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Sirirí

Feria en la pandemia

Mario Fernando Prado
23 de octubre de 2020 - 03:00 a. m.

El evento popular más importante de la capital mundial de la salsa es, sin duda alguna, la muy famosa Feria de Cali, certamen que congrega a centenares de miles de caleños y visitantes de Colombia y el exterior, que se dan cita para gozarse la vida en torno al baile, la música, el deporte y muchos eventos culturales y de otra índole —los toros, entre ellos— en los que la gente se vuelca a las calles desde hace más de 62 años.

La Feria de este año pintaba muy bien, gracias a que en las últimas ediciones se tuvo la suerte de contar con una administración eficaz y eficiente, que le dejó utilidades y una gran reputación. Eso hizo que su imagen se fuera acrecentando y se tornara en una cita obligada de fin de año.

La participación activa de más de medio millón de personas ha sido tradicionalmente un impulso para la economía en sectores relacionados con la gastronomía, el deporte, la hotelería y el turismo en general. Existen infinidad de actividades lúdicas que dependen de estos seis días, que transcurren en paz y afianzan las relaciones entre todos los asistentes, quienes olvidan colores políticos, sociales y étnicos en una pausa tan ejemplarizante como necesaria en estos momentos de tantas polarizaciones.

El salsódromo, el encuentro de melómanos y coleccionistas, el día del Pacífico, los desfiles de autos antiguos y del Cali viejo, e incluso la temporada taurina, cada vez más de capa caída, se convirtieron en íconos de estos festejos a los que se puede asistir en un 90 % de manera gratuita, gracias al aporte de la municipalidad y la comercialización hecha de manera juiciosa y rentable.

Sin embargo, la Alcaldía ha decidido que la Feria de Cali se realice virtualmente pues, así resulte deficitaria, el costo de hacerla presencialmente resultaría desastroso para la salud pública, habida cuenta del contagio colectivo que de seguro podría presentarse.

Justificando tal determinación, el burgomaestre de los caleños expresó que, si no lo hacía, “pasaría fácilmente del alcalde que activó la economía con la Feria al alcalde que posibilitó la muerte de miles de ciudadanos”.

Este primer paso lo ha dado Cali y estoy seguro de que igualmente otros alcaldes de distintos municipios tomarán el mismo camino de la virtualidad, que resultará no solo un mal negocio, sino algo supremamente aburrido.

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Carlos(92784)23 de octubre de 2020 - 11:48 a. m.
El debate esta abierto, y añadale la bicoca de 11 mil millones que costaria la feria virtual, todo un dineral en esta epoca de pandemia.
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