Publicidad

Se desploma el dislate de que hubo fraude electoral

07 de febrero de 2023 - 02:00 a. m.
No se pueden lanzar acusaciones tan serias contra la institucionalidad, porque quedan en el ambiente, así se demuestre que son falsas, como ha ocurrido.
No se pueden lanzar acusaciones tan serias contra la institucionalidad, porque quedan en el ambiente, así se demuestre que son falsas, como ha ocurrido.
Foto: El Espectador - Mauricio Alvarado

El expresidente de la República Andrés Pastrana, el expresidente del Senado Juan Diego Gómez y otras voces políticas que han repetido de manera irresponsable la temeridad de que hubo fraude en las elecciones sufrieron una derrota en el Tribunal Administrativo de Cundinamarca. En síntesis, los magistrados encontraron que no había evidencias para afirmar que el registrador nacional, Alexánder Vega, había influido en las elecciones al Congreso. ¿Será esta decisión judicial, contundente y clara, suficiente para que líderes políticos tan importantes dejen de sembrar dudas sobre la institucionalidad colombiana?

Sí, el preconteo de las elecciones al Congreso fue un desastre. Empero, en el escrutinio, la Registraduría, de la mano de todos los jueces, notarios y registradores de Colombia encargados de ese momento constitucional, le rindieron cuentas al país. Después, en la elección presidencial, no hubo dudas sobre el resultado. Aun así, un sector de la derecha colombiana persiste en la idea de que hubo fraude electoral, al mismo estilo del discurso que fomentaron Donald Trump y Jair Bolsonaro en sus países. Se trata de un mensaje peligroso, pero además carente de evidencias.

Esa fue la conclusión a la que llegó el Tribunal de Cundinamarca. Ante las denuncias lideradas por el expresidente Pastrana, los magistrados dijeron que “de ninguna de las pruebas recaudadas se puede derivar la violación del derecho e interés colectivo a la moralidad administrativa, en tanto no se demostró la existencia de un ánimo subjetivo encaminado a alterar los resultados electorales por parte del registrador nacional del Estado Civil en relación con los comicios del 13 de marzo de 2022, que se proyectara en los eventos electorales de primera y segunda vueltas para la Presidencia y Vicepresidencia de la República”. Interrogados por el Tribunal, el expresidente Pastrana y el exsenador Gómez tuvieron que aceptar que no tenían evidencias para probar sus acusaciones.

Esto es gravísimo. Se ha normalizado en el debate de las democracias liberales que sectores políticos hablen de fraude electoral sin tener cómo demostrarlo. En Estados Unidos, una buena porción del Congreso sigue en negación sobre la derrota de Donald Trump que, entre otras cosas, llevó a la toma del Capitolio el 6 de enero de 2021. En Brasil ocurrió lo mismo, cuando cientos de partidarios de Jair Bolsonaro hicieron una toma de los edificios estatales el 8 de enero pasado. Es un problema de realidad: no se pueden lanzar acusaciones tan serias contra la institucionalidad, porque quedan en el ambiente, así se demuestre que son falsas, como ha ocurrido.

Lo que deberíamos escuchar es un “mea culpa” de Pastrana, Gómez, Íngrid Betancourt y los demás promotores de esa idea del fraude. Por lealtad con la democracia a la que dicen defender, tienen que estar dispuestos a reconocer sus errores. No esperamos que eso pase, sin embargo, porque el debate político sigue polarizado y la oposición al gobierno de Gustavo Petro se viene radicalizando. Es peligroso que sigan jugando con fuego en Colombia.

¿Está en desacuerdo con este editorial? Envíe su antieditorial de 500 palabras a elespectadoropinion@gmail.com.

Nota del director. Necesitamos lectores como usted para seguir haciendo un periodismo independiente y de calidad. Considere adquirir una suscripción digital y apostémosle al poder de la palabra.

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar