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¿Qué hacemos con el hueco fiscal?


25 de agosto de 2024 - 05:00 a. m.
La discusión sobre el presupuesto necesita reconocer que el Estado tiene un problema de flujo de recursos.
La discusión sobre el presupuesto necesita reconocer que el Estado tiene un problema de flujo de recursos.
Foto: Presidencia
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Llegar a la discusión del Presupuesto General de la Nación del año entrante sabiendo que, según las cuentas del Ministerio de Hacienda, hay por lo menos $12 billones que se encuentran desfinanciados es un mal augurio que exige reflexiones en el Gobierno y en los congresistas. Analistas independientes apuntan a que la cifra de recursos que se necesitarán es incluso mucho mayor, mientras no es claro que la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) haya podido recuperarse del descache en sus promesas de recaudo y el atraso en su modernización. El resultado quizá sean más decisiones difíciles sobre recortes en inversión, lo que es una señal de alerta para este Gobierno y para los que lo sigan. Las finanzas del país necesitan tener en cuenta el reto del hueco fiscal.

La DIAN es una pieza débil en las necesidades del Estado colombiano. A pesar de la rimbombancia con la que esa entidad arrancó el gobierno de Gustavo Petro, los resultados ameritan responsabilidades políticas. Se prometieron recaudos elevados, impulsados por la modernización de la entidad, la contratación de nuevos funcionarios y la victoria en pleitos judiciales, pero ninguna de esas realidades se materializó. El resultado ha sido que, a medio camino de la ejecución presupuestal de 2024, el Ministerio de Hacienda haya tenido que alterar los presupuestos, pedir recortes en todos los ministerios y, de paso, ajustar las expectativas para el nuevo presupuesto que regirá en 2025. Aunque desde el Gobierno lanzan señales de confianza en la nueva administración de la DIAN, no es claro que el proceso de modernización tenga la velocidad suficiente. En una muestra anecdótica, estas semanas que los colombianos empezaron su proceso de declaración de renta el sistema presentó problemas que minaron la confianza de las personas y pusieron la lupa de nuevo en una entidad emproblemada.

No podemos tener un país con una economía formal si las capacidades de recaudo de impuestos no están a la altura. Tampoco podemos hablar de impulsar la economía nacional si, al mismo tiempo, el Ministerio de Hacienda tiene que vivir navegando las dificultades de mantener financiado al Estado. Volvemos al punto con el que arrancamos este editorial: no tiene presentación que hablemos de un Presupuesto General de la Nación donde, de entrada, hay un montón de recursos que no se sabe muy bien de dónde saldrán.

Vendrá, claro, la discusión de una nueva ley de financiamiento. El argumento del Gobierno será sencillo: sin ella no podemos invertir y habrá que hacer más recortes. Es cierto, pero quizás es momento de retomar otra idea importante, y es que Colombia no se la puede pasar cada dos años aprobando reformas tributarias a medias. Quizá de este momento de vacas flacas es la oportunidad de una discusión nacional, liderada desde la Casa de Nariño, sobre cómo hacemos una reforma que se mantenga en el tiempo, que solucione las modificaciones a medias que se han introducido en los últimos gobiernos y que promueva la necesaria economía formal. Sería un gran aporte para las finanzas públicas.

Empero, sabemos que eso no va a ocurrir. La gobernabilidad del presidente Petro y del ministro Bonilla está disminuida, mientras que el Congreso tiene una larga historia de no ser capaz de acercarse con altura a debates similares. Entonces, seguiremos celebrando triunfos parciales, como el cumplimiento de la responsabilidad fiscal por parte del primer gobierno de izquierda, como el hecho de que se han priorizado algunos sectores de inversión y como la mejoría de las cifras de la economía. Es momento, también, de que el Banco de la República le meta el acelerador a la reducción de las tasas. Mientras podemos dar los grandes debates, esos pequeños avances necesitan ser protegidos.

¿Está en desacuerdo con este editorial? Envíe su antieditorial de 500 palabras a elespectadoropinion@gmail.com

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Conoce más
Oscar(47124)26 de agosto de 2024 - 02:37 a. m.
Es clave que desde el mismo editorial se piense muy bien antes de lanzar propuestas de reducción de tasas para dinamizar la economía. La inflación es el peor flajelo para el consumo, el peor. Es bastante cierto que se sufre mucho que el pueblo no solo se vea asfixiado por un bajo desempeño económico, sino además por la inflación, pero esa pelea es la que el Banrep tiene que dar, primero hay que controlar la inflación. Es el arma monetaria de la que dispone. Petro no la tiene fácil.
Jorge(31417)26 de agosto de 2024 - 02:22 a. m.
Ministerio de la igualdad. Salario catorce para los militares. 2000 funcionarios nuevos para la procuraduría. Incremento de la nómina en la Dian. Incremento del salario de los secretarios del congreso. Los congresistas con dos carros blindados cada uno. Esquemas de seguridad hasta para los perros de los políticos…
Jorge(6u4ww)26 de agosto de 2024 - 12:51 a. m.
Lo primero que hay que hacer es exigir la renuncia del ministro de hacienda por los graves señalamientos de corrupción; con el reemplazo que nombre el presidente, pedirle un plan urgente para subir el recaudo, disminuir el gasto público y dar viabilidad a los proyectos público privados de infraestructura que están bloqueados en el ministerio del Medio Ambiente.
Alberto(16144)26 de agosto de 2024 - 12:15 a. m.
Gobierno incompetente, corrupto y derrochon.
Carlos(2048)26 de agosto de 2024 - 12:09 a. m.
Sería importante que el editorial de hoy de este diario tuviera muy en cuenta el gran aporte en su columna de hoy domingo del gran constitucionalista Rodrigo Uprimny, que son las causas del gran hueco fiscal que contribuye a su gran desfinanciamiento y en el flujo de recursos. Si esto ocurrió con la regalías nada nuevo nos espera con el impuesto al patrimonio
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