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Los ataques contra los policías

21 de julio de 2022 - 05:00 a. m.
El "plan pistola" en Antioquia es un ejercicio macabro de violencia que muestra la necesidad de encontrar una paz integral en todo el territorio. / Fotografía por cortesía de Teleregión Noticias
El "plan pistola" en Antioquia es un ejercicio macabro de violencia que muestra la necesidad de encontrar una paz integral en todo el territorio. / Fotografía por cortesía de Teleregión Noticias
Foto: Cortesía Teleregión Noticias

A la celebración del Día de la Independencia de ayer, utilizada para homenajear a los soldados y policías del país, llegamos en medio de un luto profundo. Y es que son malas las noticias que nos ha traído julio: solo en los primeros 17 días del mes fueron asesinados seis policías en Antioquia, es decir, uno cada 68 horas. Esto en el marco de un macabro “plan pistola” llevado a cabo por el Clan del Golfo para demostrar que, contrario a lo que dijo en varias ocasiones el gobierno de Iván Duque, su influencia sigue siendo peligrosa y certera. Se trata de una clara amenaza al gobierno del presidente electo, Gustavo Petro, quien deberá insistir en la paz, al mismo tiempo que garantiza la seguridad de todos los colombianos, incluidos los de la Fuerza Pública que están siendo perseguidos por los delincuentes.

Según el saliente ministro de Defensa, Diego Molano, “hay un ‘plan pistola’ patrocinado por el Clan del Golfo en contra de nuestra Policía”. Hablando con Caracol Radio, explicó que “además de las retaliaciones por la extradición de Otoniel, lo que se ha encontrado es que buscan posicionarse para tener algún tipo de negociación política. Es lo que ha encontrado inteligencia”. Para asesinar a los policías, están pagando cerca de $2 millones por homicidio, aprovechándose de las redes de microtráfico que tienen construidas. El resultado ha sido nefasto. En un solo fin de semana asesinaron a un policía y a un civil en Cañasgordas, y mataron a dos policías en Bello. El mensaje es tan claro como terrorífico.

Martha Mancera, vicefiscal general de la nación, dijo que “en las próximas semanas estaremos indicando cuáles es el modus operandi y quiénes son los responsables de esta actividad. La Policía Judicial de la Dijín, los fiscales de crimen organizados y, por supuesto, estamos en la etapa de caracterización del modo de actuar de cada uno de estos grupos que operan en Antioquia”. Eso es necesario, claro. Exigimos justicia para todas las víctimas de esta violencia irracional. No solo dar con los responsables, sino encontrar mecanismos efectivos de protección. El paro armado de inicios de año, también convocado por el Clan del Golfo, sigue en la memoria como un amargo recordatorio de las falencias del Estado y su incapacidad de ejercer el monopolio de la fuerza en todo el país.

Ya las respuestas contundentes tendrá que darlas el gobierno de Gustavo Petro. Hemos apoyado los acercamientos de paz con el Eln y habrá que hacerse lo propio con el Clan del Golfo, organización con la que el gobierno de Juan Manuel Santos había adelantado un plan de sometimiento a la justicia. Esto debe ir acompañado de una implementación completa del Acuerdo de Paz y más presencia estatal en todo el territorio. Colombia sigue siendo un país muy violento con zonas marginadas por los grupos ilegales y poblaciones enteras condenadas a la vulnerabilidad. Ese reto, que no es nuevo, es urgente.

Nos unimos a las condolencias a las familias de las víctimas de esta violencia irracional, que fallecieron en defensa de la democracia. Para honrarlos, la apuesta debe ser la paz.

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