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¿Y si mejor piensan en el país que aspiran a gobernar?

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20 de febrero de 2022 - 05:00 a. m.
El buen político es el que es capaz de tender puentes, no el que cree que llegará al poder sin tener que escuchar a nadie que se le oponga. / Fotografía de referencia: Óscar Pérez
El buen político es el que es capaz de tender puentes, no el que cree que llegará al poder sin tener que escuchar a nadie que se le oponga. / Fotografía de referencia: Óscar Pérez
Foto: Óscar Pérez
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El proceso electoral colombiano produce desasosiego. Si esta era una oportunidad para demostrar que a través de la política se pueden construir puentes que lleven a la unión, estamos fracasando de manera rotunda. No hay diálogos, pero sí una sarta de acusaciones. La violencia verbal en ocasiones ha ido incluso acompañada de la física. No nos estamos entendiendo ni construyendo un proyecto común en las diferencias. Los llamados a la “unión” parecen, más bien, ser órdenes de “sumisión”. En el cómo se hace la política hay pistas de lo que está mal con el país y de los retos que tenemos para salir del hoyo que hemos venido cavado durante años.

Lo que ha ocurrido la última semana es resumen suficiente de un país en tensión. Encapuchados lanzaron piedras contra un hotel en Bogotá por considerar censurables las posturas políticas —extremas, eso no se niega— de quienes estaban allí; un senador de la República, defendiendo esos hechos violentos, dice, sin prueba alguna por supuesto, que está “casi seguro de que la derecha envío a los manifestantes para hacer visible un evento de unos ‘don nadie’ de la derecha de España”; un candidato es censurado y obligado a abandonar un espacio universitario con otros actos de violencia; una candidata es acusada de haber aplazado liberaciones de las Farc y responde que quien la señala, otra candidata, fue amiga de un paramilitar; un candidato importante resulta ligado con un esquema de compra de votos y sus compañeros dicen que se trata de una conspiración internacional. Y, por supuesto, la prensa: siempre es la culpable de todo lo que está mal, simplemente por atreverse a publicar información que no favorece a tal o cual candidato.

¿Cómo pretende gobernar el país, sea quien fuere que gane, si este es el tono de la campaña? Cuando el contrincante es la encarnación de todo lo que está mal, cuando hay que “salvar a Colombia”, cuando cualquier derrota se deberá al “inevitable fraude electoral”, ¿dónde queda el proyecto conjunto de nación?

Es irrisorio, e indeseable por cierto, pretender la unión de pensamientos. Colombia es una democracia vibrante precisamente por sus diferencias. La promesa del Acuerdo de Paz era que esas exclusiones históricas no se resolverían con las armas; que podríamos encontrarnos en debates responsables y entendiendo que, al final, todos vamos en el mismo barco. Apostarle a la unión del país no es buscar el silenciamiento de la sana polarización que se produce a partir de diagnósticos opuestos sobre lo que ocurre en Colombia, pero sí es retomar criterios básicos de decencia y respeto. El buen político es el que es capaz de tender puentes, no el que cree que llegará al poder sin tener que escuchar a nadie que se le oponga.

Hoy hacemos parte de la campaña “Colombia Unida”, con los medios de comunicación más importantes del país, porque creemos que la democracia necesita unos mínimos de comportamiento. Seguimos convencidos de que el país puede avanzar proscribiendo la violencia: la física y la retórica. Apostarle a la paz implica, también, construir una política reparadora, no jugar a incendiarlo todo. Ya hemos visto los daños que eso causa, una y otra vez, para la creación de un proyecto conjunto de nación. No repitamos los errores de siempre. Todavía estamos a tiempo, en vísperas de las elecciones del Congreso y de Presidencia. Demuestren que una Colombia distinta es posible.

¿Está en desacuerdo con este editorial? Envíe su antieditorial de 500 palabras a elespectadoropinion@gmail.com.

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Miguel(78770)22 de febrero de 2022 - 05:43 a. m.
Muy atinada la reflexiones porque lo que el ciudadano requiere es saber q tipo de país es el q los candidatos proponen y no los odios y rencores personales como lo suele hacer Petro exacerbando el fanatismo y la intolerancia
Luis(6fjxt)21 de febrero de 2022 - 12:17 a. m.
lo mismo que critica el texto, se evidencia de lleno en los comentarios, re triste, por cierto, buen articulo
julio(d243q)21 de febrero de 2022 - 12:09 a. m.
"un candidato importante resulta ligado con un esquema de compra de votos" …¿importante para quien?..."LOS CHAR VISITARON A URIBE EN EL UBÉRRIMO PARA HABLAR DE ALIARSE EN 2022".. "Pandora Papers: 588 nombres de colombianos aparecen en la investigación" "Hay 21 investigaciones contra Alejandro Char que no avanzan en la Fiscalía"
Horacio(6498)20 de febrero de 2022 - 09:26 p. m.
VARIAS cosas, la prensa SI es la culpable del ambiente de guerra y lo es por parcializada y mentirosa. EL FRAUDE si lo va a haber porque siempre en este pais las maquinarias del poder y de la mafia imponen sus intereses con la compra de votos cuando no por las por las amenazas al electorado de las zonas por el asesinato de los opositores. PETRO es el únicoque creiblemente convoca a la unión.
  • Patricia(joppi)20 de febrero de 2022 - 10:31 p. m.
    Completamente de acuerdo
william(51538)20 de febrero de 2022 - 08:46 p. m.
Después de leer algunos comentarios, considero que muchos tienen razón en el papel de los medios. Vergüenzas del periodismo como Semana, El Tiempo, R.C.N. o BLU Radio, por citar solo algunos, tampoco aportan en esa labor. Se decantan por el viejo statu quo, por el Régimen o el Establecimiento, sin asomo alguno de vergüenza. Capítulo aparte merece la señora Vicky, una meretriz de la manipulación.
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