La paz nace en lo local

La paz no vendrá del documento  que se firme en La Habana con las Farc, ni —si todo sale bien— del pacto con el Eln. Tampoco basta con la voluntad de unas élites de acordar jugar bajo las mismas reglas y dejar al lado el odio. La paz, la verdadera, la sostenible, la que, de lograrse, alimentará positivamente el futuro de Colombia, nacerá en las regiones, a partir de los proyectos que surjan de la gente, allí en las comunidades que han vivido los efectos de la guerra. Y, por lo que vimos la semana pasada, la transformación del país ya comenzó.

Recon: Paz en Movimiento es una iniciativa de la Federación Nacional de Personeros (Fenalper) que se impulsa desde el 2015 a través de las personerías municipales del país con el propósito de conocer las percepciones de los colombianos en torno a la construcción de la paz en diferentes regiones del país. Este año, Foros El Espectador y Blu Radio organizaron, junto con Fenalper, un evento para premiar cinco iniciativas de paz adelantadas por ciudadanos en las regiones.

Los resultados indican que las personas ya iniciaron sus procesos de reconciliación. Como lo dijo Daniel Buriticá, experto en innovación social: “Lejos de llenarnos de rencor por la forma como nos ha afectado la guerra, los jóvenes debemos liderar los procesos de cambio y reconstrucción de país. A esta generación le corresponde construir una Colombia diferente”. Y ya lo está haciendo.

Los cinco proyectos premiados abarcan temas tan distintos como eliminar los intermediarios en el proceso de compra y venta de productos agrícolas, hacer pedagogía de reconciliación en barrios vulnerables de la ciudad usando manifestaciones culturales, implementar un sistema de riego automatizado que integre aguas lluvias, aguas subterráneas y energía solar, crear una serie animada educativa para público infantil que sirva como herramienta para la construcción de paz y una escuela de formación audiovisual en la Comuna 13 de Medellín. Todos, no obstante, apuntan a lo mismo: el capital social es el pilar de la construcción de paz.

Una lección importante, que ojalá sirva de ejemplo e impulso para las personas que tienen ideas pero no se han atrevido a ejecutarlas, es que las iniciativas han surgido a partir de un ejercicio de reflexión y de construcción de relaciones basadas en la confianza y la solidaridad. El análisis hecho por Recon de todos los videos que llegaron a su convocatoria arrojó que “en el país, la guerra y la muerte se han configurado como los marcos a través de los cuales usualmente ven el mundo; la paz se presenta como una ilusión, es desconocida, misteriosa, esquiva… no se deja ‘encontrar’”.

Nuestro interés por apoyar y visibilizar este tipo de iniciativas, y en general cualquier idea para construir un mejor país, parte de que, como lo dijo William Ospina en columna para este diario, “si hay verdadera voluntad de paz, no serán las pequeñas cláusulas, ni las armas de la República, sino la confianza de los ciudadanos lo único que puede garantizarla”.

En un momento en que las bandas criminales han mostrado sus capacidades para hacer daño, y que la Procuraduría y el Gobierno se enfrentan por la forma en que se está llevando a cabo la reparación de las víctimas, no sobra recordar que, en últimas, el futuro del país depende, sobre todo, de las personas y su interés por cambiar de verdad.

¿Está en desacuerdo con este editorial? Envíe su antieditorial de 500 palabras a yosoyespectador@gmail.com.

La paz no vendrá del documento  que se firme en La Habana con las Farc, ni —si todo sale bien— del pacto con el Eln. Tampoco basta con la voluntad de unas élites de acordar jugar bajo las mismas reglas y dejar al lado el odio. La paz, la verdadera, la sostenible, la que, de lograrse, alimentará positivamente el futuro de Colombia, nacerá en las regiones, a partir de los proyectos que surjan de la gente, allí en las comunidades que han vivido los efectos de la guerra. Y, por lo que vimos la semana pasada, la transformación del país ya comenzó.

Recon: Paz en Movimiento es una iniciativa de la Federación Nacional de Personeros (Fenalper) que se impulsa desde el 2015 a través de las personerías municipales del país con el propósito de conocer las percepciones de los colombianos en torno a la construcción de la paz en diferentes regiones del país. Este año, Foros El Espectador y Blu Radio organizaron, junto con Fenalper, un evento para premiar cinco iniciativas de paz adelantadas por ciudadanos en las regiones.

Los resultados indican que las personas ya iniciaron sus procesos de reconciliación. Como lo dijo Daniel Buriticá, experto en innovación social: “Lejos de llenarnos de rencor por la forma como nos ha afectado la guerra, los jóvenes debemos liderar los procesos de cambio y reconstrucción de país. A esta generación le corresponde construir una Colombia diferente”. Y ya lo está haciendo.

Los cinco proyectos premiados abarcan temas tan distintos como eliminar los intermediarios en el proceso de compra y venta de productos agrícolas, hacer pedagogía de reconciliación en barrios vulnerables de la ciudad usando manifestaciones culturales, implementar un sistema de riego automatizado que integre aguas lluvias, aguas subterráneas y energía solar, crear una serie animada educativa para público infantil que sirva como herramienta para la construcción de paz y una escuela de formación audiovisual en la Comuna 13 de Medellín. Todos, no obstante, apuntan a lo mismo: el capital social es el pilar de la construcción de paz.

Una lección importante, que ojalá sirva de ejemplo e impulso para las personas que tienen ideas pero no se han atrevido a ejecutarlas, es que las iniciativas han surgido a partir de un ejercicio de reflexión y de construcción de relaciones basadas en la confianza y la solidaridad. El análisis hecho por Recon de todos los videos que llegaron a su convocatoria arrojó que “en el país, la guerra y la muerte se han configurado como los marcos a través de los cuales usualmente ven el mundo; la paz se presenta como una ilusión, es desconocida, misteriosa, esquiva… no se deja ‘encontrar’”.

Nuestro interés por apoyar y visibilizar este tipo de iniciativas, y en general cualquier idea para construir un mejor país, parte de que, como lo dijo William Ospina en columna para este diario, “si hay verdadera voluntad de paz, no serán las pequeñas cláusulas, ni las armas de la República, sino la confianza de los ciudadanos lo único que puede garantizarla”.

En un momento en que las bandas criminales han mostrado sus capacidades para hacer daño, y que la Procuraduría y el Gobierno se enfrentan por la forma en que se está llevando a cabo la reparación de las víctimas, no sobra recordar que, en últimas, el futuro del país depende, sobre todo, de las personas y su interés por cambiar de verdad.

¿Está en desacuerdo con este editorial? Envíe su antieditorial de 500 palabras a yosoyespectador@gmail.com.