
Seis años después, el país logró mejorar sus índices de lectura e incrementar el número de lectores notablemente. Los resultados de la Encuesta Nacional de Lectura 2017 del DANE revelaron que los colombianos de las cabeceras municipales pasaron de leer 1,9 libros en el 2014 a leer 2,9 libros en el 2017. En materia de lectura se logró una igualdad con países como Argentina (2,9 %) y Chile (2,9 %) y se superó a México (1,7 %).
Además, según la última rendición de cuentas presentada por Garcés en abril de este año, se entregaron 210 nuevas bibliotecas y otras 22 fueron rehabilitadas al verse afectadas por el fenómeno de La Niña; 1.484 bibliotecas públicas fueron dotadas con libros y tecnología y los bibliotecarios fueron capacitados; se entregaron más de 30 millones de libros a hogares del Bienestar Familiar, Centros de Desarrollo Infantil, casas de familias vulnerables e instituciones de educación públicas, y se instalaron 20 bibliotecas móviles en 13 departamentos del país, beneficiando a 200 veredas aledañas.
Este último punto resalta otra de la prioridades de Garcés durante su gestión: descentralizar el Ministerio y llegar a las regiones más apartadas del país, algo que también fue posible gracias la firma del Acuerdo de Paz. Como ella misma explicó, uno de sus mayores retos fue “hacerle entender al equipo que a la provincia hay que tratarla bien y que no todo lo que ocurre en cultura pasa por Bogotá”.
El de Cultura, con apenas 20 años, es un ministerio joven que tradicionalmente ha sido relegado a un segundo plano y contado con un bajo presupuesto. Eso, sumado a la difícil situación fiscal del país en los últimos años, explica el empeño de Garcés por encontrar otras fuentes de financiación por medio de una labor incansable en el ámbito legislativo con la aprobación de la Ley de Espectáculos Públicos, cuya recaudación de más de $100.000 millones fue reinvertida en los municipios para financiar infraestructura cultural, y la de Filmación Colombia, que atrajo inversiones por más de $142.000 millones. Con ellas el país se está consolidando como escenario de grandes espectáculos y filmación de películas, promoviendo la inversión y el crecimiento de la industria nacional.
La tarea cumplida en materia de lectura y financiación demuestra que necesitamos políticas públicas integrales de mediano y largo plazo que apunten a resultados concretos. Garcés deja una vara alta para la ministra entrante, Carmen Vásquez, de quien esperamos que les dé continuidad a los logros alcanzados.
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