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Goyeneche se quedó corto

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José Fernando Isaza
11 de marzo de 2021 - 03:00 a. m.
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Antonio Goyeneche fue un personaje que vivió en la Universidad Nacional, murió en 1978 y tenía una mezcla de ideas disparatadas y de burla a la formalidad del sistema. Su ingreso lo obtenía vendiendo unos folletos con sus propuestas. Una de ellas consistía en pavimentar el río Magdalena; allí está el trazado, el agua, la arena, las piedras... solo faltaría agregar el cemento. Para mejorar el clima de Bogotá, mucho más frío entonces que ahora, ¿por qué no construir una gran sombrilla para proteger de la lluvia helada? Fue candidato presidencial desde 1958 hasta 1974, pero no obtuvo una votación abrumadora: 12 votos en 1958, aunque porcentualmente tuvo un gran repunte en 1966: 33 votos, un aumento del 175 %.

Una audaz iniciativa para estimular la lectura consistía en cerrar todas las carreteras y los aeropuertos, solo se permitiría viajar por tren, que se detendría cada 20 o 30 km durante unas horas en una estación dotada con una biblioteca, así que la única forma de paliar al aburrimiento sería leer algún libro. La propuesta de la Secretaría de Movilidad de Bogotá sobre el pico y placa solidario rememora las ideas del antiguo contertulio de los años universitarios.

Si el Distrito considera que es una buena idea que el propietario de un vehículo de uso privado pague una suma —poco más de $4 millones al año— para evitar la restricción del pico y placa, que lo haga. Lo que sí parece risible es el sistema para hacerlo. Puede catalogarse como educación forzada, aumento de la culpabilidad e incertidumbre sobre el costo anímico. Parte de la hipótesis de que quienes se movilizan en carro lo hacen no por necesidad, sino por el deseo malévolo de perjudicar el medio ambiente. Se ignora que algunas personas tienen limitaciones físicas que les dificultan el uso del transporte masivo. ¿Cómo conciliar la necesidad de transportarse con distanciamiento social en los buses de Transmilenio? A lo anterior debe agregarse que se parte de la creencia de que un taxi contamina menos que un vehículo particular para ir del punto A al punto B, aunque el taxi tiene que recorrer desde su sitio de llamada al punto A, ir al B y seguir su trayectoria.

He aquí partes del instructivo, que complementan la forma de realizar el pago:

1. “Al ingresar por primera vez, el sistema le pedirá ver (completo) un video relacionado con un tema de interés público. No puede saltárselo”. ¿Por qué obligar a ver un video institucional?

2. “Una vez termine, usted tendrá acceso a la plataforma de Pico y Placa Solidario, allí le saldrá otro video que resalta los impactos en movilidad, medio ambiente y seguridad vial que trae el uso del carro particular y, además, le ofrece otras opciones de movilidad. Tampoco puede saltárselo”. Del texto se deduce que buscan crear o aumentar la culpabilidad por el “delito” de movilizarse al trabajo o a cualquier actividad social (cuando se tenga la vacuna).

3. Luego hay que “hacer el curso virtual (si es persona natural): es un curso que concientizará al conductor sobre los efectos del uso ineficiente del carro particular”. Como si esto no fuera suficiente, después de pagar se ordena:

4. “Elija y cumpla una actividad de compensación social. En el momento, podrá consultar la oferta de actividades disponibles”. Qué tal que la actividad de compensación social sea hacer unas lagartijas para diversión de un hogar geriátrico. La actividad social debe ser voluntaria o, como en algunos países, una compensación por delitos.

Goyeneche se quedó corto.

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GABRIEL(83249)12 de marzo de 2021 - 02:54 a. m.
La otra genial idea, a lo Goyeneche, es la de prohibir las misas y procesiones en Semana Santa. Cuando los buses de transmilenio van atestados de gente, claro son pobres que si enferman y mueren no pasa nada.
Amadeo(14786)11 de marzo de 2021 - 08:53 p. m.
El nombre completo era Gabriel Antonio Goyeneche y vivía en la Facultad de Veterinaria en donde estudiantes y profesores lo consideraban como parte de su entorno. Klim lo ponderaba mucho en sus comentarios
Dario(17472)11 de marzo de 2021 - 06:10 p. m.
Hoy se pifió, maestro Isaza: para lograr la sostenibilidad de las mega-ciudades como Bogotá es fundamental reducir el uso del vehículo privado y aumentar el uso del transporte público. Desincentivar el uso a través de videos informativos, mientras que no transmitan imprecisiones, vedades a medias o mentiras, no tiene nada de cuestionable.
Francisco(30227)11 de marzo de 2021 - 04:29 p. m.
En este país tan inculto y vulgar, subirse a un carro de servicio público es someterse a una tortura inaguantable.
Manuel(66071)11 de marzo de 2021 - 04:05 p. m.
A Bogot a le sucederá lo que pasa con grandes capitales, que a la larga la gente se va porque es imposible sostener un tren de impuestos abusivos, imposibilidad de moverse, alquileres y costas absurdos de las viviendas que hacen imposible vivir en ese infierno, así: Paris, Londres, ...Bogotá,
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