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Los colombianos se polarizan y se aíslan


25 de mayo de 2024 - 05:00 a. m.
Estamos llegando a odiarnos entre colombianos solo por nuestras posiciones políticas. En un país con una historia de violencia, esta es una receta para el desastre.
Estamos llegando a odiarnos entre colombianos solo por nuestras posiciones políticas. En un país con una historia de violencia, esta es una receta para el desastre.
Foto: EFE - Ernesto Guzmán Jr

Colombia se está radicalizando y entrando en un espacio de polarización tóxica. El Barómetro Edelman encontró que Colombia y Estados Unidos son los dos países más polarizados del mundo, solo superados por Argentina, donde tienen unas disputas históricas conocidas como “la grieta”. Lo más llamativo del dato es que las personas en nuestro país no sienten que esas divisiones se puedan superar. Si se cruza esta información con los datos que hay sobre discurso público en redes sociales, y se pone a conversar con las narrativas maniqueas que están fomentando nuestros líderes políticos, identificamos que estamos al borde de un abismo: este es el caldo de cultivo para que crezcan el odio y la violencia.

Lo explicó el experto en sociedades pacíficas y polarización Peter Coleman, quien vino a nuestro país, por invitación de los colegas de Caracol Televisión, a prender las alarmas. Las lecciones sobre lo que encontró en Estados Unidos deben llevar a reflexiones en Colombia. Allá, el aumento de la polarización ha llegado a niveles tóxicos, donde las personas se atrincheran en sus “grupos” y odian a los otros. Ya no se considera que haya simples diferencias de opinión, sino que aquel que no piense de la misma manera es aislado, señalado, estigmatizado y perseguido. Esa es la antesala de la violencia. Que nuestro país esté en el mismo nivel que los Estados Unidos es suficiente razón para preocuparnos, y responde a una tendencia regional: según datos compartidos por Coleman, el crecimiento de la polarización política en las últimas dos décadas en Latinoamérica está por encima del promedio mundial.

La conversación en internet lo comprueba. Esteban Guerrero, líder de analítica e inteligencia artificial para Accenture, dijo en el mismo evento que las burbujas digitales se están volviendo irreconciliables. Según sus datos, solo el 25 % de la información pasa de una burbuja a otra. La derecha y la izquierda cada vez hablan menos entre sí. Peor aún, dentro de los grupos hay una tendencia a la radicalización. No es difícil imaginar por qué: los discursos políticos que apelan al populismo y a la construcción de enemigos para destruir llevan varios años en aumento. Conectado con lo que dice Coleman, esto lleva a que las familias dejen de hablarse entre sí y a que cualquier tipo de diferencia de opinión se tramite como una afrenta existencial. Estamos llegando a odiarnos entre colombianos solo por nuestras posiciones políticas. Y en un país con una historia de violencia, esta es una receta para el desastre.

¿Qué se puede hacer, entonces? En el ámbito de los líderes políticos, tenemos que insistir en exigir responsabilidad. Estudio tras estudio demuestran que si los políticos insisten en la retórica incendiaria, logran precisamente eso: incendiar el país y fomentar la polarización. Si, en cambio, adoptan debates más responsables, con reconocimiento del contrincante, ayudan a reducir la tensión. ¿Habrá voluntad de esto en la clase política colombiana?

Ahora, a escala social podemos complejizar la relación con los otros: dejar de pensar que una sola postura política define las cualidades de una persona. Al mismo tiempo, intentar enfocarnos en procesos colectivos, de encuentro, de llegar a acuerdos a pesar de las diferencias. Hacer un esfuerzo consciente, individual y social por romper las burbujas. Necesitamos hacerlo o Colombia seguirá siendo una olla a presión al límite.

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orlando(94712)27 de mayo de 2024 - 06:45 p. m.
Los primeros llamados moral y éticamente a desactivar la "olla de presión" a que se refiere, son nada más ni nada menos que ustedes los medios de comunicación. Sus editoriales y opiniones incendiarias contra el gobierno dice mucho de su parcialidad con el establecimiento y la prensa formal y poco real. Ya no existe en los medios privados quién llame de verdad a la unidad, son amigos de la desinformación. No aceptan la crítica ni publican los anti editoriales. Están acomodados y son responsables.
Mauricio(u10fj)27 de mayo de 2024 - 04:43 p. m.
Definitivamente esta nota editorial describe perfectamente lo que está pasando en Colombia, y si alguien se toma unos minutos para leer los comentarios (como lo acabo de hacer aunque no es mi costumbre), simplemente va a ratificar el mensaje: no hay uno solo que sea neutral o imparcial; todos están llenos de odio y deseo de venganza. No soy Uribista ni mucho menos petrista. Pero el hecho de haber superado dificultades y educar a mis hijas me convirtió en enemigo de los petrostas
Pablo(15789)26 de mayo de 2024 - 02:29 p. m.
Nos engañan también con el cuento de la polarización entre izquierda y derecha. Una izquierda sobresaturada de ideologías y teorías políticas que les ha impedido unirse y por otro lado una derecha sin ideologia pues solo son una confederación de ratas de cuello blanco, narcos, uniformados, políticos ladrones y varios millones de pobretones aspirando a ser traquetos o a entrar a la administración publica a robar. Por eso admiran a los corruptos.
jorge(20292)26 de mayo de 2024 - 03:41 a. m.
Cada día las personas estudian más, se preparan más, les llega más información y hoy que sabemos leer más el universo, nos damos cuenta que mantuvimos engañados toda la vida, con las mentiras de los mismos políticos de hace 200 años, nos dejaron sin tierra como el Siervo
César(67121)25 de mayo de 2024 - 11:44 p. m.
¿Cómo ser siquiera medianamente amigo de un uribista? Se me hace difícil, porque eso de ser uribista desdice demasiado de un ser humano. Aplaudir la violencia, las masacres paramilitares, voltear la mirada por los 6402 jóvenes asesinados por el Estado, cambiar articulitos, chuzar y perseguir opositores, descalificar de golpe a sus opositores y un larguísimo etcétera me impiden por ética ser amigo de uno de ellos, sería infame y contrario a mis valores.
  • Jairoval(07497)26 de mayo de 2024 - 04:40 a. m.
    Creo entonces que no entendiste el mensaje de la editorial. Lástima.
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