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Nada nuevo: el Inpec, protagonista de otro escándalo

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04 de marzo de 2022 - 05:00 a. m.
El sistema judicial y penitenciario falla cuando se da la percepción de que los poderosos pueden hacer lo que se les antoje en complicidad con las autoridades. / Fotografía de referencia: José Vargas (El Espectador)
El sistema judicial y penitenciario falla cuando se da la percepción de que los poderosos pueden hacer lo que se les antoje en complicidad con las autoridades. / Fotografía de referencia: José Vargas (El Espectador)
Foto: El Espectador - José Vargas
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La vergüenza que produce el caso de Carlos Mattos, empresario que evadió durante años a la justicia colombiana con tecnicismos legales, se multiplica cuando se recuerdan hechos no tan lejanos. Mientras Noticias Caracol seguía al vehículo del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) que llevaba al reo por Bogotá como si fuesen sus conductores privados, viene a la mente la fuga impune de Aida Merlano. También es amargo recordar que las cárceles del país tienen sus propias dinámicas ilegales, con beneficios repartidos de forma poco transparente, y están enmarcadas en un sistema judicial colapsado, abrumado y a menudo injusto.

Por supuesto que tenía que ser destituido el mayor general Mariano Botero, director del Inpec, así como el director de la cárcel La Picota, Wílmer Valencia. Hizo bien el presidente Iván Duque en tomar acciones inmediatas. Aun así, quedan muchas dudas sobre responsabilidades, de las cuales la mayor es: ¿por qué el Inpec salta de escándalo a escándalo?

De no ser por los investigadores de Noticias Caracol, el país no se hubiera enterado de lo ocurrido. Un preso sale para una cita médica y después es llevado a su oficina en el norte de la ciudad, donde coincidencialmente se encuentra con su abogado, Iván Cancino. Hablando con Blu Radio, Cancino dijo que eso no fue concertado y que en la reunión le hizo saber a Mattos de los riesgos legales en los que estaba incurriendo. Lo dicho: quedan muchas preguntas que nunca serán respondidas.

Mattos tiene un preacuerdo con la Fiscalía, en el que se enfrenta a los delitos de utilización ilícita de redes de comunicaciones, acceso abusivo a un sistema informático y daño informático. Según lo pactado, pagará 56 meses en prisión y una indemnización cercana a los US$2 millones. Después del escándalo fue trasladado a Cómbita, una cárcel de máxima seguridad. El daño a la reputación de las instituciones, sin embargo, ya está hecho.

El sistema judicial y penitenciario falla cuando se da la percepción de que los poderosos pueden hacer lo que se les antoje en complicidad con las autoridades. Eso es lo macabro de los videos publicados: ver una situación que nunca sucedería con la enorme cantidad de personas capturadas en procesos eternos y estancados. También es frustrante la sensación de que no conocemos la mayoría de los casos, que esta es la punta del iceberg, que el privilegio es cómplice del silencio y la corrupción.

Hace rato que el sistema penitenciario y el Código Penal están en mora de repensarse. Asimismo, con soluciones contra el hacinamiento que vayan más allá de la simple propuesta de construir más cárceles. Pero las reformas estructurales no van a ocurrir porque el Congreso y la Presidencia, sin importar quiénes estén allí, suelen dejarse llevar por la seducción del populismo punitivo. La respuesta a todo es subir penas, mientras que los verdaderos problemas quedan sin resolverse y la frustración de la ciudadanía aumenta.

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JOSE(4437)05 de marzo de 2022 - 02:58 a. m.
Pero por qué no se escandaliza con la pena de 4 años ?. Ahí es donde se ve el efecto de LOS 500 MILLONES a la campaña del títere . el resto son aspavientos
alberto(52534)05 de marzo de 2022 - 12:14 a. m.
Totalmente de acuerdo. Lo primero los centros de reclusion no resocializan, por el contrario, son sedes de asociaciones para delinquir, con estratos muy marcados, en donde los "miserables" son aquellos que exteriorizan el hambre, la desprotección estatal y la falta de amor y caridad cristiana, salvo algunos criminales, claro está, y los poderosos del sector privado y público, que llegan dándole
David(73769)04 de marzo de 2022 - 08:04 p. m.
Una verguenza como mandatario este inepto saqueador del erario publico entregado a sus compinches de la Sergio Arboleda. Un legado de corrupcion, escandalos por apoyos de narcoparamiltares,irrespeto a las Cortes a pesar dizque de ser abogado. Un triste capitulo para la historia de Colombia y una noche oscura tormentosa de bandidaje sera el recuerdo que dejara este mal llamado mandatario.
Emilio(5zdfw)04 de marzo de 2022 - 06:05 p. m.
Y quien vigila a los carceleros de Cómbita ? El problema no es de la cárcel como tal sino de los encargados de su funcionamiento y disciplina para con los internos que cumplen condenas. La falta de honestidad es el caldo de cultivo para la corrupción en cualquier sistema. El país esta siendo devorado por los corruptos.
Gilberto(4359)04 de marzo de 2022 - 05:36 p. m.
Todo eso es con la complicidad del Dr. diarrea (Iván Cancino) q´ tiene las mismas tácticas de los abogados Granados y Lombana para q´ los grndes delincuentes queden libres x vencimiento de términos. Ese perverso trio de abogansters son los que manajan la justicia en este país a punta de billete. Lo mismo q´ la otra joyita Abelardo de la Espriella, defensor pulquerrimo de Alex Saab y alimañas pare
  • Fabio(78069)05 de marzo de 2022 - 12:54 a. m.
    Más bandidos que los delincuentes que defienden
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