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Tibú y la “paz total” golpeada

26 de mayo de 2023 - 02:00 a. m.
Un artefacto explosivo que fue detonado al paso de una patrulla en Tibú, Norte de Santander, dejó dos policías muertos y varios más heridos, según versiones preliminares entregadas por las autoridades. Una mujer que se movilizaba por el lugar también habría fallecido.
Un artefacto explosivo que fue detonado al paso de una patrulla en Tibú, Norte de Santander, dejó dos policías muertos y varios más heridos, según versiones preliminares entregadas por las autoridades. Una mujer que se movilizaba por el lugar también habría fallecido.
Foto: Archivo Particular
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Dos policías y una civil asesinados, un total de 10 heridos y un país entero lleno de temores dejó el atentado en Tibú (Norte de Santander) del miércoles pasado. Se trata de un crimen canalla no solo contra la fuerza pública, sino contra todos los colombianos, pues trae los ecos de los peores años del conflicto, cuando las bombas convertidas en trampas eran una herramienta para sembrar terror y zozobra. Lo están logrando de nuevo: la sensación de que la inseguridad está fuera de control crece con cada atentado, masacre y desplazamiento. No tiene el Gobierno de Gustavo Petro más opción que continuar lo que está haciendo, fortalecer la ofensiva contra la criminalidad y enviar ultimátums a los grupos ilegales. El Estado necesita hacer sentir su presencia para que la apuesta por la paz no termine de naufragar.

Al cierre de esta edición no sabemos quiénes son los responsables del ataque. Es bien conocido que en la zona operan el Estado Mayor Central, disidencia de las FARC, y el ELN, guerrilla sentada en diálogos de paz con el Gobierno. Así que cualquiera de las dos opciones es un golpe más a los esfuerzos de la “paz total”. Ayer el ministro de Defensa, Iván Velásquez, dijo que “no se puede asegurar cuál de las organizaciones mencionadas fue” y que “no vamos a aventurar con hipótesis, es con realidades”. También agregó que si se trata de la disidencia, sería una violación del cese al fuego; con el ELN todavía no se ha pactado ningún acuerdo de no agresión.

En un tuit, el presidente Gustavo Petro extendió “un abrazo de solidaridad para las familias de las víctimas de este atroz hecho. Este acto criminal no quedará en la impunidad”. En efecto, lo que está claro es que el país necesita respuestas. No solo sobre quiénes son los responsables de estos asesinatos viles, sino cuál es el objetivo que tienen con esto. ¿Qué hará el Gobierno para evitar estas tragedias? ¿Cómo va a fortalecer a una Fuerza Pública atacada y perseguida? Norte de Santander es una de las zonas más violentas del país y no parece haber solución a la vista. El ministro Velásquez anunció que llegarán 10 pelotones con 360 miembros para reforzar las tropas que ya hay en la región, pero la sensación es de crisis en la apuesta de seguridad del Gobierno.

Estamos, entonces, en un momento difícil de superar. La administración Petro le apostó a la generosidad al decretar los ceses bilaterales y la respuesta ha sido la violencia cruel. La anunciada transformación de la Fuerza Pública ha dejado a una Policía y un Ejército con capacidades limitadas de actuar y mucha confusión. La confianza de la ciudadanía en la capacidad del Estado para protegerla viene reduciéndose, aunque también se debe reconocer que la situación de seguridad ya venía deteriorándose en los últimos años. Los grupos ilegales están usando estrategias cada vez más agresivas para hacerse sentir, bajo la dañina lógica de que entre más fuerza muestren, más concesiones tendrán.

Necesitamos justicia para las familias de las víctimas. También, que el Gobierno logre enderezar el barco en su estrategia de seguridad. No se puede permitir que el terror triunfe en Colombia.

¿Está en desacuerdo con este editorial? Envíe su antieditorial de 500 palabras a elespectadoropinion@gmail.com.

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Nelson(68100)27 de mayo de 2023 - 01:06 a. m.
Después de décadas de lidiar con el poder sin ética que aman los criminales, los colombianos sabíamos que mucha zanahoria y poco garrote no podía funcionar con quienes no se rigen por la lógica de la decencia y honestidad. Pero no, Petro y su orgullo tenían que probar que los demás estábamos equivocados. El problema es que ahora recuperar lo perdido costará años, dolor y sangre. Pobre Colombia!!
Pedro Juan Aristizábal Hoyos(86870)26 de mayo de 2023 - 11:14 p. m.
La paz siempre tendrá enemigos decía un estadista. Lo curioso es que los que se oponen a los intentos de paz ven la guerra por TV y no la viven como los campesinos y destechados. Es necesario seguir intentándo. Leyendo las novelas y relatos de nuestro gran escritor J G Vásquez, podemos entender la raíz de nuestra violencia. Estamos dominados desde antaño por una derecha que no permite avanzar el país. Ahora que llega un gobierno progresista y que sabe de economía, lo quieren destruir. Cafres
Mario(16018)26 de mayo de 2023 - 07:19 p. m.
Petro pensó que por ser izquierdozo, le iban a marchar en su propuesta de paz y que esto sería pelea de toche con guayaba madura como dice el refranero popular. Se equivocó de cabo a rabo. Además a Petro le ha importado muy poco la seguridad ciudadana.
Noticioso(6975)26 de mayo de 2023 - 06:48 p. m.
Todo el mundo le advirtió al petrismo que si hacía ceses de fuego unilaterales todos los hampones incrementarían su accionar, para llegar fortalecidos a las negociaciones. Pero no..., su compulsiva terquedad y adicción a las redes sociales, nuevamente le ganaron la partida a nuestro Presidente sabelotodo y sus sobachaquetas.
Germán(8019)26 de mayo de 2023 - 04:58 p. m.
Uno de los primeros actos del nazismo fue incendiar el palacio legislativo de Alemania y achacarle el crimen al comunismo. Me preguntaría si este ataque en Tibú no será otra acción de la encarnizada campaña de la oposición para desprestigiar al gobierno que impulsa cambios sociales que beneficien al pueblo y que serían lesivos para las élites económicas que son las que de verdad han gobernado, y lo siguen haciendo en parte, a este país. Casos se han visto por montones, así como las fake news
  • Germán(8019)26 de mayo de 2023 - 05:01 p. m.
    Recuerdo un atentado al candidato Uribe Vélez en Barranquilla, que resultó como que no era tal atentado sino una ayudita a su candidatura. Creo que Mancuso menciona algo de esto, o de otro parecido
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