Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El dossier presentado por el presidente Iván Duque ante la ONU es un documento que demoró meses en ser construido y supone ser el producto de la más detallada investigación realizada por inteligencia militar sobre la presencia del Eln y las disidencias de las Farc en Venezuela.
El informe, presentado en inglés y español, está dividido en dos secciones: la más extensa es la dedicada a las Farc y, la otra, la que se concentra en el Eln. La parte de las disidencias de las Farc cuenta con información detallada sobre, por ejemplo, la localización de los campamentos donde se encuentran Romaña, Zarco, Gentil Duarte, El Paisa, y John 40. También, identifica con detalle las concentraciones de guerrilleros disidentes en los estados de Zulia, Táchira y Apure.
El estudio, al cuál tuvimos acceso en las últimas horas, también dedica buena parte a referencias de varias reuniones clandestinas que realizaron altos miembros de las Farc en Venezuela para coordinar operaciones de reagrupamiento, narcotráfico, minería ilegal y terrorismo en territorio venezolano. Importantísimo.
Sobre el Eln también se presentaron detalles contundentes en la manera en que, con la anuencia de los organismos de seguridad de Venezuela, reparten alimentos en nombre de Maduro en una clara manguala de propaganda y colaboración.
Es por eso que con este nivel de detalle e información, resulta tan extraño que se hayan cometido errores en por lo menos tres fotografías que publica el documento. Si el informe recoge lo mejor y más preciso para ser presentado ante Naciones Unidas para argumentar que hoy, repito hoy, Venezuela es una amenaza para la paz regional y que, además, patrocina y alberga organizaciones terroristas, es de suponer que cada uno de sus ingredientes son propios, precisos y actuales. Es decir, no hay disculpa para que sus fotografías, así sean de ilustración, no hayan sido tomadas en Venezuela y no sean de, por lo menos, los últimos seis meses.
Como era de esperarse, este error ha sido aprovechado por Nicolás Maduro para desprestigiar el fondo del argumento y contraatacar sosteniendo que ha quedado en evidencia una vez más la perversa intención de Colombia de inventarse una película para justificar una acción militar en su contra.
En conclusión, esto salió mal. Aunque en las últimas horas las FF. MM. hayan publicado un comunicado en el que aseguran que en realidad se trata de un error de atribución de fuentes, que las fotografías tenían el objetivo de ilustrar y que no eran información en sí misma, es evidente que se cometió un error grave que puede tirar a la borda un esfuerzo de tanto tiempo y valor. Esto es simple: los documentos de inteligencia no se ilustran, por el contrario, revelan.
Recuerdo que uno de mis jefes durante mi paso por CNN repetía: el diablo está en los detalles. Cada vez que se cometía un error decía: “¿de qué sirve tener el mejor grupo de reporteros, enviarlos a la guerra, gastar millones en logística, conseguir una exclusiva, escribir una crónica perfecta y tener una historia conmovedora, cuando al momento de escribir en el generador de caracteres no podemos escribir bien el nombre de la ciudad en donde están? Hoy y siempre tuvo la razón.
