Por fin un cambio en el etiquetado

El Espectador
01 de marzo de 2020 - 05:00 a. m.
Después de varias pujas, Colombia tendrá un mejor etiquetado de sus bebidas y alimentos. El avance no debería detenerse ahí. / Foto: Getty Images
Después de varias pujas, Colombia tendrá un mejor etiquetado de sus bebidas y alimentos. El avance no debería detenerse ahí. / Foto: Getty Images

Después de varias pujas y una aparente falta de voluntad política en el Congreso, se anunció que el Gobierno Nacional logró llegar a un acuerdo para implementar un mejor etiquetado de los alimentos que consumen los colombianos. Aunque faltan detalles sobre cómo empezará a regir la medida, es un avance que celebramos en un debate que parecía estancado.

El camino ha sido tortuoso. En todo el mundo, por recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de Salud (OPS), se ha promovido un cambio en el etiquetado de los alimentos. Esto se debe a que las personas no son conscientes de que muchas de las bebidas y alimentos que consumen tienen excesos de sodio, azúcares y carbohidratos, lo que afecta su salud. El resultado es que, según la Encuesta Nacional de Nutrición, tres de cada cuatro adultos y uno de cada seis niños en Colombia sufren de obesidad y sobrepeso.

Por eso, varias organizaciones de la sociedad civil han venido realizando esfuerzos para cambiar la cultura alimentaria, lo que ha implicado fuertes debates sobre, por ejemplo, la manera en que se hace publicidad de comida chatarra dirigida a niños y niñas.

El último intento por modificar el etiquetado se hundió en el Congreso por torpezas procedimentales que, en la práctica, demuestran cómo el parlamento no estuvo a la altura del debate. Por eso, la noticia de esta semana es de celebrar.

La Presidencia, el Ministerio de Comercio, el Ministerio de Salud y la Cámara de Alimentos y Bebidas de la ANDI llegaron a un acuerdo: implementar un nuevo etiquetado que advierte los casos de contenido alto en azúcar, sal y grasas saturadas. Además, la Red Papaz, Dejusticia y Educar Consumidores, quienes han estado liderando las peticiones de regulación en este tema, pudieron aportar comentarios técnicos que desembocaron en este acuerdo.

Desde el principio, la industria dijo estar abierta a una nueva regulación. Con este acuerdo, ayudan a dar un paso adelante en la protección de la salud de los colombianos, en particular de los menores de edad.

La regulación, sin embargo, no debería detenerse aquí. Según la información dada a conocer esta semana, el nuevo etiquetado se implementaría a partir de noviembre de 2022. ¿Por qué esperar tanto? ¿Qué otras medidas se tienen contempladas para luchar contra la obesidad infantil y adulta? Carolina Piñeros, directora ejecutiva de la Red Papaz, dijo que les “alegra que el presidente acepte la necesidad de un etiquetado frontal de advertencia, pero necesitamos la reglamentación en tiempo urgente”.

El Ministerio de Salud dijo que con “esta propuesta se busca también rediseñar la tabla nutricional haciéndola más simple, así como el aumento de su tamaño para facilitar su lectura”. En buena hora. La discusión sobre una alimentación saludable debe trasladarse ahora a los colegios, las universidades y los espacios donde los colombianos ven comerciales.

En otros países, el solo cambio del etiquetado ha funcionado. Colombia debe empezar cuanto antes y tener políticas de seguimiento de los resultados para poder evaluar la medida y seguir buscando maneras de afectar positivamente los hábitos de consumo.

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