“El empresario: el lobo que hay que abatir”

Hernán González Rodríguez
21 de septiembre de 2018 - 00:00 a. m.

Un insuperable artículo publicado por el diario El Universal, titulado “Empresarios en su laberinto”, escrito por el señor Enrique Rumié del Castillo, remata con la frase de Winston Churchill: “Muchos miran al empresario como el lobo al que hay que abatir, otros lo miran como la vaca que hay que ordeñar, pero pocos lo miran como el caballo que tira del carro”.

Inicio con esta cita, porque algunos analistas cuyas opiniones respeto, pero no comparto, están afirmando que tanto el presidente Duque como sus ministros, provenientes casi todos del sector privado, se proponen ejecutar un gobierno en favor de la empresa privada, su cuna laboral.

El artículo de El Universal afirma: “Hacer empresa en Colombia se está convirtiendo en una tarea titánica, de complicaciones inimaginables, y las quejas vienen de todos los sectores de la economía. La sobrecarga de normas que tenemos con el Estado es agobiante. Un empresario me dijo: ‘No hay forma de atender tantos requerimientos. Todos los días sale un nuevo permiso, una nueva reforma, una nueva obligación, con razón hay tanta informalidad en el país’, remató”.

“Un día son las NIIF; el otro, la factura electrónica; luego es el sistema de seguridad y salud en el trabajo; luego el programa de estilo de vida saludable; más otro para manejar los residuos sólidos; más la política de alcohol y drogas; más el plan de seguridad vial; más la protección de datos; más las jornadas familiares semestrales; más las consultas previas; más los aprendices del SENA, más los estupefacientes; más la nómina en UGPP… en fin; y contrate expertos para llenar papeles. Por favor, ¿y en qué momento producimos?”.

El ministro de Comercio e Industria de Iván Duque, señor José Manuel Restrepo, dijo en una entrevista haber identificado 190 trámites y normas innecesarias que merecen revisión.

No olvidemos que durante los últimos diez años nos han abandonado por considerarnos una Banana Republic no menos de 20 empresas multinacionales irremplazables. Con ellas se marcharon los empleos para muchos profesionales jóvenes colombianos. Y se marcharon aduciendo impuestos muy elevados, nada menos que los cuartos más altos en todo el mundo. En Colombia, afirmó el Consejo Gremial Nacional, padecemos más de 30 impuestos a nivel nacional. Confiscatorio constatar que se ubica la tarifa efectiva de todos estos impuestos —renta, prediales, industria y comercio, y otros— para las empresas entre el 60% y el 70%. Las tasas impositivas totales para las empresas no deberán superar el 40%. En la Alianza del Pacífico, excluyendo a Colombia, asciende el impuesto sobre la renta a solo el 28%.

No nos preguntemos por la causa de la informalidad urbana y rural del 65% en el mercado laboral. La respuesta es evidente, nuestras empresitas casi no rentan ni para pagar salarios mínimos. Por medio de la “globalización” estamos exportando nuestros empleos a los países que mejor se lucran de las competencias desleales.

 

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