El reto de Miguel Ceballos

Felipe Zuleta Lleras
03 de mayo de 2020 - 05:00 a. m.

En medio de la crisis generada por el coronavirus, y que ha ocupado toda la atención del Gobierno, los medios de comunicación y los ciudadanos, esta semana, en una decisión audaz y necesaria, el presidente Duque expidió un decreto que abre la puerta para el sometimiento individual de cinco grupos armados ilegales. Son, según ha explicado el comisionado de paz Miguel Ceballos, el Eln, las disidencias de las Farc, o grupos residuales, y el Clan del Golfo, Los Caparros y Los Pelusos.

Ciertamente no podría haber un momento más propicio para iniciar este proceso, pues la situación para todos, incluyendo los criminales, es sumamente complicada. Tanto así que esta semana se entregaron 20 guerrilleros del Eln. Muchas personas han criticado desde el inicio del gobierno al doctor Miguel Ceballos, llamándolo inclusive el comisionado de la guerra. Ceballos, con quien tuve el privilegio de trabajar unos meses en Blu Radio, es un hombre estudioso, tranquilo, inteligente y ante todo prudente. No sufre del síndrome del micrófono ni de protagonismos innecesarios. Es juicioso en su trabajo y conoce muy bien los temas de la paz y de la guerra.

No nos llamemos a engaños; la paz es mucho mejor que la guerra, como dijo esta semana el expresidente Santos en una entrevista abierta al público en su cuenta de Instagram. Para el país es una muy buena noticia que el presidente Duque, en medio de esta crisis que vivimos, tenga también la cabeza en asuntos que nos atañen a todos como la violencia generada por los grupos al margen de la ley. Recordemos que hay zonas del país totalmente sometidas por estos grupos ilegales delincuenciales.

Por cada hombre menos que esté armado delinquiendo habrá menos violencia. Debemos apoyar entonces al comisionado Ceballos en este esfuerzo que, ciertamente, será complicado. Nadie ha dicho que hacer la paz es fácil, pero como lo demostró el expresidente Santos, no es imposible. Ahora bien, este no es un proceso de paz negociado como fue el de las Farc. Es el ofrecimiento generoso del Estado a los criminales para que se sometan bajo unas condiciones. No irán a la JEP ni serán tratados como monjitas de la caridad. Es legalmente un procedimiento para reintegrarse a la sociedad.

Habrá por supuesto quienes se opongan a este esfuerzo, pues los amigos de la guerra son muchos. Ya he visto muchas críticas de miembros del Centro Democrático en contra del presidente por haber expedido el decreto que autoriza al comisionado a iniciar los sometimientos. Así como en su momento apoyé al presidente Santos en su proceso con las Farc, así mi apoyo no sea importante, hoy quiero manifestarle al presidente Duque y al comisionado de paz, doctor Ceballos, mi agradecimiento por este esfuerzo. Este proceso podrá resultar o no, pero vale la pena intentarlo. La paz es un derecho que nos concierne a todos. Y un consejo al doctor Ceballos que, además, no necesita: no escuche las palabras de los necios enemigos de la paz.

 

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