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Sobre líneas de metro y entusiasmos moderados

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13 de mayo de 2023 - 02:00 a. m.
La apertura de licitación para construir la segunda línea del metro de Bogotá es una noticia que llega en medio de incertidumbre política.
La apertura de licitación para construir la segunda línea del metro de Bogotá es una noticia que llega en medio de incertidumbre política.
Foto: El Espectador - Mauricio Alvarado Lozada
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Cuando todavía no es claro cuál va a ser el futuro de la primera línea del metro de Bogotá, el Distrito anunció la apertura de la licitación para la segunda línea. Si suena a una especie de sátira política es porque la historia de décadas de sufrimiento por tener un sistema de transporte digno ha adoptado tintes macondianos. Su última manifestación —el capricho del presidente Gustavo Petro por soterrar una línea que ya estaba contratada como elevada y las amenazas veladas del entonces ministro de Transporte, Guillermo Reyes, de no financiar nada en la capital del país a menos que se hiciera un cambio contractual— nos tiene viendo el anuncio reciente con escepticismo. En todo caso, ya le corresponderá a la próxima persona que habite el Palacio Liévano adjudicar un contrato necesario para una Bogotá cada vez más caótica.

Claro que se necesita la segunda línea del metro. Se necesitaba hace décadas y hoy, en una capital colapsada por las obras, el tráfico y el deficiente servicio de transporte público, es una construcción esencial. Se trata de 15,5 km de metro subterráneo, con 11 estaciones, que llegarán a Chapinero, Barrios Unidos, Suba y Engativá, y beneficiarán a dos millones y medio de residentes de Bogotá. Las propuestas de precalificación se recibirán hasta el 28 de junio de este año, pero el contrato solo podrá ser adjudicado en marzo de 2023. Es decir, la alcaldesa Claudia López ya no estará en el Palacio Liévano y las elecciones del próximo octubre, una vez más, girarán en torno a la pregunta por el metro.

¿Por qué la demora, si el proceso estaba listo para salir desde enero? Por el encontrón entre el presidente Petro y la alcaldesa. A eso se le suma que el consorcio al que se le adjudicó la primera línea no ha entregado los estudios y está en proceso de ser sancionado. Aunque la obra se incluyó en el Plan Nacional de Desarrollo (junto con la segunda línea), dejando a un lado los temores de que el Gobierno no la financiaría, al sol de hoy el futuro del primer proyecto es incierto. Da la sensación de que en Presidencia están apostando a tener un alcalde más cercano al Gobierno, mientras que López ve cómo se le acaba el tiempo y el campo de acción.

Lo lamentable de tantos retrasos es que cuando Bogotá finalmente tenga sus líneas de metro, estas serán soluciones insuficientes para la crisis de movilidad. Por eso, recibimos la apertura de licitación para la segunda línea con reducido entusiasmo: se trata de un proyecto esencial, pero nos tememos que los líderes políticos de la ciudad y la nación, una y otra vez, encuentran maneras de sabotear los avances necesarios.

Nos queda, quizás, una solicitud a todas las personas que quieran llegar al Palacio Liévano y también al presidente de la República: no instrumentalicen más los proyectos de infraestructura que necesita la ciudad. No queremos estar en cuatro años, otra vez, discutiendo sobre el metro y las características de sus líneas por construir.

¿Está en desacuerdo con este editorial? Envíe su antieditorial de 500 palabras a elespectadoropinion@gmail.com.

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DORA(2370)13 de mayo de 2023 - 10:43 p. m.
Hablan de la 2a línea, con la primera elevada, sin estudios, con incumplimientos del contratista, solo para los estudios, ya sabemos lo que nos espera, eso sí con Bogotá vuelta añicos por donde vayamos, pero la culpa es de Petro. Que no se les note mucho el sesgo, bueno pueden rasgarse las vestiduras y alegar el sagrado derecho a la libertad de prensa. El cuentico nos lo sabemos de memoria.
mario(196)13 de mayo de 2023 - 09:45 p. m.
Al EE ahora si le entro el entusiasmo por concretar obras de infraestructura, Donde estaban durante los últimos 40 años? Debieran darse un paseito por el tunel de la linea o el aeropuerto del cafe, Dos lineas de metro financiadas y programadas en menos de dos alcaldías les parece poquito. Gran trabajo el de la alcaldesa y el gobierno nacional!
Eduardo(7668)13 de mayo de 2023 - 09:28 p. m.
Bacatá, el Kagajistán del trópico. Con razón no tiene ni metro ni trenes de cercanías.
German(20426)13 de mayo de 2023 - 03:23 p. m.
Si el alcalde hubiera sido turbayito en vez de Claudia, hubiera parado todo por la crisis de la pandemia y no tendriamos un derriere
German(20426)13 de mayo de 2023 - 03:22 p. m.
El del capricho fue peñaloca, y secundado por chucky, ahi se perdieron cuatro años, eso ya se tenia listo y es un concenso que el metro enterrado es mucho mejor especialmente por la Caracas y en la zona central. Pero peñaloca con tal de pararlo ya que es enemigo de los transportes ferreos, promotor de buses y enemigo de Petro, hizo esa estupidez
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