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Ya vamos en “ebullición global” y la acción se sigue aplazando

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01 de agosto de 2023 - 02:00 a. m.
El mundo tiene que sacudirse de su complacencia y enderezar el camino.
El mundo tiene que sacudirse de su complacencia y enderezar el camino.
Foto: AFP - PATRICIA DE MELO MOREIRA
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Como una profecía autocumplida, se está materializando lo que por años advirtieron los científicos. Olas de calor brutales y peligrosas abruman al hemisferio norte del planeta. Los incendios forestales siguen desplazando a comunidades enteras y arrasando millones de hectáreas de bosque. En lugares como Florida, en Estados Unidos, las temperaturas de la superficie del océano han superado el umbral bajo el cual el agua es segura para nadar. Ese es el telón de fondo con el que el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, se dirigió al mundo la semana pasada para advertir que “la era del calentamiento global ha terminado, la era de la ebullición global ha llegado”.

El término ebullición global, con toda su rimbombancia, parece una hipérbole, pero no lo es y habla tanto de la gravedad de la situación como de la frustración por la insuficiente respuesta mundial a la crisis climática. El consenso y la firmeza de la comunidad científica, que lleva décadas prediciendo y alertando sobre el rumbo que llevamos, contrastan con la inercia y la veleidad políticas. Las promesas vacías, las metas incumplidas y los récords históricos de emisiones de efecto invernadero son un duro recordatorio de que no hemos estado a la altura. Para rematar, las secuelas de la pandemia, la invasión rusa a Ucrania y la amenaza de una recesión económica han relegado un debate trascendental a segundo plano. Lo que parecen perder de vista los líderes mundiales es que el cambio climático tiene un precio económico cada vez más alto, además de los costos ambientales y humanos. El mundo tiene que sacudirse de su complacencia y enderezar el camino.

Pero, como sucede cuando suenan las alarmas, la urgencia no debe traducirse en parálisis, duda o resignación, sino en acciones decididas. Los gobiernos tendrán que tomar decisiones más drásticas y rápidas para poner en marcha los cambios que otrora podrían haberse adoptado gradualmente. En ese escenario Colombia, junto con otros países de la región, se encuentra en una posición particularmente vulnerable a los efectos de los fenómenos climáticos extremos que podemos esperar en adelante, pero también tiene el potencial de asumir un papel preponderante en la lucha contra el cambio climático. Reconocerlo ha sido uno de los aciertos del presidente Petro, con sus intervenciones en la arena internacional abogando por la justicia climática y el canje de deuda externa.

Empero, el ejemplo empieza por casa y las políticas ambientales y energéticas del Gobierno no van al mismo ritmo que la retórica del presidente. Colombia no se puede quedar cruzada de brazos esperando a que los países más desarrollados encuentren el sentido de urgencia que se les refundió todos estos años. El debate nacional se ha concentrado excesivamente en el papel de Colombia como productor de combustibles fósiles y no en reducir su propio consumo interno que va en aumento, en ponerle freno a la deforestación y en la necesidad inaplazable de mitigar los riesgos y las consecuencias que ya estamos padeciendo por los fenómenos climáticos extremos. El país está en mora de adaptarse a esta cruda realidad y serán indispensables grandes esfuerzos e inversiones en infraestructura para descarbonizar el país y volverlo más resiliente ante un panorama cada vez más hostil.

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Luis(14946)02 de agosto de 2023 - 01:20 p. m.
el problema está en el consumo . cada alfiler , cada comida , cada penda de vestir , cada viaje que hacemos produce co2 y gasta agua . la humanidad entera debería preguntarse cada vez que compra algo : LO NECESITO ? no solamente es la contaminación por plasicos , ropa , batería , etc , sino la que origina su produccción . EL gringo promedio compra 70 prendas de vestir al año . las necesitaba ?
Pedro(86870)01 de agosto de 2023 - 10:46 p. m.
Del "calentamiento global" a la "ebullición global" hay un paso gigante, pero aquí odian al presidente Petro por decir tantas verdades del tema ambiental. Qué pena ser colombiano con una oposición tan ignorante y tan mala leche y unos medios haciendo el juego a estas élites colombianas que no quieren entender lo que está pasando. cuidar la tierra y el amazonas, proteger los ríos más que el petróleo, dar tierras tituladas y parar la violencia en el campo. ¿Hay ideales más nobles?
Pedro(86870)01 de agosto de 2023 - 10:34 p. m.
Como decía Daniel Samper Pizano en la revista "Cambio Colombia". ¡¡¡¡¡Habrá que agradecerle al presidente Gustavo Petro¡¡¡¡¡¡ por su liderazgo con el tema ambiental. Pero el odio no les permite reconocer el valioso gobierno que tenemos: Entrega tierras tituladas a los campesinos, el manejo económico es muy bueno y respeta la regla fiscal los que no hizo Duque, emprende negociaciones para frenar la violencia en el campo y se terminen los desplazamiento, la imagen internacional de Colombia mejora
Antonio(45414)01 de agosto de 2023 - 08:28 p. m.
Entonces señores, tenía o no razón la exministra Irene? La pisotearon, especialmente algunas damas de bla bla, perdón blu radio sin ningún rubor a pesar de que la tierra arde y son sus hijos los que van a pagar el plato roto de la irresponsabilidad de sus mamás.
Alberto(3788)01 de agosto de 2023 - 06:20 p. m.
La terrible deforestación de la Amazonia y el resto del país es desoladora. Entre el sr. Peñalosa y la sra. López HAN TALADO 34.000 árboles en Bogotá.
  • Pedro(86870)01 de agosto de 2023 - 10:52 p. m.
    Peñaloza el vendedor de buses solo vive del cemento y odia la naturaleza. Uno de los peores errores en Bogotá fue elegir de nuevo a este mentiroso
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